En la actualidad comienzan el miércoles posterior a la fiesta de San Juan (24 de junio) o el 23 si el 24 cae en jueves, al haberse incorporado en 1956 el miércoles El Pregón. Las cuadrillas son doce y con la construcción de la plaza toros La Chata se prohibieron los toros enmaromados y su sacrificio en las calles. También han desaparecido las romerías a San Juan de Duero y a Santa Bárbara y ha dejado de ser costumbre ir a ver como amanece el día de San Juan desde el monte de Santa Ana, donde se enclava la ermita de San Saturio, patrono de la ciudad, cuya fiesta se celebra el 2 de octubre.
Siguiendo la tradición medieval la ciudad se distribuye durante sus fiestas en cuadrillas, doce en la actualidad, cada una con el nombre de un santo. Están encabezadas por los Jurados, con los que colaboran un secretario y cuatro ayudantes, llamados “Los Cuatros”. Los cargos se sortean entre candidatos y el primer domingo de mayo, en la jornada denominada El Catapán, toman posesión con un bastón de mando simbólico. El Jueves se celebra La Saca, que se remonta al año 1574, cuando se instauraron oficialmente las corridas de toros. Consiste en conducir los toros desde los corrales de Valonsadero hasta los de la plaza de toros, guiados por caballistas y sanjuaneros a pie, en un recorrido de seis kilómetros. Se realiza en dos etapas, una de mañana y otra de tarde. Al día siguientes, Viernes de Toros, se lidian los doce novillos, uno por cada cuadrilla, seis por la mañana y seis por la tarde, en un festejo taurino un tanto irregular, en el que el callejón se abarrota de público, parte del cual se sienta en el estribo, para saltar al albero entre toro y toro, lo que provoca desorden y retraso en el espectáculo, aunque éste lo pone el jolglorio que se vive en las gradas, con el ambiente musical de las cuadrillas.
Junto a los toros, las cuadrillas son las protagonistas de las Sanjuanadas: deben proveer los toros, uno cada una, para la peculiar lidia del Viernes; repartir las tajadas entre los vecinos el Sábado y el Domingo, organizar los Agés (subastas) del Sábado y preparar la Caldera y sacar en procesión a los santos de Cuadrilla el Lunes de Bailas.
La música que suena durante las fiestas son las llamadas “canciones sanjuaneras”, mayormente pasodobles pero también jotas y valses, con letras referidas a Soria y los sorianos, y que grupos de dulzaineros, charangas y orquestas tocan sin parar durante las fiestas.
El uso de traje regional en las mañanas del Domingo y el Lunes de la Fiesta de San Juan en Soria se ha ido extendiendo desde los años 40 del siglo XX. En los hombres, pantalón y chaleco negros o pardos, camisa blanca, medias de punto, albarcas y faja del color de la saya de la acompañante. En las mujeres se impone el traje de piñorra, el típico de la comarca de Pinares, al noroeste de la provincia: medias de lana blanca, botas de paño negro, falda de paño rojo con tiras de terciopelo sobre enaguas blancas, delantal negro con bordados de lentejuelas y abalorios y, en la parte superior, jubón cubierto por un mantón de lana muy fina con bordados de motivos vegetales o animales.
El primer día, Miércoles El Pregón, las Peñas desfilan hacia la Plaza Mayor, atestada de sorianos, para escuchar el pregón inaugural de las fiestas a cargo de los Jurados seleccionados para componerlo y leerlo; más tarde la Banda de Música de la ciudad, las Cuadrillas, las Peñas y las charangas desfilan serpenteando hasta la Alameda de Cervantes para de escuchar las primeras sanjuaneras. Desterrados los toros enmaromados y su muerte que se celebraban en cada barrio, de la tradición de los sábados queda el Agés, la subasta de los despojos de los animales toreados el día anterior.