El Bordon Dantza de Tolosa una de las más originales y complejas muestras de folclore del País Vasco
Dentro del marco de las fiestas patronales en honor a San Juan, se celebra en Tolosa la Bordon Dantza. Esta es una variedad de la Ezpata Dantza, danza con espadas, en la que, siguiendo una estructura similar, se emplean alabardas en lugar de las armas tradicionales. Parece ser que en algún momento fueron bordones los instrumentos que portaban los bailarines, y de ahí provendría el nombre del evento.
Pese a que la representación de la Bordon Dantza se haya reducido básicamente al ámbito sanjuanero, históricamente se ha realizado también en ocasiones especiales o para honrar visitas de personajes ilustres de toda España y del extranjero.
La jornada del día 24 de junio comienza en Tolosa con una serie de dianas interpretadas por la Banda de Música y los txistularis. A continuación tiene lugar el Alarde de San Juan, en el que varias compañías de escopeteros desfilan por la ciudad en recuerdo de las antiguas milicias forales —que acompañaban al ejército regular de España en la defensa de la frontera— hasta converger en la plaza Vieja para la diana anunciadora del comienzo de fiestas.
Los bordondantzaris ya participan en el desfile posterior junto a los escopeteros, los gigantes y la banda de música. Sin embargo, será por la tarde, en la procesión a la ermita de San Juan de Arramele, cuando su papel adquiera tintes de auténtico protagonismo.
El grupo de dantzaris está compuesto por veintiún integrantes. Al frente se sitúan los banderillistas, lanza en mano, abriendo el paso a la comitiva. Tras ellos desfilan el Capitán y los dieciséis bordondantzaris.
Durante el resto de las fiestas de San Juan, ejecutan un amplio repertorio de bailes tradicionales, pero sin duda entre todos ellos destaca la Bordon Dantza. Éstos se colocan en la disposición tradicional de las Ezpata Dantzas, en cuatro filas paralelas de cuatro bailarines enlazados por sus alabardas. El Capitán, en primera fila, sujeta las puntas de cuatro alabardas y así, enlazados, discurre una de las danzas vascas más espectaculares y complejas de ejecución.
Con la Bordon Dantza se quiere conmemorar un hecho militar sucedido en 1321: la batalla de Beotibar. Esta batalla supuso una victoria de las milicias de Guipúzcoa sobre el el ejército del Reino de Navarra, los navarros como represalia por la ocupación del Castillo de Gorriti, llevaban a cabo una operación de castigo en tierras guipuzcoanas.
Por otra parte, los bailes con armas se enraízan en los ritos que surgen en torno al solsticio de verano en otras localidades de España y el resto de Europa.
El patrimonio folclórico vasco no resulta ajeno a estas tradiciones, como bien queda demostrado en representaciones similares que tienen lugar durante el día de San Juan en diversas localidades. El hecho de que las armas jueguen un importante papel en la danza no significa necesariamente que reproduzcan un acontecimiento militar ya que responden a la coyuntura estética de una época determinada. No obstante, la Bordon Dantza en Tolosa está documentada desde hace más de trescientos años.
Sea como fuere, los orígenes inciertos de la Bordon Dantza no deberían empañar un acontecimiento de gran belleza que representa una de las manifestaciones folclóricas más singulares de Guipúzcoa, mantenida con vida gracias al esfuerzo y el buen hacer de un grupo de dantzaris ejemplar.
