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Segovia / La Carrera del Pavo

La Carrera del Pavo

En la Carrera del Pavo en Segovia no son pavos los que corren sino bicicletas sin cadena, conducidas por esforzados y valientes competidores

La Carrera del Pavo en Segovia es una curiosa competición, muy singular entre las fiestas de España, y que ha alcanzado ya una larga tradición. Fue en el año 1935 cuando se organizó en la ciudad la primera cita. El ganador, Fidel Aldud, fue quien más distancia recorrió en un terreno llano sin pedalear, después de descender de una pendiente. Se llama así porque el vencedor recibe de premio un pavo, la persona que quede en segundo puesto un pato y, el tercero, un pollo.

Las bicicletas que participan han sido modificadas artesanalmente, carecen de cadenas y muchas veces tienen un manillar más amplio sobre el que se apoyan con fuerza. Parece difícil llegar a la meta sin pedalear y solo con el impulso conseguido por la bajada inicial pero se ha comprobado que el movimiento del manillar de lado a lado, además de ayudar a mantener el equilibrio, sirve para seguir ascendiendo la cuesta.

Suele ocurrir que varios participantes completen el recorrido con lo que se celebra una segunda manga en la que los ciclistas salen a la vez y gana el primero en llegar o el que más se acerque a la meta ya que es muy fácil perder el equilibrio y poner un pie en el suelo.

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Día de Navidad

El 25 de diciembre, Día de Navidad, comienza la carrera a las 11:30. El número de participantes puede variar desde 50 ciclistas, en un año con mal tiempo, hasta cerca de 100, y se apuntan corredores y corredoras de todas las edades.

La capital del acueducto, con sus 1.000 de altitud, es bastante fría en invierno pero suele ocurrir que con las poco frecuentes precipitaciones o nula nubosidad sus días sean soleados, luminosos y de bellos atardeceres anaranjados, pero aunque llueva o nieve, siempre habrá carrera.

Actualmente la carrera del pavo se inicia en lo alto, arriba de la cuesta de la calle Teodosio el Grande, en la Segovia extramuros. Este primer tramo, paralelo al acueducto romano, es el único cuesta abajo donde se coge impulso para, tras el pequeño llano del Azoguejo, poder ascender por la calle Cervantes, ya intramuros.

Se trata de un tramo de la calle Juan Bravo hasta llegar a la Casa de los Picos, donde gira para subir por la calle Obispo Gandasegui, y vuelve a virar en la calle Conde de Gazzola di Ceretto, hasta terminar en la antigua plaza del Seminario, hoy denominada Adolfo Suarez.

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Los premios se entregan en un podium que se instala en la plaza del Azoguejo, junto al punto donde el acueducto, con sus dos arcadas superpuestas, alcanza su máxima altura.

El ciclista segoviano Perico Delgado, gran aficionado de esta carrera del pavo, siempre participa, desde que tenía 14 años, aunque nieve.  Recogemos algunas de sus palabras en la presentación del año 2010, con motivo de los 75 años de la carrera, palabras que expresan muy bien el espíritu del evento:

“Hay otro otro ciclismo, el de los de aficionados, el de los que nos gusta montar en bici, nos gusta sufrir… otro rango de pruebas que afortunadamente ha ido cogiendo fuerza en los últimos años… y, de las de ese tipo, creo que la Carrera del Pavo, hoy en día, tiene una posición de honor y de privilegio… Realmente tampoco hay un interés en esta carrera en ser el numero uno de nada sino simplemente de pasar las navidades de una manera diferente, sobre la bicicleta y haciendo algo que allá es una tradición, un encuentro de amigos el dia 25 por la mañana….”

Imagen principal: Instituto Muncipal Deportes Segovia