En el año 1064, el rey aragonés Sancho Ramírez toma la plaza de Barbastro en una hazaña considerada como la primera cruzada de la historia medieval. Tras diez meses de presencia cristiana, las tropas musulmanas de Al-Muqtadir recuperan de nuevo la ciudad reincorporándola de nuevo a la taifa de Zaragoza. Años después, en 1100, Pedro I consigue incorporar definitivamente Barbastro al reino de Aragón. Barbastro vuelve al centro de la historia en 1137, cuando se celebra en ella el matrimonio entre Petronila, hija del rey Ramiro II el Monje, y Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona. Este acontecimiento tiene como consecuencia el nacimiento de la Corona de Aragón.
Desde el año 2000, y coincidiendo con el 900 aniversario de su incorporación al reino de Aragón, Barbastro celebra una recreación histórica de carácter bianual que traslada a sus habitantes de la España del tercer milenio hasta los años centrales del siglo XI y primeros del XII. La historia está narrada por un grupo de cómicos medievales y en ella participan una gran cantidad de actores profesionales y voluntarios venidos de toda la comarca del Somontano. La representación presenta un fuerte rigor tanto en el contenido como en la escenificación de los hechos narrados y, a su vez, cuenta con unos excepcionales medios técnicos y audiovisuales al servicio de su desarrollo. Gran parte del vestuario empleado, por ejemplo, es confeccionado de manera artesanal en telares tradicionales promovidos por el ayuntamiento (algo muy inusual en España). Diversas bandas de música tradicional y hasta un grupo de danza oriental complementan y ponen la banda sonora en las diferentes representaciones.