Alfarería y Cerámica en Jaén

La alfarería y cerámica de Jaén se cuentan como unas de las más valoradas de toda España; con tres núcleos importantes: Andújar, Úbeda y Bailén.

Andújar

Debido a sus arcillas de gran calidad y su situación junto al río Guadalquivir, Andújar viene siendo un importante centro alfarero desde época romana. La producción se diversifica en tres tipos de cerámica: alfarería de vasto con arcilla blanca sin vidriar con piezas como botijos y alcazarraso jarras de cuatro picos para que el agua esté fresca, alfarería con vidriado plumbífero con piezas como jarros, chocolateras y ollas y cerámicas con baño estannífero (las más conocidas de la localidad). Dentro de estas últimas hay varias piezas que son clásicas dentro de la cerámica española como la jarra grotesca formada por varias piezas con decoraciones aplicadas en relieve, y los pitos en forma de caballito con jinete o en forma de toro o de picador.

En relación con la cerámica de Jaén artística hay que destacar la creación en 1870 de la Fábrica Mezquita por Francisco Mezquita Mezquita. Esta ha continuado hasta la actualidad, dirigida por su descendiente Celestino Mezquita Miñana. La producción está dedicada a azulejería y loza estannífera con decoraciones pintadas de todo tipo: paneles comerciales, azulejos para cocina, murales de devoción, o piezas artísticas como platos, fuentes, jarrones y demás.

Úbeda

En Úbeda, de los ciento cincuenta alfares de comienzos del siglo XX, en los años setenta ya sólo quedaban seis. Entre las piezas sin vidriar características destaca la cántara de agua de cuerpo ovoide, alto cuello con un asa y la base en punta por lo que hay que colocarlas en las típicas cantareras de madera. Otras piezas sin vidriar son las cantimploras de pared plana, las orzas y los maceteros. Entre las piezas vidriadas tradicionales se fabrican lebrillos, alcuzas para aceite, jarros de vino, con decoración de dos tipos: la llamada de bordado, hecha con barbotina blanca sobre la superficie del barro rojo, y la otra con chorretones verdes, azules y amarillos cubriendo después todo con un barniz que suele ser frecuentemente el verde.

El alfarero más famoso de Úbeda es Juan Martínez Villacañas el “Tito”, que ha enseñado el oficio a sus hijos, que también han abierto talleres. Otro alfarero que sigue haciendo piezas tradicionales es Hidalgo Góngora. De la importancia de la cerámica en Úbeda da también idea el que se creara un Museo de Alfarería en 1992.

Bailén

Bailén contaba en los años treinta con veintidós alfares, de los que sólo han sobrevivido dos, mientras que la producción se centra en la actualidad a la tejería con cerca de cuarenta talleres. Se fabrican platos, orzas, lebrillos y cántaros. Son piezas típicas las orzas de cuatro asas con vidriado plumbífero.

Texto del Dr. Abraham Rubio Celada, Asesor de cerámica de la Fundación Zuloaga y Socio de Ecra Servicios Integrales de Arte.

Imagen principal: Bafomet-Jaén