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Que ver en Mezquita Catedral de Córdoba

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Sincretismo califal y católico

La esencia de una de las construcciones más importantes de toda la arquitectura musulmana es realzada con excelente sincretismo en el templo cristiano, por lo que ha merecido ser declarada Patrimonio de la Humanidad.

Planifica tu visita a la mezquita catedral de Córdoba

El recorrido por todo lo que hay que ver en la mezquita catedral de Córdoba nos puede ocupar unas dos horas. El resto de la escapada debe de continuar por la ciudad de Córdoba. Para conocer la gastronomía local y donde comer y dormir en Córdoba preparamos una página especializada.

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Exterior

Sobre vestigios romanos, en el siglo V los visigodos erigieron una basílica cristiana dedicada al mártir San Vicente.

En el año 786 se comienzan las obras de la mezquita por mandato del emir Abderramán I, que había comprado previamente el solar a los cristianos. El templo originario simulaba ser un bosque de columnas ya que sumaba hasta once naves longitudinales de doce tramos cada una y aprovechaba los capiteles y fustes de los edificios cristianos. Lo más curioso fue el empleo de la solución de un doble arco de herradura y medio punto cuyas dovelas ofrecen la, por aquél entonces, notable altura de diez metros; así se provoca en el espectador un espectacular efecto cromático de enorme belleza. Los trabajos terminaron dos años más tarde. La inusual orientación de su quibla -hacia el sur en lugar de hacia La Meca- puede deberse a la decisión de aprovechar los cimientos y materiales del edificio cristiano.

El emir Hisham I será quien acometa las siguientes obras de envergadura: la erección del imprescindible alminar (no conservado) y la conclusión de la ejecución del sahn o patio.

En el 833 Abderramán II afronta la primera ampliación de la mezquita, pero éste no la llegaría a ver concluida, siendo su sucesor quienes la culminara en el año 855. Para logar un mayor aforo se tuvo que destruir la quibla primitiva; las antiguas arquerías se agrandaron hasta en ocho tramos más, empleándose elementos de construcciones anteriores y también otros fabricados a medida, como los célebres capiteles de pencas. El monarca también ordenó mejorar el patio.

Abderramán III amplía considerablemente el patio de los Naranjos y sustituye el primitivo alminar por uno de 34 metros de altura; éste es el que –remodelado como campanario por el arquitecto Hernán Ruiz III en el siglo XVI– podemos ver hoy en día.

En el siglo X el califa Alhakén II ordena eliminar el muro sagrado y ampliar hacia el sur el oratorio con doce crujías; también se añadió el doble muro de la quibla. En la obra se emplearon hermosos mármoles provenientes de canteras de la propia Córdoba y de Cabra. Asimismo, se levantan cuatro lucernarios coronados por cúpulas nervadas y se enriquece el muro de la quibla cuyo nicho es ahora casi una estancia de profuso ornamento donde se representa el Árbol de la Vida. Artesanos bizantinos- enviados por el Emperador Nicéforo II de Bizancio cubrieron la portada del mihrab y los espacios anteriores con teselas.

Pero a finales de esa misma centuria el temido Almanzor decide ensanchar de nuevo la mezquita hacia el este, añadiendo ocho naves más.

En junio de 1236 Córdoba se rinde al rey Fernando III el Santo, saliendo de la ciudad sus habitantes musulmanes. Revirtiendo la decisión del año 786, la mezquita se convierte en un templo cristiano y en sede catedralicia. En esos primeros años se afrontaron imprescindibles trabajos de adaptación; en 1371 se finalizaron las obras de la Capilla Real, donde se entierran los cuerpos de Fernando IV y Alfonso XI. La Capilla Mayor se alojó en ese momento bajo uno de los lucernarios de Alhakén II hasta que en 1489 se edifica una nueva, más apropiada al culto cristiano.

Carlos I autorizó al obispo Alonso Manrique a eliminar algunos elementos, sin alterar la espectacular ampliación promovida por Alhakén II. Así, en 1523 comienzan las reformas del magnífico arquitecto burgalés Hernán Ruiz I, su hijo Hernán Ruiz el Joven y su nieto Hernán Ruiz III; Juan de Ochoa abordó la ejecución material de la conocida cúpula que cubre el crucero en estilo manierista. El segundo de los Ruiz le dio a la nueva iglesia un aspecto netamente clasicista.

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Última ampliación de Almanzor, en 919. (Fotografía L. Roisin)

La planta del siglo XVI es de cruz latina, con naves cubiertas con bóvedas aún góticas; llama poderosamente la atención la cúpula proyectada en pleno Renacimiento. En años sucesivos se añadieron múltiples capillas patrocinadas por obispos y nobles.

Exterior

Al comenzar la visita a la inmensa mole de la Mezquita Catedral de Córdoba nos fijamos en cómo emerge la iglesia -en la parte central- entre numerosas y sobrias naves. En sus austeras fachadas solamente destacan las puertas de acceso en el oeste, el este y el norte.

En la zona occidental está la Puerta de los Deanes, que conserva aún vestigios del primitivo edificio del siglo VIII y que es coetánea de la de San Esteban (ss. VIII-IX). De la ampliación de la mezquita por Abderramán II es visible la Puerta de San Miguel, modificada ligeramente en el siglo XVI. Las puertas, ahora llamadas del Espíritu Santo, el Palacio y San Ildefonso, son muy parecidas entre sí ya que son producto de la ampliación de Alhakén II. Del mismo período es la del Sabat, que daba acceso al alcázar. Además, se conserva el Postigo de la leche, obra del arquitecto Hernán Ruiz I.

En el lado este se abren otras nueve entradas de la mezquita catedral de Córdoba, especialmente la Grada Redonda (1738), de estilo churrigueresco, y Santa Catalina (S. XVI), de estilo renacentista a cargo de Hernán Ruiz el Joven. El resto son prácticamente iguales gracias a la intervención restauradora de Ricardo Velázquez Bosco hace un siglo y reciben los nombres de San Juan, El Baptisterio, San Nicolás, La Concepción Antigua, San José, El Sagrario y Jerusalén.
En el muro norte únicamente están la Puerta del Perdón, dotada de un espectacular arco de herradura reformado en 1371, y la Puerta del Caño Gordo (ss. XVI y XVIII), muy próxima a la fuente del mismo nombre.

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Catedral Mezquita de Córdoba
Interior

En la visita al interior de la mezquita catedral cordobesa es reseñable el retablo mayor de mármol (siglo XVII), obra de Alonso Matías. El tabernáculo (1653) lo diseñó Sebastián Vidal; en los huecos hay pinturas, entre las que destaca el la Asunción pintada por Palomino en la segunda década del siglo XVIII.
Del siglo XVIII es la espectacular sillería del coro, obra de Pedro Duque Cornejo, y los ricos púlpitos, fabricados en mármol y madera de caoba.

La Capilla Real, promovida en 1371 por el rey Enrique II para acoger los restos de su padre, Alfonso XI, y su abuelo, Fernando IV. De su arquitectura mudéjar destaca el gran arco lobulado y la profusión decorativa en sus muros. En la Capilla de la Conversión de San Pablo está la tumba del maestre de la Orden de Santiago fray Pedro Muñiz de Godoy; fue decorada en el siglo XVII con imágenes de los Padres de la Iglesia y de San Pablo.

La compleja bóveda estrellada de la Capilla de Villaviciosa le da una grandiosidad que pudo provocar la decisión de emplearla como altar mayor desde 1236; a finales del siglo XV se edificó el gran arco toral gótico. Dejó de ejercer de altar mayor en el año 1607. Su nombre actual se debe a escultura de Nuestra Señora de Villaviciosa.

Entre 1507 y 1627 en el muro norte se edifican capillas como las del Santísimo Cristo del Cautivo, con una curiosa columna del tiempo de Almanzor con una cruz grabada, y la del mártir cordobés San Eulogio, y el ámbito consagrado a narrar el Martirio de San Esteban.

En el muro sur de la mezquita estaba la quibla. Allí se edificaron capillas como la de Santa Teresa y la Sacristía Mayor de la Catedral (1697-1703), en cuya cripta está el magnífico sepulcro del Cardenal Salazar. La Capilla de San Clemente, fundada por Alfonso X el Sabio en 1262, está recubierta por bellas bóvedas. En la antigua librería en el siglo XVI se situó el Sagrario; tiene una portada clasicista portada, tres naves con bóvedas de crucería gótica y unos frescos.

En el muro oriental está la del Espíritu Santo (S. XVI), con un bello retablo de piedra que incluye un óleo del Bautismo de Cristo. También es de interés la de San Juan Bautista (1260) con un retablo del siglo XVI que combina escultura y pintura. Y la capilla de los patronos de Córdoba San Acisclo y Santa Victoria (del siglo XVI); la imagen es de esa época y el retablo dos siglos posterior.

En el muro occidental se alojan la Capilla de la Santísima Trinidad, con una espectacular reja de finales del siglo XV, y la Capilla de Nuestra Señora de la Concepción (S. XVII) con el retablo ideado por Melchor de Aguirre en 1680. La Capilla de San Pedro presenta un retablo que narra un milagro del apóstol.

Entre las piezas del fastuoso Tesoro Catedralicio -alojado en la capilla de Santa Teresa- sobresale la conocida Custodia del Corpus Christi que Enrique de Arfe confeccionó en el siglo XVI; curiosamente, representa una catedral gótica. También se guarda un magnífico crucificado de marfil debido a Alonso Cano. Esto es lo más destacado a nuestro juicio de la Mezquita Catedral de Córdoba.

Imprescindibles

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Cúpula
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Detalles de la Mezquita Catedral

Datos prácticos

Coordenadas

37° 53′ 0″ N, 4° 46′ 0″ W

Distancias

Jaén 104 km, Sevilla 129 km, Málaga 162 km, Madrid 400 km

Aparcamiento

Parking La Mezquita

Altitud

120 m

Habitantes

328 841 (2012)

Carnaval, Semana Santa, Fiesta de las Cruces de Mayo (mayo), Corpus Christi, Virgen de Fuensanta (8 de septiembre) y San Rafael (24 de octubre)

Patios Cordobeses (mayo, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad), Feria de Nuestra Señora de la Salud (última semana de mayo), Romería de Santo Domingo, Romería de la Virgen de Linares, Concurso Nacional de Arte Flamenco, Festival de la Guitarra, Festival de Teatro de los Patios, Animacor, Eutopía.

Pastelería San Rafael. Destacan sobre todo los trabajos de joyería (filigrana de plata), el cuero (cordobanes y guadamecíes) y la cerámica. Buen lugar de compras son el Zoco Municipal de Artesanía o los alrededores de las calles Jesús Cruz Conde, Gondomar, Concepción, Jesús María, Ronda de los Tejares y Plaza de las Tendillas.