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Qué ver en Murcia capital

Que ver en Murcia

Que ver en Murcia Capital Barroca

Esta dinámica urbe universitaria sigue luciendo la mezcla de culturas que marcó su historia. El barroco centra gran parte de lo que ver en Murcia capital. Este es el estilo artístico de sus principales edificios históricos. La religiosidad es otra de sus características principales. Un sentir que se refleja en las obras del imaginero Francisco Salzillo, protagonistas de la importante Semana Santa murciana.

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Hay mucho que ver en Murcia capital desde la perspectiva tanto monumental como cultural. También posee un casco urbano muy cuidado junto a los cauces de su río. En total da para pasar dos días completos de visitas. Destaca la catedral barroca de Santa María, el Museo Salzillo y el Museo Arqueológico. También son recomendables el Museo de Bellas Artes y numerosos templos de gran interés.

Los aficionados a la naturaleza y a las actividades de turismo activo las opciones las tienen muy cerca de la ciudad. Hacia el sur están el bello Parque Natural de Sierra Espuña y el Parque de Carrascoy y el Valle. Son dos opciones fascinantes que complementan a lo que ver en Murcia capital. Los amantes de la historia y el patrimonio que se vayan a quedar más días tienen la opción de tomar la autovía en dirección Alicante. Podrán realizar una excursión de día a la histórica Orihuela.

La gastronomía local y los datos para escoger donde quedarse los hemos incluido en la página Dormir y Comer en Murcia. Además de Murcia ciudad recomendamos nuestra página con todo lo que hay que hacer en Murcia provincia.

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Antes de conocer los lugares que ver en Murcia capital, conviene conocer su historia. Los primeros asentamientos humanos en la ciudad se remontan al tiempo de los íberos. A pesar de ello, no sería hasta la época de dominación musulmana cuando el lugar alcance un mayor desarrollo. Fue un periodo muy turbulento por lo que tuvo que intervenir el ejército califal.

La zona estaba dominada por un régimen señorial detentado por los linajes visigodos de Murcia y Alicante a través del Pacto de Teodomiro. Por ello se creó la cora o reino de Tudmir (713). Además, la población era muy variada y estaba muy poco islamizada. En ella se mezclaban cristianos, muladíes o convertidos al Islam e inmigrantes de origen yemení.

En el 825 o el 831, Abd-al-Rahman II fundó la ciudad de Mursiya, que significa la afincada. Reflejo del momento de crisis fue la fortificación de la villa con una muralla de quince metros de altura, reforzada por 95 torres. Hoy solo quedan restos de una de ellas, situados tras el mercado de Verónicas, a la derecha del Palacio de Almudí. No obstante, a la fundación le siguió un periodo de paz durante el cual se extendieron los regadíos de origen romano por el Segura. Estos sistemas serían perfeccionados por los árabes. La ciudad desplazó así a Orihuela, convirtiéndose en la capital política y económica de la Cora de Tudmir.

En la segunda mitad del siglo XI Murcia se independizó del califato. Se formaría un nuevo reino o taifa bajo el mando de Abu Abd al-Rahman Ibn Tahir. Más tarde sería anexionada por el famoso rey Al-Mutamid de Sevilla. Sin embargo, la gestión de Murcia por parte de su visir Ibn Ammar fue causa de enfrentamiento entre ambos.

En el año 1147, Ibn Mardanis, a quien por su astucia llamaban “El rey Lobo”, se convirtió en su monarca de Murcia capital. Lo hizo apoyado por numerosos soldados cristianos. Ibn Mardanis creó en el suroeste peninsular un reino próspero, tanto cultural como económicamente. Además, los regadíos tuvieron todavía un mayor desarrollo. Durante el 1165 las citadas murallas de Murcia ciudad preservaron al derrotado ejército del “Rey Lobo” frente a sus enemigos los almohades. A pesar de la protección, estos volverían a conquistar Murcia en 1172.

Que ver en Murcia
Plaza de San Pedro (Foto J. Laurent)

Después de la Batalla de la Navas de Tolosa (1212), los musulmanes del antiguo territorio de Murcia se vieron amenazados por los castellanos. Estos habían conquistado el territorio vecino de Albacete. También tenían la presión del emir de Granada, que trataba de expandirse hacia el este de Murcia. Coincidiendo con un periodo de debilidad de los Omeyas, en 1228 un notable de Ricote, llamado Aben Hud, se sublevó y conquistó Murcia. Además atacó el resto de los territorios musulmanes de Levante y el sur de Al-Andalus. Abed Hud fue asesinado una década después. De esta manera dio comienzo, en 1238, a un nuevo periodo de inestabilidad motivado por la ausencia de liderazgo entre los musulmanes.

Finalmente el Tratado de Alcaraz (1243) convertiría el reino de Murcia en un protectorado del rey castellano Alfonso X. Sus principales localidades serían protegidas por tropas castellanas. Poco más tarde, corría el 1266, se produjo una sublevación mora, en la que intervino el rey Jaime I de Aragón, que acabaría sofocando la rebelión. Repobló la ciudad con diez mil aragoneses y se la entregó a su yerno, el rey de Castilla. Alfonso X el Sabio querría tanto a esta villa que ordenó que su corazón se sepultara en la capilla mayor de la catedral murciana.

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1520 contempló cómo Murcia capital apoyaba el levantamiento comunero. La expulsión de los moriscos de España, en 1613, fue impulsada por el monarca Felipe III. Esto ocasionó un duro golpe a la producción de seda, uno de los negocios más pujantes de la ciudad.

Pasaron los años, hasta el siglo XVIII, cuando se produjo un extraordinario desarrollo agrícola que recuperaría el negocio de la seda. Todo culminaría con la inauguración, en 1770, de la Real Fábrica de Hilar Sedas a la Piamontesa. Esta boyante coyuntura económica permitiría también el desarrollo de las artes y el urbanismo de la ciudad, siguiendo el estilo barroco.

El río Segura, que atraviesa la ciudad, es famoso por sus crecidas. Durante la Edad Moderna tuvieron lugar dos desbordamientos especialmente traumáticos. Por otro lado, en la Guerra de la Independencia los gobernantes de Murcia ciudad se opusieron desde un principio a los franceses. En 1810 la población fue saqueada y, dos años después, se volvió a ocupar por las tropas del país vecino. En 1833 fue declarada capital de la recién creada provincia de Murcia. Unos años después, en 1873, se unió a los intentos secesionistas del Cantón Murciano que serían reprimidos poco después.

A continuación os mostraremos los mejores lugares que ver en Murcia capital.

Pasear por la capital de la Huerta de Europa es dejarse atrapar por la luz, la vegetación, el calor y el olor a azahar de una población mediterránea. También es sumergirse en el maremagnum de culturas que la habitaron y que permiten acercarnos a la historia de esta ciudad milenaria. Dos sensaciones que salpican todo lo que ver en Murcia capital.

A su paso por el lugar, el río Segura está atravesado por varios puentes, entre los que destaca el Puente Viejo o de Piedra. Este alberga el retablo neoclásico de la Virgen de los Peligros (s. XIX) en uno de sus lados. Es una de las obras más bonitas que ver en Murcia capital. Desde el puente se aprecia una bonita panorámica de la ciudad, con el Jardín Botánico hacia un lado. Por el otro, se ven las fachadas del Ayuntamiento y el Palacio Episcopal en la glorieta de España por el otro.

Un enclave proclive para empezar la visita de los lugares que ver en Murcia capital por este puente. Conduce directamente a la plaza Martínez Tornell y a la Gran Vía Escultor Salzillo. Se trata de la médula espinal de la ciudad, que divide el casco histórico en dos partes. A partir de esta plaza hay dos recorridos posibles, orientados hacia uno y otro lado de la Gran Vía.

El primer itinerario que ver en Murcia capital comienza tomando las vías Maestre y Patricio, que conducen hasta la plaza del Cardenal Belluga. Está rodeada de un conjunto arquitectónico de gran valor estético, conformado por la catedral, el palacio episcopal y el ayuntamiento. La rojiza fachada septentrional del Palacio Episcopal (1748-1768) cuenta con un patio churrigueresco. El edificio mira a la plaza mientras la fachada principal, rococó, se asoma a la glorieta de España. Esta última es conocida por su forma como “El Martillo” y servía de mirador al abad. Dichas características lo han convertido en uno de los sitios más populares que ver en Murcia capital.

También de cara a la plaza de la catedral se halla el moderno Edificio Moneo (1998). Es una ampliación del Ayuntamiento que cuenta con numerosos admiradores. Sin embargo, también hay muchos detractores que consideran que la plaza barroca no es el mejor entorno para la ubicación de este inmueble. Junto al moderno edificio se encuentra la Casa Consistorial de la ciudad, de fachada clásica. Este espacio arquitectónico es uno de los más visitados en la ciudad de Murcia.

El edificio de la plaza del Cardenal Belluga que más acapara la atención es la Catedral de Santa María. Tras la conquista de Jaime I de Aragón, en 1266, la antigua aljama mayor se trasformó en sede episcopal cristiana. De ella se mantuvo más o menos la estructura hasta el siglo XIV. En 1388 se iniciaron las obras del conjunto por el claustro. El 22 de enero de 1394, el obispo don Fernando de la Pedrosa puso la primera piedra del nuevo templo.

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La estructura de la catedral es de tres naves con un ábside de siete lados y un crucero poco marcado. La cabecera cuenta además con deambulatorio y capillas absidiales, que con las adosadas a las naves laterales hacen un total de veintitrés. Todo el conjunto, uno de los más impresionantes que ver en Murcia capital, es un cúmulo de estilos arquitectónicos. Entre ellos brillan especialmente el gótico, renacentista y barroco.

Que ver en Murcia
Catedral Iglesia de Santa María

La catedral cuenta con varias puertas de acceso, entre ellas las portadas laterales de los Apóstoles y de las Cadenas. Pero, la más interesante es la ornamentada Fachada Principal (1736-1754). Está orientada hacia la plaza del Cardenal Belluga, en la que se encuentra la Puerta del Perdón. La fachada recuerda a un retablo al aire libre, de dos alturas y tres calles separadas por columnas de orden corintio.

Del templo sobresale también su Campanario, dotado de veintisiete campanas. Con sus 93 metros, 98 con la veleta, es el segundo más alto de España tras la Giralda de Sevilla. Muestra una mezcla de estilos arquitectónicos. Los dos primeros cuerpos son renacentistas. El tercero, barroco, está formado por cuatro templetes, llamados conjuratorios. Mientras tanto, el cuarto es el cuerpo del campanario, rococó del siglo XVII-XVIII. Finalmente, el remate octogonal es de Ventura Rodríguez, de formas neoclásicas.

El interior del templo es mayoritariamente gótico y en él destacan el coro, la sacristía, el presbiterio y la Capilla de los Vélez. El Coro, en el centro de la nave principal, cuenta con una sillería plateresca de rica talla, que procede del convento de San Martín de Valdeiglesias. Sin duda, otro de los tesoros que ver en Murcia capital.

La Sacristía, de planta cuadrada ubicada bajo la torre, se cubre con una bóveda renacentista orlada de flores y hojas. De claro origen italiano, se inspira en la de San Lorenzo de Florencia, diseñada por Brunelleschi. Está precedida por una antesacristía, cuya portada plateresca fue proyectada en 1531 por Jerónimo Quijano en forma de arco triunfal. El Presbiterio alberga uno de los detalles más curiosos que ver en Murcia. En él se encuentra la urna con el corazón y las entrañas de rey Alfonso X el Sabio.

En cuanto a la Capilla de los Vélez (1507), es una joya del arte gótico y la más importante de las capillas de la catedral de Murcia. Junto a ella, la Capilla del Junterón (1525), son el mejor ejemplo del renacimiento murciano. La capilla de los Vélez se sitúa tras el altar mayor. Comenzó a construirse hacia 1490 por el adelantado del reino de Murcia, Juan Chacón. Sería terminada 17 años después por su hijo Pedro Fajardo, primer marqués de los Vélez. Es un espacio poligonal con una explosión decorativa vegetal y figurativa. Está coronada con una bóveda estrellada de diez puntas. Al exterior, dispone de cadenas que abrazan los lados del polígono. La catedral cuenta también con un renovado Museo Catedralicio en el edificio que antaño fue claustro. Se ha convertido en uno de los atractivos que ver en Murcia.

Frente a la Puerta de las Cadenas, nace la vía peatonal de Trapería, una de las calles más emblemáticas que ver en Murcia capital. Fue trazada tras la reconquista sobre el zoco árabe y en ella se pueden admirar varios edificios interesantes. Entre ellos, el Casino, de ecléctica fachada y con un interior que aúna diferentes estilos. Dispone de un patio árabe inspirado en los salones reales de La Alhambra y un patio romano-pompeyano. También acoge una maravillosa biblioteca inglesa con más de 20.000 volúmenes y un salón de baile neobarroco, entre otras estancias.

Pero sigue habiendo bastante mas que ver en Murcia capital. Al final de la calle de Trapería queda la Plaza de Santo Domingo. Construida en 1547, es el espacio público más querido. En ella se ubican varios templos. La Iglesia de Santo Domingo (s. XVIII) es una de ellas. Tiene una capilla del Rosario, decorada con frescos de Mateo Gilarte en 1655. También allí se yergue la Iglesia Conventual de Santa Ana, fundada en 1490. En ella venden la mejor repostería de Murcia capital. Cerca, está la Casa Cerdá, de estilo neoclásico, rematada con un templete.

Otro de los edificios de esta plaza es el Monasterio de Santa Clara La Real, barroco. El espacio se sitúa sobre los restos de viviendas islámicas de los siglos XII y XIII. Se trata del primer convento de la ciudad de Murcia, fundado por el propio rey Alfonso X el Sabio. No lejos del monasterio se halla el Museo Arqueológico. Dicho espacio muestra en su exposición elementos de arqueología de Murcia desde el Neolítico hasta la Edad Media.

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Plaza La Glorieta

Si desde la plaza de Santo Domingo se toma la calle Merced se alcanza la Iglesia de La Merced (s. XVI, reformada en el XVIII). Su portada churrigueresca se complementa con un interesante retablo mayor. A su lado se alza la Universidad, construida a un lado del claustro del convento.

Siguiendo con los lugares interesantes que ver en Murcia capital, es inevitable hablar del Museo de las Bellas Artes. El lugar dispone de colecciones renacentistas en la primera planta. Mientras tanto, en la segunda se encuentran obras de pintores murcianos del XVIII, así como de Zurbarán, Ribera y Murillo. Para terminar, en el tercer piso se muestran pinturas regionales del siglo XIX.

La segunda propuesta para recorrer los lugares que hay que ver en Murcia capital parte de la plaza Martínez Tornell hacia el otro lado de la Gran Vía. Arranca a la vera del río Segura, hacia el Jardín Botánico. El espacio está protegido por el malecón, un muro de contención levantado en el siglo XV para frenar las riadas del Segura. Desde aquí es bueno acercarse a la Iglesia de Verónicas (s. XVIII), transformada en sede de exposiciones temporales, y al bullicioso Mercado del mismo nombre.

La ruta continúa por las características plazas que ver en Murcia ciudad: la de San Pedro, la de las Flores y la de Santa Catalina. En la última, una de las más importantes, se alzan la Iglesia de Santa Catalina. Esta guarda una imagen de la santa, obra de Salzillo. Esto es sinónimo de que es algo obligado que ver en Murcia capital. También allí se sitúa el Museo Ramón Gaya, que expone la obra de este destacado pintor murciano del siglo XX.

A continuación una buena opción es volver hacia la Gran Vía por la calle Platería y continuar por ella hasta su cruce con la vía Acisclo Díaz. En esta última, destaca la Iglesia de San Miguel y el templo y Palacio de San Esteban, antiguo colegio de la Compañía de Jesús. Hoy, es sede del Gobierno regional. La que fuera su iglesia, de portada plateresca y nave interior con bóvedas góticas, es ahora sala de exposiciones.

Acisclo Díaz se prolonga hasta la plaza Agustinas, en el Convento de Agustinas, con varias imágenes barrocas importantes. Además, está el Museo de la Ciudad, en el que se hace un recorrido por la historia, el arte y la etnografía de Murcia capital. Tomando la calle San Andrés queda el Museo Salzillo, donde se reúnen las obras más interesantes del escultor barroco. A partir de aquí, lo ideal es callejear por la zona para conocer los templos y plazas que ver en Murcia capital, como el de San Nicolás o la Plaza Mayor. Nos dejaremos atrapar por el aire de ciudad mediterránea y la mezcla de culturas de la capital murciana.

La capital de Murcia cuenta además con otros museos de interés. Al otro lado del río Segura, cruzando el Puente Viejo, encontramos al Museo Hidráulico Molinos del Río Segura. Tiene una interesante exposición de la historia y técnica de los molinos de agua desde la Edad Media hasta la segunda mitad del siglo XX. El Museo de la Ciencia y el Agua es otro de los que hay que ver en Murcia ciudad. Es un centro interactivo y didáctico que pretende explicar los elementos y las fuerzas de la naturaleza. Incluye una sala dedicada al agua y un planetario escolar. Por último, el Museo Archicofradía de la Sangre dispone de la obra escultórica pasionaria de destacados escultores de los siglos XVII al XX.

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Datos prácticos

Coordenadas

37° 59′ 10″ N, 1° 7′ 49″ W

Distancias

Alicante 78 km, Albacete 150 km, Valencia 226 km, Almería 223 km, Madrid 401 km.

Aparcamiento

Glorieta de España, Jardín La Fama, Plaza de Europa y Plaza de La Universidad.

Altitud

43 m.

Habitantes

438 246 (2013).

Las festividades principales que ver en Murcia capital son: La Semana Santa (de Interés Turístico Internacional).

He aquí otros eventos que ver en Murcia capital: El Bando de la Huerta, El Entierro de la Sardina (de Interés Turístico Nacional).

Alfarería, confección artesana del cuero y la piel, confección artesanal de la seda. En el Centro de Artesanía de Murcia encontrarás toda clase de productos elaborados por artesanos de la región.

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