fbpx

Las mejores escapadas cerca de Albacete

Las mejores escapadas cerca de Albacete

Albacete no es una ciudad con grandes monumentos, pero esconde rincones únicos. Ahí están el pasaje acristalado de Lodares, hermano pequeño de galerías europeas decimonónicas mucho más famosas, o la modernista Casa del Hortelano, convertida en el Museo de la Cuchillería. Pero más allá de todo lo que hay que hacer en Albacete ciudad, hay un sinfín de lugares mágicos que se pueden visitar en un solo día. Estas son algunas de las mejores escapadas cerca de Albacete.

Planes en los alrededores de Albacete que no hay que perderse

La belleza del Parque Natural Los Calares del Mundo y de la Sima

Nacimiento del Río Mundo
Nacimiento del Río Mundo. | Shutterstock

En la sierra del Segura, a poco más de hora y media de Albacete, el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima es un espectáculo para los sentidos. En él se suceden paisajes dominados por imponentes cañones, formaciones kársticas, cuevas dolinas y cascadas. La más espectacular es la que forma el Río Mundo poco después de su nacimiento, cuando se precipita desde la Cueva de los Chorros, a un centenar de metros de altura. Si la visita coincide con el reventón, cuando su caudal se multiplica por las lluvias, la imagen de esa caída es sobrecogedora.

La subida al nacimiento del Río Mundo no es larga, apenas dos horas ida y vuelta, así que se puede estirar un poco la excursión para visitar dos de los pueblos más bonitos de Albacete. El primero es Riópar, una pequeña localidad de aires medievales que sirve de puerta de entrada al parque natural. El segundo es Yeste, donde se encuentra el centro de interpretación de ese espacio natural y donde es posible disfrutar de unas vistas magníficas de los paisajes que lo rodean y de uno de los castillos más bellos de la provincia.

Una ruta de película desde Ayna

Ayna
Ayna. | Shutterstock

Ayna es un pueblo de cine en todos los sentidos. En el más literal porque en él se rodó buena parte de la película Amanece que no es poco, de José Luis Cerdá. Y en el más figurado porque la suya es una de esas postales que parecen casi imposibles. Esta ‘Suiza manchega’ se encarama en forma de escalera a una de las gargantas más profundas del Río Mundo. Para no perderse detalle se pueden seguir dos rutas bien distintas, de las cuales una recorre los escenarios de la película y la otra lleva por varios miradores que cortan la respiración.

Ayna está a una hora de Albacete. Si hay tiempo, merece la pena prolongar un poco más la ruta para llegar a Bogarra. Es una pequeña localidad rodeada montañas, arroyos y bosques en los que se descubre una ruta muy especial: la de las esculturas. Es una ruta en la que arte y naturaleza se confunden a través de decenas de obras que artistas muy diferentes han tallado en piedra y madera.

Alcaraz y su impresionante patrimonio artístico

Alcaraz
Alcaraz. | Shutterstock

Alcaraz es una de las localidades que hay que ver en Albacete sin excepción. Su casco histórico alberga un impresionante patrimonio monumental, sobre todo medieval y renacentista. La Plaza Mayor, la Iglesia de la Santísima Trinidad con sus dos torres, la Torre del Tardón, el ayuntamiento, las tres lonjas y un buen número de casas blasonadas son solo algunos de sus tesoros.

Visitar esta localidad, que está a poco más de una hora de Albacete, no es solo un buen plan para los amantes del arte; también lo es para quienes buscan el contacto con la naturaleza o descargar un poco de adrenalina al aire libre. La Sierra de Alcaraz ofrece la posibilidad de disfrutar de un sinfín de rutas para recorrer a pie, en bici o a caballo. Para espíritus algo más aventureros, el abanico de actividades de turismo activo incluye desde vías ferratas a escalada o espeleología.

Alcalá del Júcar, uno de los pueblos más bonitos de España

Alcalá del Júcar
Alcalá del Júcar. | Shutterstock

El Río Júcar abraza a una localidad que nos ofrece una de esas postales que son difíciles de olvidar. Fachadas blancas visten una ladera que va a morir a una hoz del río. Y decimos vestir porque lo que muchas de esas fachadas esconden son cuevas. Un puente romano que da la bienvenida al visitante, un castillo de origen árabe y un paisaje espectacular son también señas de identidad de uno de los pueblos más bonitos de España.

Cincuenta kilómetros separan Albacete de Alcalá del Júcar, lo que permite prolongar un poco la escapada. Se trata de seguir la hoz de este río para disfrutar de una sucesión de paisajes a veces sorprendentes por sus contrastes. La ruta está salpicada de miradores como el que ofrece una vista espectacular de Jorquera, un pueblo que desafía al abismo y se asoma a un meandro del río desde lo alto de un precipicio. Si hay ganas de aventura, es una zona perfecta para practicar barranquismo.

Un lugar único: el Pitón Volcánico de Cancarix

Volcán de Cancarix
Volcán de Cancarix. | Shutterstock

En la península hay infinidad de lugares en los que seguir una actividad volcánica ya extinta. Pero solo en uno es posible contemplar la chimenea de un volcán descubierta por la erosión. Es el Monumento Natural Pitón Volcánico de Cancarix. Dos rutas permiten descubrir los secretos de este antiguo volcán, y una de ellas lleva a la cima. Son cuatro kilómetros de ascensión, pero la recompensa es coronar uno de los lugares más excepcionales de España y disfrutar de unas fantásticas vistas.

Cancarix está a cincuenta minutos en coche desde la capital albaceteña y a solo quince de Hellín. Una excusa perfecta para completar una de las escapadas desde Albacete más interesantes. Lo es porque Hellín propone al visitante un auténtico viaje en el tiempo. Comienza en el Parque Arqueológico Tolmo de Minateda, con restos de la Edad de Bronce y de la época romana, y continúa por un casco histórico de trazado árabe, pero con interesantes construcciones de épocas muy posteriores. Y todo ello sin olvidar su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional y Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Un viaje a las estrellas desde Liétor

Liétor
Liétor. | Shutterstock

En noches claras parece que las estrellas casi se pueden alcanzar con la mano. Liétor, junto con algunos otros municipios de la Sierra del Segura, es un Destino Starlight. Aquí la contaminación lumínica no existe, de hecho ni siquiera hay que alejarse demasiado de sus calles para poder observar las estrellas. Para los menos entendidos, un mirador con un panel explicativo ayuda a localizar esas constelaciones que tantos misterios parecen ocultar.

Pero no hay que esperar al ocaso para acercarse a Liétor desde Albacete. El viaje dura menos de una hora y permite disfrutar de la belleza de otro de esos pueblos que se asoman a la hoz del Río Mundo desde lo alto de un peñasco. Hay que adentrarse en él para descubrir los maravillosos murales del siglo XVIII que decoran la ermita de Belén o para visitar el antiguo Convento de los Carmelitas Descalzos, en cuya cripta reposan los restos momificados de antiguos moradores.

Avistamiento de aves en la Laguna de Pétrola

Laguna de Pétrola
Laguna de Pétrola. | Shutterstock

Albacete está lejos del mar, pero a solo media hora podemos visitar un espacio natural donde el agua es salada. No es una zona precisamente para el baño, sino para observar un ecosistema singular, un humedal que es hogar de un buen número de especies de aves, entre ellas garzas, anátidas o flamencos. La Laguna de Pétrola es por ello una visita más que recomendable para los amantes del turismo ornitológico, sobre todo en primavera. Y desde ella, los atardeceres son sencillamente espectaculares.

Un paraíso acuático: las Lagunas de Ruidera

Lagunas de Ruidera
Lagunas de Ruidera. | Shutterstock

Las Lagunas de Ruidera seducen desde el momento en el que la vista se posa en ellas. Es un espectáculo visual de aguas de un profundo color turquesa y de cascadas que conectan unas con otras. En definitiva, un pequeño paraíso para los amantes de los deportes acuáticos, del buceo o de quienes solo buscan un lugar para huir de los sofocantes días veraniegos de La Mancha y darse un pequeño chapuzón.

Pero en las Lagunas de Ruidera no todo es agua. Sus senderos llevan a descubrir rincones como la Cueva de Montesinos, un buen lugar para iniciarse en la espeleología o para sumergirse en una experiencia quijotesca, puesto que es uno de los escenarios de las aventuras del ingenioso hidalgo. Otro lugar fascinante es la Quebrada del Toro, una profunda grieta de origen sísmico y 400 metros de longitud que se recorre a través de pasarelas de madera.

Un viaje a la Edad Media

Castillo de Alarcón
Castillo de Alarcón. | Shutterstock

Testigos mudos de la historia son los castillos que salpican toda la provincia. Para cualquier amante de la historia y de la arquitectura militar, la lista de construcciones defensivas que visitar en Albacete es agotadora. La de Almansa es una de las fortalezas más espectaculares y también mejor conservadas. Desde ella se contempla una vista espectacular de unas tierras en las que se libraron grandes batallas. Y no hay que irse sin dar un paseo por su centro histórico y probar sus renombrados vinos con denominación de origen.

Si aún quedan ganas de más, a poco más de una hora de Albacete, pero ya en territorio de Cuenca, se pueden visitar dos castillos también espectaculares. El primero es el de Alarcón, que domina el paisaje desde un promontorio con el Río Júcar a sus pies. El segundo es el de Belmonte, escenario de torneos nacionales e internacionales de combate medieval.

Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España.