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Qué ver en Covadonga, el gran santuario de Asturias

Qué ver en Covadonga, el gran santuario de Asturias

Un angosto valle anticipa el espectacular paraje del santuario de la Virgen de Covadonga, dibujado entre crestas de roca caliza y rodeado de bosques, en el considerado corazón de Asturias. Este histórico lugar se encuentra en pleno Parque Nacional de los Picos de Europa. En sus alrededores sucedieron importantes episodios que dieron iniciado a la llamada Reconquista cristiana. Por la historia empezamos, porque para entender los rincones que hay que ver en Covadonga primero hay que conocer su pasado. 

Un poco de historia de Covadonga

Santuario de Covadonga
Santuario de Covadonga. | Shutterstock

Covadonga ya era un lugar de culto antes de que llegaran los cristianos. Sin embargo, su exuberante naturaleza se vería magnificada con los sucesos que tuvieron lugar en el siglo VIII, tradicionalmente asociados a la Reconquista. En realidad, no se sabe con exactitud lo que ocurrió en la célebre batalla de Covadonga. De hecho, los primeros escritos del relato datan del tiempo de Alfonso III el Magno, rey de Asturias desde 866 hasta el año 910. Es decir, dos siglos después del acontecimiento.

El monarca ordenó la elaboración de las Crónicas Asturianas, donde se detallan las historias de sus predecesores, y lo que narran la Crónica Albeldense y la Crónica de Alfonso II es que en Covadonga se desarrolló con éxito la primera ofensiva de los cristianos. Casi nada se sabe de la dimensión real de la contienda, pero sí que dio origen a una dinastía que pasó de ser un simple foco de resistencia en las montañas a un auténtico reino.

Santuario de Covadonga
La Santina. | Shutterstock

La tradición señala que la investidura de Don Pelayo se realizó en un lugar muy próximo al santuario. Este enigmático acontecimiento se convirtió en un hecho legendario también en fechas muy tempranas. Su significado actual se debe, de nuevo, a Alfonso III. Él fue quien convirtió el estandarte que enarbolara Pelayo en la batalla de Covadonga en todo un símbolo monárquico asturiano. Hablamos de la Cruz de la Victoria, que data del año 908 y que hoy en día está custodiada en la Cámara Santa de la catedral de Oviedo.

En la actualidad el misticismo de La Santina, la Virgen de Covadonga, se conserva intacto. Asociada de manera ineludible al Principado de Asturias, es un popular destino de peregrinaje al que se acercan devotos y curiosos cada año. Tiene en el 8 de septiembre, el Día de Asturias, su gran celebración.

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Qué ver en Covadonga

Cueva de Covadonga con la basílica al fondo
Cueva de Covadonga con la basílica al fondo. | Shutterstock

El santuario de Covadonga forma parte del concejo de Cangas de Onís. El origen del espacio natural se halla en otro creado en 1918 con el nombre de Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. El conjunto montañoso se configuró hace trescientos millones de años. Enclavado en plena Cordillera Cantábrica, pertenece a las comunidades de Castilla y León, Cantabria y el Principado de Asturias. Este monumento natural es uno de esos lugares que, más que ver en Covadonga, hay que disfrutar.

El rincón principal que ver en Covadonga es la imagen de La Santina y la cueva que la protege. Alzado en el lugar donde se apareció la Virgen a los rebeldes cristianos, la oquedad se conoce como Gruta de Covadonga. El espacio cuenta con un complejo de construcciones. La más antigua es la clasicista colegiata de San Fernando, del siglo XVII, pero la más notable y monumental es la basílica de Covadonga.

El acceso a la Santa Cueva se efectúa a través de una empinada escalera. También existe un paso en la roca mediante el que se va directamente hasta la gruta. En ese recorrido se pueden observar los sepulcros que contienen los restos de don Pelayo, su mujer y su hermana, así como el de Alfonso I, trasladados desde la iglesia de Santa Eulalia de Abamia. Algunos peregrinos muy devotos aún ascienden de rodillas el desgastado centenar de peldaños de la enrocada escalera como penitencia.

El modesto templo que custodia actualmente la imagen de la Virgen de Covadonga es posterior a la Guerra Civil, pues el anterior desapareció durante el conflicto. Esta antigua estructura fue diseño del erudito local Roberto Frassinelli, el “alemán de Corao”. En 1874, Frassinelli concibió una colorista e historicista construcción de madera que en parte costeó su promotor, el obispo de Oviedo Benito Sanz y Forés. Anteriormente este espacio era conocido como “el Milagro de Covadonga”. Solo había una endeble estructura de madera volada, que según la leyenda había sido construida por ángeles. Se trataba prácticamente de un templo en el aire. Un accidental incendio arrasó la vieja estructura.

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Posteriormente el renombrado arquitecto Ventura Rodríguez propuso un plan de reconstrucción. Este pretendía incorporar la propia cueva a un gran santuario que rindiera tributo a la Nación Española. Contaba con el beneplácito del Conde de Campomanes y del monarca ilustrado Carlos III. De aquel proyecto de 1779 solamente se hizo el cuerpo, que servía de base justo al pie de la cueva. Tras el dramático fuego de 1777, el Cabildo de la Catedral de Oviedo entregó su imagen de la Virgen de Covadonga al santuario. Es la más antigua de las que se conservan actualmente. De esta manera se dio por perdida la talla medieval. Más tarde, durante la guerra de 1936, la escultura llegó a estar exiliada en la embajada de España en París.

Basílica de Covadonga
Basílica de Covadonga. | Shutterstock

Abandonado el proyecto clasicista, hacia finales del siglo XIX, el arquitecto Federico Aparici y Soriano consiguió culminar una de sus obras más destacadas. Se trata de una iglesia de tres naves, con dos grandes torres en la fachada principal y dotada de crucero. Este edificio que ver en Covadonga se caracteriza por su estilo historicista neorrománico y su inspiración francesa. El nuevo templo de la Virgen de Covadonga, fue inaugurado el año 1901. Poco después el pontífice León XIII lo elevó a la categoría de Basílica. El Santuario fue visitado por el Papa Juan Pablo II en 1989.

Junto a la cascada de agua que brota desde el Santuario, destaca la fuente de los Siete Caños. Este hito que ver en Covadonga hace gala de milagrosas propiedades, pues se cuenta que asegura el matrimonio en el año venidero a quien bebe de ella.

En el interior de la iglesia que ver en Covadonga destacan dos pinturas. Por un lado, el lienzo de La Anunciación de Vicente Carducho. Por otro, el de la Proclamación de Don Pelayo en Covadonga, firmado por Luis de Madrazo en 1855 y cedido por el Museo Nacional del Prado. El Museo de Covadonga, con elementos locales de gran interés, es otro de los lugares que hay que ver.

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La espiritualidad de Covadonga es consecuencia de la poderosa naturaleza que conforma su entorno. El santuario es un privilegiado punto de partida para disfrutar de la riquísima vida animal y vegetal local. En la flora destacan hayedos, robledales, bosques mixtos y encinares, nogales y tilos. Mientras tanto, en la fauna lo hacen rebecos, corzos, lobos, buitres, ánades, águilas reales, urogallos y osos pardos.

Los alrededores de Covadonga

Los Picos de Europa

Lagos de Covadonga
Lagos de Covadonga. | Shutterstock

Al salir del recinto del santuario se abre una carretera de 12 kilómetros de duro y sinuoso trayecto que llevan directamente al incomparable paraje de los lagos de Covadonga. En el transcurso del camino conviene pararse en el mirador de la Reina, desde el que el visitante puede disfrutar de espectaculares vistas. Al final del recorrido, a 1070 metros de altitud, aparece el lago Enol, sorprendiendo a todos los viajeros con su espectacular imagen. Más arriba, a 1118 metros, se extiende el lago Ercina, un lugar muy cercano al Centro de Recepción de Visitantes Pedro Pidal. Se encuentra en la llamada Buferrera, un área de descanso y aparcamiento sometido a restricciones por las autoridades locales. Es posible acceder a los lagos a través de una línea de transporte regular.

Desde los lagos parten magníficas excursiones de montaña con las que completar una visita a Covadonga. Existe, por ejemplo, la opción de subir a Peña Santa, a 2479 metros de altura. También  la posibilidad de acercarse al mirador de Ordiales, a 1681 metros, o a la Vega de Ario, a 1610 metros. El Sendero Histórico GR-1 une las localidades de Ampurias, en Girona, y Finisterre, en A Coruña, pasando por la zona de Covadonga. Se trata de un itinerario salpicado de calzadas romanas, reales cañadas, viejos caminos mercantes y secretas veredas por las que los maquis vagaron durante los primeros años de posguerra.

Otras excursiones

Cangas de Onís
Cangas de Onís. | Shutterstock

No hay dejar pasar la oportunidad de descubrir Cangas de Onís, localidad considerada la primera capital de Asturias y, con ese título, capital del reino cristiano de la Edad Media. Si uno quiere disfrutar de una escapada más larga, siempre puede visitar Oviedo o Gijón.