Los batidos de frutas son una forma ideal de completar la ingesta diaria de fruta, y además son un desayuno o merienda perfecto, pues recién hechos nos aportan todas las propiedades de las frutas: son ricas en vitaminas, minerales y fibra. Además utilizamos leche o yogur para su elaboración, lo que nos aporta calcio, nutriente muy importante para el buen desarrollo y mantenimiento de los huesos. (Usamos yogur si vamos a elaborar batidos de frutas ácidas como limón, naranja… evitando sabores desagradables que podrían aparecer si se prepararan con leche)
La gran cantidad de sabores que se pueden elaborar junto con su colorido, son una excusa perfecta para que los más peques tomen fruta sin que lo noten, y además les encantan! Sobre todo ahora en verano, bien fresquitos…. Además tienen un aporte calórico muy bajo, y más aún si se elaboran con leche desnatada. Con tantas ventajas ¿quién puede resistirse a los batidos de frutas?
Ingredientes de temporada
Sin embargo, es recomendable escoger siempre frutas de temporada, ya que éstas nos ofrecen mayor calidad y un sabor más intenso. Dependiendo de la estación, es más conveniente elegir unas u otras.
En invierno, naranja, plátano, coco, o una combinación de algunos de ellos son opciones perfectas. En primavera hay que aprovechar la llegada de las fresas, que suelen ser una de las frutas favoritas de los niños.
En verano nuestras opciones son mucho más numerosas, destacando los sabores tropicales. La sandía, el melón, el pomelo, el mango o las cerezas son algunas de las frutas más consumidas durante esta época.
Cabe destacar que la mejor opción de consumo es inmediatamente tras la elaboración del batido para que éstos no pierdan todas sus propiedades. Pero si queréis guardar los batidos de frutas en la nevera que sea en un recipiente hermético y consumirlos lo antes posible. ¡Riquísimos!
