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El Sueño de Toledo o cómo estar dentro de una película histórica

Sueño de Toledo

Cae la noche y el parque Puy du Fou España comienza a iluminarse con los colores tenues tan característicos de los atardeceres manchegos. Ha acabado el último espectáculo del día, pero los visitantes que se van son los menos. De hecho, son muchos más los que llegan. Porque desde 2019, cuando se estrenó el espectáculo de El Sueño de Toledo, Puy du Fou España no ha dejado de llenar los 6.000 asientos reservados para el mismo. La voz se ha corrido como lo hiciera la revolución por toda la península tras la invasión francesa y esta representación de la historia de España se ha ganado en apenas tres años la fama que le corresponde.

El Arrabal: música de los 80 en plena Edad Media

Pero antes de que las luces se enciendan y el escenario cobre vida, es la zona del Arrabal la que lo hace. Siempre ha habido poblados y villas a extramuros de las grandes ciudades. Hoy es este lugar inspirado en la estética del siglo XIII, a las afueras de Puebla Real, el que da la bienvenida a los viajeros que acuden raudos ya sea a pasar el día en el resto de las villas, ya sea para disfrutar de la representación nocturna.

Así, cuando el sol se esconde, lo primero que se escucha al pasar a las instalaciones es el ajetreo de los posaderos y sus clientes. Olores de carne y leña en el restaurante El Hogar del Leñador o estampas de colores en Los Fogones del Tintorero atraen al visitante como la miel a la abeja. Y, para rematar, el ambiente se completa, al menos en esta ocasión, con los acordes musicales de una orquesta que en vez de llevarnos a la Edad Media nos lleva a los años 80. Letras de Radio Futura o Duncan Dhu en los arrabales del siglo XIII. En Puy du Fou todo es posible.

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El Arrabal
Aldea de El Arrabal en el parque de Puy du Fou. | Puy du Fou España

Tras llenar el gaznate y mover un poco el esqueleto llega el momento más esperado del día: el espectáculo va a comenzar. Para algunos visitantes El Sueño de Toledo es la guinda del pastel después de todo un día de emociones. Otros tan solo han acudido para ver esta representación. Porque ambas opciones son posibles: adquirir la entrada completa del parque y el espectáculo o tan solo acudir a este último. Eso sí, si el turista no desea ver el cartel colgado de “completo”, usado muy a menudo, es mejor que se anticipe a comprar con tiempo las entradas.

Comienza el espectáculo

La mayoría de los asientos ya están ocupados. Por megafonía anuncian que el espectáculo va a comenzar: no está permitido hacer ni fotos ni vídeos. Una oportunidad de desconectar completamente del mundo de carne y hueso. Las luces se apagan y en el oeste aún se ve el resplandor del atardecer. De frente, cara al público, se extiende un escenario al aire libre de dimensiones colosales: una Toledo en miniatura a las orillas de un lago que, imaginamos, representa al Tajo. Comienza la función.

Sueño de Toledo
Representación de El Sueño de Toledo. | Puy du Fou España

Por el camino de tierra, en primer plano, por delante del lago y la maqueta de Toledo, aparece un anciano. Camina junto a su burro mientras su voz suena en los altavoces. Es el viejo Azacán, un personaje que representa un oficio ya casi olvidado: subir el agua desde el Tajo hasta la ciudad. En las alforjas de su burro, fiel compañero, el anciano lleva además la historia de España para contársela a quien quiera escucharla. Mientras, una joven lavandera, María del Sagrario, hace sus labores a las orillas del Tajo. Cuando ambos personajes se encuentran, el Azacán revive la historia de España con la ciudad de Toledo como escenario de fondo.

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El Sueño de Toledo: vivir una historia que no deja de cambiar

A través de esta premisa se vertebra toda la estructura de El Sueño de Toledo. Azacán se remonta entonces al siglo VI, tiempo de los godos, cuando el rey Recadero I gobernaba su reino. “Esta noche hay Concilio en Toledo”, señala el Azacán. Por la derecha, en el mismo camino de tierra por el que había salido el anciano, aparecen, imponentes, una ristra de jinetes encabezados por Recadero, al que se reconoce por su corona. Por la izquierda, sale el clero. Representan el III Concilio de Toledo, cuando el monarca llevó a cabo la unificación religiosa entre visigodos e hispanorromanos.

A partir de aquí el espectáculo avanza en el tiempo por los hitos más importantes de la historia de la actual capital castellanomanchega, pasando por el periodo de dominación musulmana, la llegada de Alfonso VI, la construcción de la Catedral de Toledo, la llegada de Colón a América o la Guerra de la Independencia, hasta llegar a la Guerra Civil Española. Porque, como dice el viejo Azacán, los lugares no desaparecen, solo cambian.

El Sueño de Toledo
Final de la representación de El Sueño de Toledo. | Puy du Fou España

Pero lo más espectacular de El Sueño de Toledo no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. Porque se hace de una forma muy especial, como probablemente el visitante no haya visto nunca. Batallas de caballos y, en los tejados de la ciudad, fuego. Un hombre que salta al río literalmente prendido en llamas, un barco que emerge del agua, cañones y fuegos artificiales… La historia de España nunca había parecido tan emocionante, tanto, que al terminar queremos saber más. Queremos saberlo todo.

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Porque la esencia de El Sueño de Toledo, de todos los espectáculos de Puy du Fou, es precisamente esa. A través de una escenografía sin igual, se busca llegar al espectador, no solo emocionarle, sino enseñarle un punto de partida, darle un hilo del que tirar para que él descubra por sí mismo una historia que nos explica de dónde venimos y por qué nuestro país es hoy como es.

Artículo realizado en colaboración con Puy du Fou España.