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Roscos de viento, el toque que endulza cualquier comida

Roscos de viento

Bizcochos, tartas tradicionales como la de San Marcos o rosquillas de toda la vida son los postres que más triunfan en las comidas familiares. Sin embargo, después de un buen cordero o una buena paella, no suele haber mucho sitio en el estómago. Estos roscos de viento solucionan ese problema, un toque dulce pero elegante, muy aireado y perfecto para acompañar al café.  Se trata de una pasta choux horneada y bañada en un poco de almíbar, lo que les da el punto justo de dulce.

Ingredientes para unas 25 unidades

Para la pasta choux:

  • 250 ml de agua
  • 1 pizca de sal
  • ½ cucharada de azúcar
  • 100 g de mantequilla
  • 150 g de harina
  • 4 huevos

Para el almíbar:

  • 100 g azúcar
  • 100 ml agua
  • 1/2 rama canela
Roscos de viento
Roscos de viento | Shutterstock

Preparación de los roscos de viento

  1. En primer lugar, preparar la pasta choux tradicional. Calentar en un cazo a fuego medio-alto el agua junto con la sal, el azúcar y la mantequilla. Cuando esté hirviendo, añadir de golpe toda la harina removiendo constantemente hasta conseguir una masa espesa.
  2. Pasar la masa a un recipiente de cristal y dejar reposar hasta que se enfríe un poco. Ir añadiendo e integrando muy bien un huevo cada vez. Cada vez que se hecha un huevo, la masa parece cortarse. No os preocupéis, es normal. Remover bien hasta conseguir una masa espesa pero ligera y bien lisa, sin ningún tipo de grumo.
  3. Añadir la pasta choux a una manga pastelera para formar roscos sobre una bandeja de horno forrada con papel de hornear. El tamaño depende de los gustos de cada uno, pudiendo hacerlas incluso dobles.
  4. Hornear los roscos de viento a 180ºC durante 20/25 minutos o hasta que se doren al gusto.
  5. Mientras se hornean los roscos de viento, preparamos el almíbar. En un cazo pequeño, añadir el agua, el azúcar y la canela. Calentar a fuego fuerte y dejar cocinar 3 minutos.
  6. Cuando salgan los roscos, dejar enfriar un poco en una rejilla. Pasarlos después por el almíbar y dejarlos sobre la rejilla de nuevo hasta que el almíbar se absorba bien. También se pueden bañar en azúcar después de mojarlos en el almíbar. Estos roscos de viento son perfectos para después de una comida copiosa con un buen café.