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Por qué y cómo se celebra San Isidro, la gran fiesta de Madrid

San Isidro, Por qué y cómo se celebra San Isidro, la gran fiesta de Madrid

San Isidro fue un santo madrileño que nació en el año 1082 y murió en 1172, en la pequeña población que con el tiempo pasaría a convertirse en capital de España. Dada su actividad como agricultor y pocero, con un gran don para localizar aguas subterráneas, este santo es festejado en el medio rural de todo el país como patrón de los labradores cada 15 de mayo, cuando se celebran las Fiestas de San Isidro en Madrid.

Un poco de historia de San Isidro10

Pradera de San Isidro
Pradera de San Isidro. | Shutterstock

Isidro de Merlo y Quintana, como así se llamaba, se casó con María Toribia, posteriormente Santa María de la Cabeza, mujer que procedía de Uceda, Guadalajara. La conoció en la localidad madrileña de Torrelaguna, a donde el santo huyó tras la llegada de los almorávides. Los asedios almorávides hicieron que la pareja huyese a Caraquiz, aldea cercana a Uceda, donde ella cuidó de la ermita de Nuestra Señora de la Piedad mientras él labraba las tierras. Retornaron en 1119 a Madrid, para vivir en una casa cercana a la iglesia de San Andrés.

Los milagros de San Isidro

La relación de Isidro con el agua es extensa y estrecha. Incluso su mujer tuvo experiencias a este respecto. Cuenta la leyenda que María soñaba cada noche que la Virgen conseguía cruzar el río Jarama extendiendo su manto sobre las aguas. Algunos de los manantiales encontrados por el santo fueron marcados con el tiempo como lugares mágicos, en algún caso milagrosos.

Uno de los más famosos milagros a él atribuidos señala que, gracias a su oración, crecieron las aguas de un pozo en el que se encontraba atrapado su único hijo, San Illán, logrando así salir con vida. El pozo se encuentra en la que fue casa de Juan de Vargas, amo de Isidro, actual Museo de los Orígenes. Se lo conocía como Museo de San Isidro hasta el año 2007. El milagro más popular, sin embargo, es el que afirma que los ángeles araban las tierras que tenía que labrar Isidro para que éste se concentrase en la oración.

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Comienza la devoción

Tiempo después de haber fallecido fue cuando comenzó la devoción por Isidro y las procesiones con sus restos mortales para invocar la lluvia. Ya en el siglo XVI se erigió una ermita a las afueras de la ciudad. Fue beatificado siglos más tarde, en el año 1619, fijándose su fiesta el 15 de mayo. Tras su canonización, tres años más tarde, se le buscó nuevo emplazamiento en la capilla de San Isidro. Carlos III, gran devoto, hizo que los restos fueran trasladados al Colegio Imperial y ya justo antes de su muerte solicitó que tanto los de él como los de su mujer pasaran a la cámara real.

La pradera de San Isidro y sus costumbres

Trajes tradicionales asociados a San Isidro
Trajes tradicionales asociados a San Isidro. | Shutterstock

Una pradera situada delante de la ermita de San Isidro, cerca del río Manzanares y en el distrito de Carabanchel, era el lugar en el que los madrileños se reunían para participar de su romería. De su temprana importancia da cuenta el cuadro La pradera de San Isidro que pintó Francisco de Goya en 1788.

Ya desde el siglo XVI era costumbre merendar en este paraje, beber de los manantiales cercanos y adquirir en los múltiples puestos las Rosquillas del Santo, en sus distintas variedades. “Las tontas”, sin recubrimiento alguno, “las listas”, con baño de azúcar. También hay otras, como “las francesas”, “las de la Tía Javiera” y “las de Fuenlabrada”. También eran típicos los “torraos”, las garrapiñadas, las manzanas caramelizadas, los encurtidos y los escabeches. Así como los “chicos”, vasos de vino de Valdepeñas, la clara con limón y las limonadas. También se tenía la costumbre de comprar botijos, coloraos de Alcorcón o amarillos de Ocaña, y los denominados Pitos del Santo, pitos de cristal con flores del mismo material.

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Benito Pérez Galdós, en su obra Mayo y los Isidros, dejó constancia de los numerosos foráneos que se acercaban a Madrid en estas Fiestas de San Isidro, llenándose las calles de la capital de visitantes. Se les empezó a conocer con el mote de “Isidros”.

San Isidro en la actualidad

En honor a San Isidro, los conciertos también llegan a la plaza Mayor
En honor a San Isidro, los conciertos también llegan a la plaza Mayor. | Shutterstock

En la actualidad las celebraciones se reparten durante varios días a lo largo de toda la ciudad, con actividades de todo tipo. Hay exhibiciones de bailes regionales de España, semanas gastronómicas, verbenas de barrio, actos religiosos y deportivos. También se celebra, durante casi un mes, la que está considerada como principal feria taurina del mundo: la feria de San Isidro.

Numerosos madrileños siguen conservando la costumbre de reunirse cada 15 de mayo a comer en la famosa pradera del santo y beber el agua del caño de la ermita. En los accesos y alrededores se ubican numerosos puestos de venta de productos gastronómicos típicos de la cocina y la repostería madrileña. Muchas familias y grupos de amigos se tienden sobre mantas para almorzar las viandas llevadas desde casa. También el popular cocido madrileño, que se elabora en cantidades ingentes en el lugar para ser repartido entre los asistentes. Todo ello en un ambiente de verbena. Es más que típico bailar un chotis con los trajes de siempre: ellos de chulapos y ellas de manolas. Los tiovivos y atracciones hacen las delicias de los niños y el consumo de rosquillas, tontas o listas, sigue siendo toda una tradición.