fbpx

Gernika-Lumo / Último Lunes de Octubre

Último Lunes de Octubre

“Lunes gerniqués, ni golpe des“ viene a decir un dicho popular de Gernika, que celebra uno de los mercados populares más atractivos del País Vasco

El último lunes de octubre más de cien mil visitantes procedentes de los alrededores y de algunas localidades del norte de España llegan a Gernika. Los atrae una feria de productos de la tierra que reúne cerca de trescientos expositores.

Desde tiempo inmemorial, los lunes son el día en que los campesinos (baserritarras) de la comarca de Busturialdea y otros puntos de Bizkaia arriban a la localidad a vender sus productos. El desarrollo de esta jornada de lunes apenas ha variado con el tiempo, salvo por los avances en materia de locomoción y transporte. Ésta quedó así retratada por el primer lehendakari José Antonio de Aguirre y Lecube en su libro De Gernika a Nueva York, pasando por Berlín:

Todos los lunes del año se celebraban en Gernika sus famosas ferias, pintorescas aglomeraciones de aldeanos, de un sabor ancestral que ponían de manifiesto la civilidad y alegría de las fiestas vascas. Todos los productos de las huertas e industrias caseras cercanas a Gernika se exhibían en su plaza. Mientras, las transacciones se llevaban a cabo con solemnidad mercantil, los burritos y los bueyes que habían traído los productos celebraban ponderada concentración bajo los tilos, esperando el retorno a sus caseríos.

Una vez terminada la parte importante del día, la de los negocios, la gente se desparramaba por las casas de comidas, que hacían gastronómicamente renombrada a Gernika, para cumplir con uno de los mandamientos principales de la vida vasca: el de comer y beber bien, con calma, copiosidad y animada conversación. Y en un estado eufórico que es consecuencia directa del rito culinario, la gente rebosa en el frontón donde se celebran famosos partidos de pelota o acude a la plaza donde se baila a los acordes del txistu y el tamboril. Cuando las campanas de las iglesias tañían el toque de ánimas se iniciaba el desfile de los forasteros y Gernika recobraba su calma de ciudad antigua y tradicional”.

Puesto tradicional del mercado
Puesto tradicional del mercado

Toda esa actividad desplegada durante los primeros días de cada semana del año, tiene su máximo exponente en el último lunes de octubre. Se ha convertido en la feria/fiesta gastronómica, agrícola, ganadera y de artesanía más importante de Vizcaya y de una de las más concurridas del País Vasco. De esta manera, el último lunes de octubre se aconseja a los visitantes que utilicen el transporte público (autobús y ferrocarril) para acercarse a Gernika.

El Último Lunes de Octubre, la feria se extiende por todo el centro del municipio, ocupando los baserritarras y artesanos los cerca de 300 puestos extendidos por las calles de San Juan Ibarra, Paseleku, Artekale y Juan Calzada. El principal atractivo de la jornada es la celebración de concursos en diversas categorías como hortalizas, frutas, flores, quesos, txakolí y miel.

El jurado del último lunes de octubre clasifica los géneros a primera hora de la mañana. Después de eso, los expositores pueden proceder a la venta de sus productos, celebrándose a mediodía la entrega de premios frente a la fuente de Mercurio. La competición entre los quesos de Idiazabal (que se fabrica a partir de leche de oveja latxa) culmina con la subasta con fines benéficos del medio queso ganador. En esta puja compiten diversos restaurantes. Por ejemplo, en el año 2010 elevó el remate hasta los 7.700 euros.

Concurso de quesos
Concurso de quesos

El espacio ferial se recoge entrada la tarde, cuando foráneos y visitantes se reparten por los restaurantes y casas de comida de Gernika. Éstos se preparan para disfrutar de un extenso abanico de actividades tradicionales vascas que se desarrollan hasta la noche. Por ejemplo, pasacalles, bertsolaris (compositores, cantantes e improvisadores de versos en euskera), trikitilaris (instrumentistas de trikitixa, un acordeón diatónico de botones), pruebas de bueyes, deporte rural y partidos de cesta punta y pelota en el inmenso frontón de la localidad. Con sus compras y la satisfacción de un día animado, los visitantes regresan a sus localidades de origen por el norte de España.