Cáceres / Bajada de la Virgen de la Montaña

La primera bajada de la Virgen de la Montaña a la ciudad de Cáceres está fechada en el 3 de mayo de 1641 y tuvo como objeto la elevación de una rogativa en consecuencia de una fuerte sequía que asolaba esta parte de España. Desde aquel instante, la procesión fue haciéndose habitual en el calendario cacereño hasta convertirse en una tradición celebrada anualmente. Por diversas causas, la fecha del traslado ha sido alterada numerosas veces desde el siglo XVII hasta que, en 1975, quedó fijada en la actual. En 1902, la Virgen de la Montaña fue nombrada Patrona de Cáceres.

El traslado de la Virgen desde el santuario de la Montaña hasta la concatedral de Santa María tiene lugar todos los años 10 días antes del primer domingo de mayo. Los integrantes de la cofradía de la Patrona son los encargados de cargar en hombros a la imagen durante los 5 kilómetros que dura la procesión. Una vez comenzada la marcha, el alcalde de Cáceres entrega a la Virgen el bastón de mando de la ciudad, símbolo que le será devuelto en el momento del segundo traslado, cuando la imagen salga de la concatedral de regreso al santuario. La talla de la Virgen data del siglo XIV y es de autor anónimo. Su cabeza es cubierta por una corona regalada en 1924 en honor a su coronación canónica. Los mantos que viste son de gran vistosidad y belleza. Una vez que la imagen llega a la concatedral, tiene lugar una novena en su honor que se prolonga hasta el primer domingo de mayo, fecha en la que es devuelta a su hogar. La procesión de regreso es similar a la de llegada; las calles de Cáceres son engalanadas con flores a su paso y, tras ser depositada en el santuario de la Montaña, la fiesta continúa en los alrededores del mismo.

La Bajada de la Virgen de la Montaña es un acontecimiento de gran relevancia en la ciudad de Cáceres. Una fiesta de fuerte sabor local de la que cada año participan religiosamente miles de cacereños que rinden así culto a su patrona.