Hay quien nace sabiendo perfectamente a qué dedicará su vida. Es el caso de los hermanos Méndez quienes, desde sus primeros años, comenzaron a amar el oficio en el que hoy en día trabajan y ya suponen la tercera generación de joyeros de la familia.
Hablamos con Luis Méndez, nombre también de la empresa, quien muestra en cada respuesta una eterna gratitud hacia su padre, quien le instruyó, y un eterno amor a su oficio. “Nací en el seno de una familia de artesanos filigranistas. Desde mis primeros recuerdos el taller era una estancia más de la vivienda familiar. Siempre me gustó jugar con las herramientas y ver como trabajaba mi padre. Comencé a trabajar como aprendiz en su taller cuando tenía 14 años (1983) y al año siguiente empezó mi hermano Raúl. Nuestro padre y maestro, Luis Méndez Vieira, fue un magnifico filigranista que supo transmitirnos su amor por el oficio y el trabajo bien hecho.”
Con este aprendizaje de la mano del mejor maestro posible, descubrieron todos los entresijos de este mundo. En la actualidad, la joyería Luis Méndez cuenta con un equipo integrado por los tres hermanos Luis, Raúl y Jerónimo; María Refolio quien se encarga del escaparatismo y de la atención en la tienda; y Ricardo Nuñez, quién ha comisariado 4 exposiciones. Todo ello sin contar con los diversos artistas multidisciplinares con los que colaboran en la galería.
En su tienda encontramos joyas que reinterpretan modelos tradicionales de la joyería popular, otras contemporáneas a las que aplican la técnica de filigrana en conceptos actuales y colecciones más vanguardistas en las que la expresividad de los materiales (ligados a la técnica de filigrana y el granulado) consiguen obras insospechadas.
Luis Méndez nos explica los pasos que llevan a cabo para realizar las piezas: “Partimos de la aleación de metal adecuada para cada obra. Preparamos el hilo y damos forma a la estructura de la pieza. Esta se rellena con una trama de hilo más fino que completa la superficie, y procedemos a soldar para que todos estos hilos se conviertan en una sola pieza. Posteriormente se le da volumen y se aplican los diferentes adornos para realizar finalmente el acabado.”
El resultado son piezas únicas en las que la filigranada artesanal es la protagonista, pero también los grabados, el engaste y las diversas técnicas. Incluso trabajan por encargo, lo que hace que el cliente se lleve una joya totalmente personal. “El diseño y la exigencia de la calidad nos diferencia y caracteriza nuestro trabajo. Ello nos está permitiendo posicionarnos en el mercado internacional”, comenta Luis Méndez.
Para ampliar su visibilidad, participan en distintas ferias y exposiciones con la que adquieren más adeptos y fidelizan a un público cada vez más exigente. “La artesanía es y será, como siempre ha sido, un reflejo del impulso creador del ser humano. El producto artesanal tiene implícito un valor artístico y cultural que lo diferencia. La ética profesional, la identidad y un buen diseño, unidos al saber hacer, aportan a cada obra una esencia especial. Cada pieza pasará a formar parte de su época histórica”. Con estas frases concluye Luis Méndez la entrevista en la que deja claro la importancia de la artesanía y el gusto por el buen hacer de esta empresa familiar.
