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Tocados fascinantes que hablan

Tocados fascinantes que hablan
Se desconoce cual es el origen de estos singulares tocados.
Las mujeres pudientes del País Vasco siempre que salían lucían sobre sus cabezas una pieza de hilo, lino o algodón. Cada mañana, las tocaderas de las damas vascas de la Edad Media, entre los siglos XI al XV, cosían los tocados de sus señoras. Según la forma que le daban, declaraban su estado civil (si estaba casada, soltera o viuda).

Cómo eran los tocados

Si estaba casada, las telas ocultaban siempre la nuca y el cuello, partes que quedaban a la vista si se encontraba en edad de merecer. Las niñas preservaban la nuca al descubierto y a las viudas les peinaban un cuerno o, si se casaban de nuevo, las tocaban con dos. Parece que las mujeres de la Edad Media no podían salir sin tocado porque enseñar el pelo era provocador. Se sabe que las mujeres se cubrían la cabeza al entrar en los templos y la altura de los tocados venia impuesta por las modas. Respecto a las formas hay una gran diversidad. El tocado mas original es el de forma de cuerno. En cuanto al color, la mayoría de los tocados debieron de ser en el tono natural del tejido y el material usado. El lino era el tejido más común porque era una tela abundante y fácil de obtener. La cantidad de tela servía también como un indicativo de estatus social porque estas eran caras. Cuantas más varas de hilo o lino llevara, más poder adquisitivo demostraba la dama.
Foto: euskonews.eus
Foto: euskonews.eus

El arte nos ilustra

La fuente más importantes para ilustrar este tema es el cuadro Boda en Begoña, que el pintor Francisco de Mena realizó en 1607 y que esta expuesto en la Biblioteca Foral. El cuadro retrata a cuarenta señoras de clase alta engalanadas para asistir a un enlace nupcial “Uno de los tocados que aparecen en el cuadro que está en Ibarraundi pertenece a una eskoriatzarra, doña Teresa Diaz de Ayala, esposa de don Sancho López de Galarza, herederos del palacio de Ibarraundi. Doña Teresa era nuera de Juana Fernández Aguirre, esposa de Lope García. Las peculiaridades del tocado de doña Teresa son tanto los pliegues centrales como los dos tonos de lino utilizados. Entre los tocados hay otro de una mujer de Bergara. Lo llevaba en el cuadro doña Magdalena Pérez de Bereterio, acompañada de su esposo don Antonio López de Zuloaga, señor de la Torre de Mazkerreta de Bergara”.

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Algunos estudiosos han concluido que la forma de los tocados tiene que ver con la orografía del terreno.

“El de la localidad encartada de Gordexola, por ejemplo, es plano, al igual que sus tierras; las formas onduladas del de Artziniega evocan sus colinas; y el del concejo alavés de Trespuentes tiene forma de pico. En la silueta que se eleva en forma de montaña recortada del tocado de San Sebastián, Santiesteban cree ver el monte Igeldo. También el influjo de la religión marcó estos diseños. El tocado de Orduña tiene influencia de la judería que conservó esta ciudad en la Edad Media. Y la parroquia de Lesaka prohibió en el año 1600 que las mujeres asistieran a misa con tocados coniformes por ser considerada esta imagen, dado su parecido a un falo, una “figura inadecuada y escandalosa”, según rezan las crónicas de la época”.

¿Y por qué desaparecieron? Algunas de las razones pueden ser la interpretación inmoral que algunos viajeros extranjeros, que como Gabriel Minut, Pierre de Lancre, hicieron de tales tocados; probablemente el gran coste de los mismos y casi seguro la incomodidad para sus portadoras. En el siglo XVII ya era raro ver a una mujer con estos tocados en sus cabezas. La mujer del País Vasco dejó de usar esta prenda  aunque siguió cubriéndose más modestamente con pañuelos.