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Joyas artesanales de Mabe Abenza

Joyas artesanales de Mabe Abenza

Alicates, limatones, soplete… Y, sobre todo, las manos son las herramientas que utiliza Mabe Abenza para realizar sus joyas artesanales. Teniendo el placer de conocer a esta artesana, se entienden sus creaciones llenas de vida y con un gusto exquisito. Es una enamorada del mundo de la joyería y, podría decirse, que siempre ha sido parte de su vida. “Trabajé durante doce años en la joyería de Chopard, en La Boutique de la calle Serrano en Madrid”. Tras ser nombrada embajadora de la firma, cambios dentro de la empresa hicieron que Mabe ya no siguiera con ellos. “Decidí seguir en lo que me gustaba, así que comencé con cursos de montaje y manejo de herramientas para joyería, y monté mi propio taller”, nos explica.

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Entre sus materiales encontramos plata, metales nobles y manejables y una gran diversidad de piedras. Asegura que su único pendiente es el oro: “Aún no me he atrevido”. La artesana expone sus diseños en una pequeña boutique en el Barrio de las Letras, Valyrium, en su taller, y en pops-up puntuales.

Complementó sus conocimientos que le había dado la experiencia con cursos de gemología y joyería para aprender a reconocer piedras, metales, acabados, engastes. Todo ello le dio la oportunidad de saber crear y manejar los diferentes materiales y técnicas, y realizar piezas únicas que, como ella misma dice, aunque se parezcan no hay ninguna igual. Una de sus últimas incorporaciones es el uso de una antiquísima técnica llamada ‘fundición a la cera perdida’. “Esculpo en cera la pieza que tengo en la cabeza y lo llevo a fundir; remplazo la cera por el metal que yo elija (normalmente plata); repaso y lo dejo perfecto para sacar un molde. A partir de ahí puedo hacer tantas piezas como quiera” nos explica.

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La firma de la artesana

Su imaginación no tiene fin y ya está pensando en las siguientes colecciones a realizar. Sus últimos proyectos se caracterizaban por variaciones con aventurinas verdes y plata, y collares asimétricos de perlas barrocas cultivadas con formas muy originales. Los diseños van cambiando en función de lo que mande su imaginación y también permite a sus clientes, de forma conjunta, diseñar piezas personalizadas. Le preguntamos qué cree que aportan sus joyas en relación a su competencia y no duda en responder: “Creo que tengo un estilo muy propio. Es lo mejor de la artesanía, no hace falta firmar cada pieza, se reconoce al artesano en ella. En definitiva, la diferencia es esa firma invisible que imprime cada uno”, concluye Mabe Abenza.