La llegada del verano se celebra en Nájera de manera peculiar mediante una festividad popular que congrega cada año a cientos de personas en una danza improvisada
Como en muchas antiguas fiestas de España, los orígenes de la fiesta de las Vueltas de San Juan de Nájera son inciertos; aunque bien podrían situarse a lo largo del siglo XIX. Existen diversas interpretaciones que pretender esclarecer las razones de su celebración; algunos afirman que la fiesta fue instaurada por un grupo de titiriteros itinerante que visitó la población, otros lo atribuyen a la llegada de una partida liberal (o carlista dependiendo del locutor) a Nájera durante las guerras decimonónicas. Lo cierto es que esta fiesta debe enmarcarse dentro de los ritos paganos de salutación al verano y, por su tipología, puede dársele un origen parecido a otras del mediterráneo de España. Lo que en Nájera se celebra es el solsticio de verano, un culto al sol mediante un baile a corro colectivo, popular e improvisado.
La fiesta de las Vueltas de San juan de Nájera se enmarca dentro del programa de las Fiestas en honor a San Juan y San Pedro; de las que son, además, el acto oficial de apertura. Su organización corre a cargo de las cuadrillas locales, lo cual le da un carácter eminentemente popular, no oficializado. Su atractivo es tal que numerosos autobuses son fletados desde localidades cercanas para asistir a la fiesta (así como de un creciente número de curiosos de otras partes de España). La fiesta se alarga mientras dure la luz del día y se extiende más tarde durante la noche.
A primera hora de la mañana se organiza una comida popular en las orillas del río Najerilla. Supervisada por los organizadores, los cientos de participantes de la fiesta van acercándose al río para instalar sus parrillas, mantas o mesas de picnic. Hasta el mediodía, la ribera se convierte en un alegre festival gastronómico donde los aromas de las chuletas a la brasa se confunden con los efluvios del vino y el zurracapote. Es entonces cuando hace su aparición la banda de música la Agrupación Musical Najerense; entonces comienza la verdadera fiesta.
Al son de temas diversos como Baile Chino, La Verbena de la Paloma o El Molinero de Subizu, los participantes improvisan su baile alrededor del Quiosco del Paseo de San Julián. Es aquí donde tienen lugar las famosas vueltas. La gente baila al son de la música girando en torno al quiosco, frenando de golpe y haciendo así frenar a los de detrás antes de reanudar la marcha de nuevo. Tras rodear el quiosco repetidas veces, la comitiva sigue bailando por las calles de la ciudad en una procesión que se encamina, a través del puente, hacia la calle Mayor para desembocar definitivamente en la Plaza de España, lugar donde concluye la fiesta de las Vueltas; pero no las fiestas de Nájera, que continuará infatigables hasta el día de San Pedro.
