A la hora de comer en Roses, los pescados frescos de sus costas suponen el principal aporte de sus fogones. Su puerto pesquero es a diario fuente de abastecimiento de merluzas, rapes, doradas, besugos, anchoas y toda clase de especies muy populares para comer en Roses. Con estos ejemplares, también se elabora el famoso suquet de peix, un guiso tradicional de pescado y patatas especialmente bien valorado en la localidad. En el apartado cárnico, la ternera proveniente de las ganaderías del interior de la provincia es tal vez la carne más consumida aquí, aunque sin desestimar a los famosos embutidos gerundenses, también presentes entre todo aquello que hay que comer en Roses.
Entre las especialidades reposteras de la localidad, destacan algunas como los buñuelos o las rocs de Montjoi. Los vinos de L’Empordà, elaborados en esta zona, resultan muy adecuados para acompañar los productos más famosos de la gastronomía rosense. Y para terminar de comer en Roses, también se puede probar una copa de cremat, un preparado tradicional a base de ron negro, canela, limón y café.