El enorme esplendor que tuvo Oña antaño ha quedado reducido a una pequeña pero bonita población. Debido a que goza de un microclima se cultivan diversas especies frutales como manzanas, sobre todo reinetas, y cerezas de gran calidad, y de la huerta, entre los que destacan las alubias blancas y pintas, llamadas “de ramillo”.
Se encuentran una gran cantidad de setas de meseta y bosque, especialmente níscalos y boletus en otoño y perrechicos en primavera.
La tradición de la matanza del cerdo en familia se ha ido perdiendo, pero para comer en Oña encontrarás buenos embutidos y chacinas.
Si deseas saber qué degustar en Oña las morcillas caseras, sobre todo de arroz, son un producto típico muy afamado, y además las roscas de chorizo.
El Domingo de Resurrección los niños y jóvenes compraban las roscas de chorizo y se iban por la tarde al monte a merendar; actualmente la costumbre se ha extendido a todas las edades y también se elaboran rosquillas de morcilla, bonito y verduras. El jueves anterior al miércoles de ceniza se continúa celebrando la fiesta de ‘La Choricilla’ simbolizando con un festín de carne una despedida al entrar en la Cuaresma. Son típicos los asados, de cordero y cabrito, como corresponde a una localidad burgalesa, y también variados guisos de carnes de caza menor y mayor, sobre todo jabalí y corzo, carnes con un fuerte sabor. Una alternativa pueden ser las truchas, abundantes en el río Oca. En la majada de Barcina de los Montes hay una quesería que elabora quesos de oveja. Como repostería son típicas las ‘rocas de Oña’, dulces de chocolate y almendra y los sobadillos diferentes a los pasiegos. Ahora ya sabes qué comer en Oña.