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La última batalla de Almanzor, una de las leyendas más controvertidas de la historia de España

La última batalla de Almanzor

Si hay un momento de la historia controvertido en España este es, sin duda, la última batalla de Almanzor. Mucho se ha escrito alrededor del último enfrentamiento del caudillo más sanguinario del Califato de Córdoba. Algunas de estas leyendas disfrutaron de un gran reconocimiento en su época. Otras han quedado en la memoria por ingeniosas. Y otras se han perdido para siempre en los labios de quienes las pregonaban.

¿Cómo se relata un hecho que ha dado tantas vueltas como días tiene un año? Como siempre, por el principio. Para ello es necesario remontarse a finales del siglo X en España. Concretamente al Califato de Córdoba. Las siguientes líneas se cuelan entre los entresijos de la Edad Media para arrojar luz sobre la última batalla de Almanzor, uno de los caudillos musulmanes más temidos de la historia.

Los años gloriosos del Califato de Córdoba

Medina Azahara
Medina Azahara | Shutterstock

Después de la invasión árabe en el año 710, el Califato de Córdoba se instauró como la etapa dorada de la sociedad musulmana en España. Fueron años de abundancia económica y cultural. Los reinos cristianos iniciaron la famosa Reconquista. Esta consistía en ir recuperando paulatinamente los territorios tomados por el ejército musulmán en una serie de estrategias militares que incluían la construcción de castillos. De hecho, algunos de los castillos más hermosos de España provienen de esa época.

Pero como todo en la vida, las cosas no siempre salen como uno quiere. Y a pesar de contar con grandes ejércitos y artillería, los grandes estrategas militares no contaban con un pequeño detalle. Un detalle que les traería de cabeza durante varios años. La horma de su zapato. El sanguinario y temido Al-Mansur, más conocido en tierras españolas como Almanzor.

¿Quién fue Almanzor?

Busto de Almanzor
Busto de Almanzor | Shutterstock

Cuando a un caudillo le otorgan el sobrenombre de “El Victorioso” uno ya sabe lo que le espera. Efectivamente, Almanzor está considerado uno de los militares con más victorias acumuladas durante el Califato de Córdoba. Y no es para menos. Según cuentan, llevó a cabo más de 56 enfrentamientos contra los cristianos entre los años 978 y 1001. Fue una de las figuras milicianas más importantes del reinado musulmán, que ayudó a detener el avance de los reinos cristianos.

Los orígenes de Almanzor son variopintos. Sus primeras andanzas se encuentran en Córdoba. Allí comenzó a estudiar Derecho y Letras con la intención de convertirse en juez. No obstante, ante la situación precaria de su familia, comenzó a trabajar como escribano. La ambición de Almanzor siempre estuvo muy presente en su vida y no tardó en relacionarse con figuras importantes del Califato. Se ganó el favor de Alhakén II, califa de Córdoba, y a su muerte se convirtió en el tutor legal de su hijo.

Almanzor tenía todas las fichas a su favor. Una posición privilegiada en la corte, un gran ejército, abundante artillería y mucho dinero. ¿Qué mejor que invertirlo en estrategias bélicas? El caudillo inició numerosas batallas contra los reinos cristianos en las que destruyó ciudades como Zamora, Astorga, Osma y Santiago de Compostela, entre otras. Dicen que había escrito una copia del Corán de su puño y letra para llevarla a sus batallas.

Primera crónica: el inicio de la leyenda

Villa de Calatañazor
Villa de Calatañazor | Shutterstock

Cuentan que la batalla de Calatañazor, Soria, fue la última contienda de Almanzor antes de su muerte. En esta crónica Najarense, se narra que el caudillo se encontraba luchando contra el conde de Castilla Sancho García en el año 1002.

En dicha pelea Almanzor huyó aterrado por la fuerza del conde, falleciendo cerca de una villa llamada Grajal en algún momento de su huida. Hay quien desmonta esta teoría añadiendo que solo se conoce un enfrentamiento entre Almanzor y el conde Sancho en Cervera.

Engrandeciendo la batalla de Calatañazor

Santuario cristiano en Medinaceli
Santuario cristiano en Medinaceli | Shutterstock

Calatañazor da para mucho. Y si no, que se lo digan a las crónicas bélicas que reinaron los siglos siguientes a la supuesta batalla. En todas ellas se establece esta localidad soriana como punto de partida del enfrentamiento en el año 1000. Según se narra en estos textos escritos por obispos, una vez que Almanzor acabó con Santiago quiso dirigirse de nuevo a Castilla.

En el camino se encontró con un gran ejército cristiano que consiguió hacer frente a sus tropas de tal manera que el caudillo musulmán vio cerca su derrota. Aprovechando la caída de la noche Almanzor se dio a la fuga con su ejército. Fue tal el daño que el bando cristiano provocó en él que el caudillo falleció en Calatañazor al día siguiente, siendo sepultado en Medinaceli.

Curiosamente, en los alrededores del pueblo un pescador se lamentaba en castellano y en árabe con las siguientes palabras: “en Calatañazor perdió Almanzor el tambor”. Decían que si alguien se acercaba mucho al pescador este se desvanecía y aparecía en otro lugar mientras murmuraba las mismas palabras. Los obispos atribuyeron este fenómeno a la tristeza del diablo por la derrota del ejército árabe.

Una plaga divina

Calles de Medinaceli
Calles de Medinaceli | Shutterstock

Para gustos, colores. Otra de las versiones que circulan por los libros de historia es el castigo divino contra el ejército de Almanzor después de asolar Santiago de Compostela. Una plaga de disentería enviada desde el cielo causó la muerte de gran parte del ejército árabe. Los reinos cristianos se enteraron y enviaron tropas para acabar con Almanzor.

Como ya es habitual en muchos de los escritos, ambos ejércitos se enfrentaron en Calatañazor. El caudillo árabe se encontraba en clara desventaja numérica y armamentística. La pena por presenciar la muerte de sus tropas se apoderó de él y huyó al valle de Bordecorex. Allí falleció de tristeza y fue sepultado en Medinaceli.

Una herida de guerra

Otra de las posibles versiones de la última batalla de Almanzor viene de mano de fuentes mahometanas. En este caso, Almanzor se habría dirigido desde Toledo hasta la frontera de Castilla para continuar con la invasión. Se encontraba acampando en las faldas del castillo de las Águilas cuando el ejército cristiano le sorprendió.

Aunque en esa contienda Almanzor fue derrotado por los cristianos, continuó invadiendo territorios. Al cabo de unos días una herida de batalla comenzó a desgastar su salud. Se trasladó a Medinaceli para tratar de obtener una cura para su dolencia pero era demasiado tarde. Sabiendo que su fin estaba cerca, Almanzor llamó a su hijo Abd al-Malik para darle algunos consejos. Durante la conversación, le dijo que su muerte le parecía “la primera señal de la decadencia que aguarda al imperio”. No se equivocaba del todo.

Una batalla para cien leyendas

Castillo medieval
Castillo medieval | Shutterstock

Son varias las voces que desmienten que el último enfrentamiento de Almanzor se produjera en Calatañazor ni que muriera por heridas de guerra, plagas o pena. De hecho, algunos dicen que fue un ataque de gota el encargado de destronar al caudillo. Hay quienes sitúan su última batalla en San Millán de la Cogolla, La Rioja. Incluso hay quien afirma que sus contiendas no fueron lo suficientemente grandes como para tener un registro verídico de ellas.

Sea como sea, lo cierto es que el misterio que rodea a Almanzor es una muestra de la riqueza cultural y tradicional española. Al menos en cuanto a creatividad. Aunque los lugares se entrecrucen, las fechas no sean exactas y los personajes se intercambien es curioso cómo las historias evolucionan con el paso de los siglos. Y quién sabe. Quizás el pescador de Medinaceli aún vaga por las calles.