La Semana Santa de Sevilla es probablemente la más famosa de toda España. Un acontecimiento, de marcado carácter y solemnidad.
Las características actuales de la Semana Santa de Sevilla comienzan a dibujarse entre los siglos XV y XVI, cuando las hermandades de penitencia y pasión comienzan a funcionar como agrupaciones procesionales. Una de las regulaciones más significativas queda establecida en 1604 al quedar obligadas todas las cofradías a hacer estación de penitencia hacia la catedral.
Solo las hermandades residentes en Triana se mantuvieron al margen de esta disposición por la dificultad de atravesar el puente de tablas que unía el barrio con el resto de la ciudad. A partir de entonces, la Semana Santa sevillana crece y se desarrolla conociendo épocas de gran esplendor y otras de crisis como la experimentada durante en toda España en el siglo XIX, fruto de una situación económica adversa que comienza a revertir tras la restauración borbónica y coincidiendo con una época marcada por el auge del turismo. Más tarde, durante la Segunda República, se vive otra situación de crisis por la negativa de las hermandades a salir en procesión.
En el año 1932 solamente desfila la Hermandad de la Estrella durante el Jueves Santo; a su paso se suceden algunos disturbios y un anarquista llega a disparar a la imagen de la Virgen. Superada la guerra civil de España y avanzado el siglo XX, la Semana Santa sevillana vuelve a consolidarse definitivamente.
Las cofradías procesionales están formadas esencialmente por nazarenos, cuyas vestimentas suelen indicar la pertenencia a una determinada hermandad. Además les acompañan los acólitos y los costaleros. Estos últimos son los encargados de llevar a hombros los pasos en un duro trabajo realizado a base de chicotás, o trayectos que transcurren entre la levantá de un paso y su descanso o arriá.
Generalmente, las cofradías van acompañadas de bandas de música que interpretan diferentes himnos de la Semana Santa como Quinta Angustia, Amargura, Virgen del Valle o Rocío. Además, en determinados puntos suenan las inevitables saetas, angustiosas coplas populares entonadas a pie de calle o desde algunos balcones al paso de las imágenes. Cada cofradía exhibe una serie de símbolos. A la cabeza del desfile se sitúa la cruz de guía y tras ella otros cofrades portan elementos como el libro de reglas, el estandarte, con el escudo de la hermandad bordado, o el senatus, símbolo alusivo a la iconografía romana en el que se muestran las señas S.P.Q.R, Senatus Populusque Romanus.
Los pasos, por su parte, suelen ser lo más vistoso de los desfiles. Su factura responde a preceptos artísticos de alto nivel escultórico y en ellos se reflejan momentos de la Pasión de Cristo o se ensalza la imagen de la Virgen.
En Semana Santa de Sevilla las cofradías desfilan de manera casi ininterrumpida entre el Domingo de Ramos y el de Resurrección. Dos días antes del primero, durante el Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión, también pueden verse procesiones a cargo de cofradías más jóvenes. Entre los actos más solemnes se encuentra la Carrera Oficial, que es el recorrido estipulado que todas las procesiones deben de hacer hacia la catedral. Este comienza en la plaza de las Campanas, donde se instala el palco que acoge a representantes del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Semana Santa y a quienes todas las cofradías deben solicitar su venia para comenzar el desfile.
A continuación, la procesión discurre por la calle Sierpes, plaza de San Francisco, avenida Constitución y, finalmente, llega a la catedral. Otro momento de especial es La Madrugá, que tiene lugar durante la noche entre el Jueves y el Viernes Santo. La relevancia de este acto reside en que durante el tiempo que dura se invierte el orden de salida de las procesiones desfilando en primer lugar las más antiguas y dejando así el último lugar a la más joven. El resto de días que dura la fiesta, las diferentes hermandades llevan a cabo procesiones de acuerdo al calendario marcado por el Consejo General.
La Semana Santa de Sevilla es una de las fiestas de mayor importancia de España, así como uno de los acontecimientos populares y religiosos más reconocidos más allá de nuestras fronteras. Toda una ocasión para disfrutar de las tradiciones de la Semana Santa de Sevilla y la esencia de una ciudad que durante una semana se convierte en un solemne centro de sentir religioso y atracción popular.
Imagen principal: Genlab Frank
