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San Roque de Betanzos, fiestas por todo lo alto

San Roque de Betanzos

Las fiestas de San Roque de Betanzos, declaradas de Interés Turístico Nacional, tienen su origen en las celebraciones de la España del siglo XIX. Por entonces, los globos de papel tenían gran protagonismo al ser lanzados en muchos acontecimientos especiales. De origen chino, llegaron a occidente de manos de Marco Polo. En lo que respecta a Betanzos, al parecer fue un ayudante del famoso mercader veneciano quien introdujo la pasión por los globos de papel. Doscientos años después, esta pasión se ha convertido en la celebración más vistosa de una fiesta patronal que se celebra por todo lo alto.

¿Qué se celebra en Betanzos?

Betanzos.
Betanzos. | Shutterstock

Durante una semana, este municipio de A Coruña celebra sus fiestas patronales en honor a san Roque, cuyo día se festeja, en el mundo católico, el 16 de agosto. La figura de este santo, que nació a comienzos del siglo XIV, está íntimamente relacionada con la Peste Negra que asoló Europa en 1348. San Roque atendió a los enfermos de pestilencia con devoción, hasta el punto de contagiarse, pero sobrevivió a la enfermedad y terminó siendo conocido en todo el continente por obras que, dadas las circunstancias, se consideraron milagros sanadores.

Esta creencia llegó hasta la entonces pequeña villa gallega, cuyos habitantes levantaron una ermita en su honor. Para encomendarse a su protección y también con la sincera veneración extendida por las regiones católicas. Fue ya a mediados del siglo XVIII, dos siglos después de su canonización, cuando san Roque se convirtió en el patrón de Betanzos.

¿Cómo se celebra San Roque?

Famoso globo de Betanzos
Famoso globo de Betanzos. | Shutterstock

Durante una semana, del 14 al 25 de agosto, ambos inclusive, se realizan diferentes actos de carácter tanto tradicional como religioso para celebrar la fiesta de San Roque. La mayor afluencia de visitantes se produce en los dos actos tradicionales que son la base de las fiestas: el lanzamiento del globo y la Xira dos Caneiros.

La fiesta se centra especialmente en el lanzamiento del globo de papel, en la medianoche del 16 de agosto, el día del patrón. Fue en el año 1814 cuando se lanzó el primer globo por el cielo de la ciudad y, desde 1875, ha sido la familia Pita la responsable de su elaboración artesanal. El globo se construye con 120 kilos de papel y litros de engrudo y se decora con dibujos humorísticos de reconocidos artistas. Gracias a los pachuzos de paja que calientan el aire de su interior, se infla con rapidez en la plaza. El enorme globo, una vez hinchado, se gira para que los asistentes contemplen los dibujos y se echa a volar, atado a una barquilla que porta fuegos artificiales entre los aplausos de los asistentes.

El otro acontecimiento cumbre, la Xira dos Caneiro, tiene lugar en dos ocasiones, el 18 y 25 de agosto. El río Mandeo se llena de barcas engalanadas que transportan a los asistentes a la parte más alta del río para disfrutar de la fiesta en el campo durante todo el día. Por la noche se cena en las embarcaciones. El punto de donde salen las barcas se pueden observar espectaculares fuegos acuáticos.

Otras celebraciones son la Coronación de la Reina de las Fiestas, la procesión del día de Santa María y la Función del Voto, junto con danzas medievales, conciertos y verbenas. En estas fiestas de San Roque tienen cabida niños y mayores, ya que hay actividades para todos los gustos. Como puede verse, Betanzos celebra sus fiestas por todo lo alto.

El plan complementario

Parque natural Fragas del Eume
Parque natural Fragas del Eume. | Shutterstock

A menos de media hora de Betanzos espera una de las ciudades más estimulantes de la geografía española: A Coruña. Lugar cultural y de ocio donde los haya, hay tantos enclaves por descubrir que una visita efímera se sentirá insuficiente. Desde la afamada Torre de Hércules, el único faro romano en funcionamiento en el mundo, hasta rincones como los bellos jardines de Méndez Núñez, pasando por la fantástica playa de Riazor o su inmenso paseo marítimo. A Coruña es una ciudad en la que quedarse tanto tiempo sea posible.

Un poco más lejos, a tres cuartos de hora, espera Santiago de Compostela. Histórica, hermosa, igualmente cultural y social. Un paseo por sus calles conduce de manera irremediable a la Santa Apostólica y Metropolitana Iglesia Catedral de Santiago de Compostela, pero no es el único enclave que debe visitarse. El parque de la Alameda, el museo del Pueblo Gallego, el monasterio de San Martiño Pinario o las posibilidades que ofrece el cercano monte Viso provocan que también uno quiera quedarse en esta ciudad. Sin fecha de regreso.

Si tras las fiestas de San Roque de Betanzos lo que se busca es tranquilidad, entonces el parque natural de las Fragas del Eume es la elección ideal. Uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa es todavía un lugar salvaje que vive a su propio ritmo. En sus 9.000 hectáreas se encuentra, además, el monasterio de San Xoán de Caaveiro, del siglo XII. Este cenobio recuerda que es esta, Galicia, una tierra sagrada para la historia, la naturaleza y el arte.