La Fiesta Nacional de España tiene lugar el 12 de octubre, en una jornada repleta de actos donde las instituciones estatales están muy presentes. El más reconocido de todos ellos es el desfile militar, presidido por el rey, en la capital. Según la ley que recoge esta festividad, comúnmente conocida como Día de la Hispanidad, su finalidad es “recordar los diferentes momentos de la historia colectiva que forman parte del patrimonio histórico, cultural y social común”.
Ese mismo día también tienen lugar otras celebraciones muy típicas en España, como las Fiestas del Pilar en Zaragoza o la Reina de la Hispanidad de Guadalupe, Extremadura. Pero el 12 de octubre no cierra fronteras y va más allá del Atlántico, en donde diversos lugares de América del sur también festejan el Día de la Hispanidad. Una coincidencia que lleva a preguntarse acerca del origen de tal conmemoración.
Orígenes de la Fiesta Nacional: el encuentro entre dos mundos
Es difícil que se escape que el Día de la Hispanidad conmemora la llegada de Cristóbal Colón al continente americano el 12 de octubre de 1492. Esta fue una fecha que marcó un antes y un después tanto en la historia de España como del planeta. No en vano, trajo consigo el contacto entre dos mundos totalmente distintos: Europa y América.
Este episodio histórico es comúnmente conocido como el descubrimiento de América. Sin embargo, el término “descubrimiento” no ha estado exento de polémica en las últimas décadas. Este es un concepto que tiende a suprimir la existencia de un territorio y una civilización previas a la llegada de los conquistadores europeos. A lo largo del siglo XX, la fecha del 12 de octubre se fue institucionalizando como un intento de reivindicación asociado a valores nacionalistas así como al orgullo, visto desde el eurocentrismo, que suponían las raíces europeas de la civilización.
Lejos de tales connotaciones negativa, en la actualidad se presta atención a esta fecha como el encuentro entre dos mundos a través de una festividad que se ha desarrollado a lo largo del tiempo. El 12 de octubre tiene una gran relevancia en el mundo hispano y su trascendencia va más allá de la península ibérica. Desde el siglo pasado, numerosos países de América latina también se unen a esta celebración. Aunque cada uno la denomina de forma distinta: Día del Descubrimiento de los dos Mundos (Chile), Día de la Diversidad Cultural Americana (Argentina), Día de la Resistencia Indígena (Nicaragua y Venezuela). La ONU también se ha unido a esta fiesta denominándola Día de la lengua española.
Antecedentes de la Fiesta Nacional en España
Fue en el cuarto centenario del “descubrimiento”, en 1892 y bajo la regencia de la reina María Cristina, cuando en un Real Decreto se propuso hacer coincidir esa efeméride con la celebración de la Fiesta Nacional. Desde entonces, cada 12 de octubre, se establecieron diálogos conmemorativos, entre los pueblos hispánicos. Estos tenían temática política, religiosa, histórica y artística.
La primera vez que se propuso celebrar el 12 de octubre como Día de la Hispanidad fue en 1935, durante el gobierno de la Segunda República. Aunque no fue hasta 1958 cuando se estableció ese día oficialmente como fiesta. Bajo la dictadura franquista, fue originalmente llamada como “Día de la Raza”, con un simbolismo muy próximo a las ideas del régimen y una celebración similar a la de la fiesta del Trabajo Nacional del 18 de julio. Curiosamente este nombre es anterior a la dictadura y fue el más habitual en Sudamérica para la ocasión hasta hace poco.
Con la llegada de la democracia a España surgió el debate de si era conveniente cambiar el Día de la Fiesta Nacional de España al 6 de diciembre, fecha en la que se aprobó la reciente Constitución de 1978. Sin embargo, la ley de 1987 estableció definitivamente el 12 de octubre como festividad asociada al Descubrimiento.
Varias denominaciones para una misma celebración
Desde que se afianzó la celebración del 12 de octubre en 1892 como fiesta nacional, se sucedieron varias denominaciones a lo largo del siglo XX teniendo en cuenta el contexto de dominación política. Durante la Restauración española (1875-1902), la noción de Hispanidad adquirió su concreción formal. Esto resaltó el valor de universalidad que permitió la unidad de España y América con base en la lengua, religión y la cultura heredada del imperio.
En cualquier caso, en España se eligió originariamente la designación del “Día de la Raza”. Una propuesta que corrió a cargo del presidente de la Unión Ibero-Americana y ex ministro español Faustino Rodríguez-San Pedro en 1913. En este sentido, el concepto de raza pesó en la conformación de una modalidad de “ser” hispánico, considerando componentes culturales y simbólicos de grupos étnicos.
El término Hispanidad fue recuperado en la década de los 20 y 30 gracias al sacerdote Zacarías de Vizcarra. Fue además clave la aportación del intelectual y embajador de España en Argentina, Ramiro de Maetzu. Ya en 1935 se celebró por primera vez el Día de la Hispanidad y así se mantuvo con ese nombre durante la dictadura. No obstante, siguió vigente durante más de cuarenta años el decreto firmado por el monarca Alfonso XIII en 1918. En él se establecía el nombre de la “Fiesta de la Raza”. Finalmente, en 1958 se corrigió esa confusión cambiando el nombre de la festividad a Día de la Hispanidad.
Aunque en la actualidad la celebración del 12 de octubre sea comúnmente reconocido como Día de la Hispanidad, la ley de 1987 lo suprimió definitivamente y lo sustituyó por el de Fiesta Nacional de España. Según recoge el BOE, la fecha elegida “simboliza la efeméride histórica en la que España, a punto de concluir un proceso de construcción del Estado a partir de nuestra pluralidad cultural y política, y la integración de los Reinos de España en una misma monarquía, inicia un período de proyección lingüística y cultural más allá de los límites europeos”.
El desfile militar y acto de homenaje a la bandera nacional
Aunque es día festivo en todo el país, el acto más importante se celebra en Madrid. Tradicionalmente se hace un desfile militar y un acto de homenaje a la bandera nacional. A este asisten el rey, la familia real y los representantes más importantes de todos los poderes del Estado y de las Comunidades Autónomas.
Curiosamente, la Fiesta Nacional no tiene nada que ver con el Día de las Fuerzas Armadas, cuya celebración es el 24 de mayo. La razón del desfile militar cada 12 de octubre viene explicada en el Real Decreto de 1987. Reza que se ejecuta “con el fin de realzar la conmemoración de la Fiesta Nacional” y “buscar en la misma la plena integración de todos los elementos históricos y culturales que conforman la nación española”. De esta manera, el desfile militar fue trasladado al día de la Fiesta Nacional, ya que “resalta la identificación de las Fuerzas Armadas con la sociedad a la que sirven, uniendo el más brillante acto anual de las mismas a los demás de celebración este día”.
Día de la Virgen del Pilar, patrona de Aragón y de la Guardia Civil
El 12 de octubre también se celebra el Día de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza y comunidad de Aragón. La ciudad celebra ese mismo día sus fiestas patronales con todo tipo de actividades religiosas, lúdicas y culturales. Hay misa en la basílica del Pilar, ofrenda de flores a la Virgen, pregón desde el balcón del ayuntamiento, feria y espectáculos. Es, además, la patrona de la Guardia Civil y de otros cuerpos.
Pero nada tiene que ver la fiesta del Pilar con el descubrimiento de América. Se trata de una mera coincidencia que Cristóbal Colón pisara tierra el mismo día de la celebración de la patrona. Desde que entonces, ambas festividades coinciden el 12 de octubre.
Santa María de Guadalupe de Extremadura, la Reina de la Hispanidad
Pese a que la Virgen del Pilar no guarde relación directa con la festividad Nacional, sí la tiene Santa María de Guadalupe de Extremadura. Ostenta el título de Reina de la Hispanidad desde el 12 de octubre de 1928, cuando fue coronada por el rey Alfonso XIII. Desde entonces, en Guadalupe se celebra cada año la Fiesta de la Hispanidad. Por ejemplo hay un recordatorio de dicha coronación mediante una serie de actos que culminan con la recepción de una gran cabalgata.
