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Elx-Elche / Nit de l’Alba

Nit de l'Alba

Un palmeral de cohetes ilumina la ciudad en honor de la Virgen de la Asunción poco antes de la peligrosa Guerra de Carretillas

Noche luminosa, atronadora y emotiva en la que la ciudad alicantina de Elche queda iluminada durante un espectáculo pirotécnico en el que participan numerosos particulares desde las terrazas y azoteas de sus viviendas y en el que se queman más de 17.000 kilos de pólvora. La Nit de l’Albà —‘Noche de la Alborada’ en castellano— cada 13 de agosto representa el principal acto de las fiestas en honor a la Virgen de la Asunción.

Desde una hora antes de la medianoche los habitantes de Elche disparan fuegos sin cesar desde balcones, terrazas y azoteas siguiendo una tradición cultivada desde la Edad Media por la que cada familia ofrendaba a la Virgen con un cohete por cada uno de sus hijos.

Cinco minutos antes de vencer el día, las calles y plazas de la ciudad se quedan sin luz eléctrica. Cesan los cohetes y suena en la oscuridad el Himno de la Coronación del Misteri d’Elx, el drama sacro-lírico religioso que recrea la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María. y que se escenifica cada 14 y 15 de agosto en el interior de la basílica de Santa María de Elche.

Nit de l'Alba, Elx-Elche / Nit de l’Alba
Representación de la Dormición, Asunción y Coronación de la Virgen María

Llega la Palmera de la Virgen, el momento que los ilicitanos viven con mayor emoción. A medianoche se lanza desde la basílica una palmera con varios miles de cohetes. A 300 metros de altura y cubriendo un radio de 800 metros, su luz alcanza a buena parte de la ciudad logrando iluminarla con tal intensidad que, durante cerca de un minuto, pareciera ser de día en ella. El reto de cada edición es que este efecto se prolongue unos segundos más que la anterior.

Acto seguido, desde la torre del mismo templo, un juego de bengalas recrea la imagen de la Virgen de la Asunción mientras un sistema de sonido de gran potencia hace llegar a todos los rincones la habanera Aromas Ilicitanos, adoptada como himno popular, que no oficial, por los ilicitanos, quienes la cantan desde terrazas y balcones. Después, y siguiendo la tradición, comen sandía. Terminado este espectáculo, la fiesta se traslada a ras de suelo, a las calles, que son tomadas por cientos de jóvenes para participar en la denominada Guerra de Carretillas, ésto es, en el lanzamiento de cohetes borrachos, conocidos popularmente en la zona como carretillas.

Nit de l'Alba, Elx-Elche / Nit de l’Alba
Ilicitanos disfrutando de la Guerra de Carretillas

La característica de este elemento pirotécnico es que se desplazan por el suelo a gran velocidad y sin recorrido preestablecido y que cuando llegan a su final expulsan siete nuevos pequeños cohetes que se desplazan sin control emitiendo un intensa luz blanca entre sonoros silbidos.

La participación está reservada a los más valientes amantes del fuego, porque, dada su peligrosidad, las guerras se celebran en zonas acotadas para ese fin situadas en las céntricas plazas de La Merced y La Glorieta y también en la pedanía de Las Bayas.

Los comerciantes de estas zonas protegen las puertas y escaparates de sus establecimientos con paneles de madera y una normativa especial regula la exclusiva utilización de cohetes borrachos, estando prohibidos, por ser más peligrosos, los que incorporan trueno y multándose con más de 300 euros el uso inadecuado de la pirotecnia en esta Nit de l’Alba.

De camino a la batalla es tradición que los participantes vayan pidiendo agua a los vecinos que se agolpan en los balcones, desde muchos de los cuales se les arroja a cubos. Pero el agua no librará a muchos de ellos, más de un centenar cada año, de salir quemados.

Más de 350 personas, entre efectivos policiales, bomberos y de servicios de emergencia velan por la seguridad de la noche, que es especialmente intensa, con refuerzo de personal en las unidades de Urgencias, Oftalmología, Traumatología y Quemados del Hospital de Alicante. El peligro no impide la asistencia de público desde diversas partes de España.