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María Luisa Merlo: “Por llevar la contraria a mi familia, quería ser bailarina”

maria luisa merlo

Carismática, divertida y una todoterreno llegaba después de una mañana llena de compromisos. María Luisa Merlo se disculpó por el retraso con la mejor de sus sonrisas y con su habitual naturalidad. Consiguió que los minutos pasasen rápidamente y que la entrevista fuese una conversación muy animada.

María Luisa Merlo, es una artista de prestigio, que pertenece a una de las sagas de actores más importantes de España. Su familia fue su mayor influencia. Sobre todo su padre Ismael Merlo a quien, en constantes ocasiones, nombra y agradece sus buenos consejos.

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Por llevar la contraria a mi familia, no quería ser actriz quería ser bailarina y fue como tal que debuté en el teatro de la ópera de Verona” nos cuenta con gracia María Luisa Merlo. Sorprendentemente su segunda opción era ser diplomática. Esto se debe a su afición a viajar y por saber hablar, ni más ni menos, que cinco idiomas.

Alejándose de esas primeras intenciones, ahora el teatro lo es todo para María Luisa. Prueba de ello es la gran variedad de obras que ha interpretado a lo largo de su carrera. Por ejemplo, Yo, Leonor de Aquitania; Locos por el té; Cien metros cuadrados; Cosas de papá y mamá…

El ser artista lo lleva en la sangre. Ejemplo de ello es que asegura que nunca sintió nervios sino emoción. Como la primera vez que lo hizo “Afortunadamente soy muy serena y disciplinada y, la primera vez que me subí a un escenario fue en Verona e iba muy bien preparada. Así que lo que sentí fue una inmensa emoción”.
María Luisa Merlo Posee un carácter tajante y valiente. Lo demuestra al asegurar que, después de hacer una función decidió que no volvía a hacer nada que no le gustase “Sabía que lo que no me gusta a mí no le iba a gustar al público”.

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Desde entonces todos sus trabajos han sido gratificantes, sin saber cuál elegir de entre todos. Lo que sí nos ha sabido seleccionar son ciertos ‘deslices’ en alguna de sus interpretaciones. Estos recuerdos, que cuenta con gran desparpajo, nos hacen reír. “Me caí haciendo una función antes de irme a México, pero como soy bailarina, me quedé en una postura estupenda y no se dio cuenta nadie.”

Este no fue el único momento embarazoso que ha vivido sobre las tablas.  Recordó que “una vez haciendo pato a la naranja con Carlos Larrañaga, mi ex marido, le dije ‘hoy vamos a cenar coco a la naranja’. En ese momento pensé ya me he “jorobao” porque ahora tengo que decir coco a la naranja todo el rato.”

Aprovechamos este tema para hacerle otra de las preguntas que nos envió una seguidora. Quién fue el hombre de su vida. A lo que nos contesta con sinceridad y rotundidad: “Ninguno. El hombre de mi vida soy yo”.

Actualmente está embarcada en el proyecto de Cosas de papá y mamá en el Teatro Arlequín. Lo protagoniza junto a Juan Meseguer, según sus palabras “el hombre más generoso del mundo”.

Así mismo, afirma que el amor que siente por cada uno de sus personajes lo lleva siempre en el corazón. Por eso le pedimos que elija uno de entre tanto y afirma que siempre se queda con el último. En esta ocasión se trata de una viuda hipocondríaca que conoce a su nuevo amor en la consulta de un médico. “Es una preciosidad de personaje y el éxito que tengo en este papel es clarísimo”

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Finalmente, nos ha asegurado que cada día que se sube al escenario siente más emoción que cuando empezó su andadura. “Me doy cuenta que a los 74 años todavía estoy lúcida para hacer papeles dificilísimos y eso me da mucha satisfacción