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“Lanza al brujo monedas, oh, valle opulento”, canta Jaskier en el segundo capítulo de la primera temporada de The Witcher. Este personaje, a medio camino entre trovador y cómico (malo), tiene una misión que nadie le ha encomendado: hacer de Geralt de Rivia un brujo respetable. Jaskier decide empezar componiendo esta canción, mientras camina al lado del brujo y su caballo, Sardinilla. De fondo, un camino situado entre dos barrancos: el paisaje protegido de Fataga, un enclave “de carne y hueso” ubicado en la isla de Gran Canaria.
El barranco de Fataga, el real, también conocido como el valle de las mil palmeras, forma parte del espacio protegido de Fataga. Situado al sur de la isla, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, esta formación geográfica toma la forma de un gran cañón que se extiende a lo largo de 16 kilómetros entre la cuenca de Tirajana y el delta de Maspalomas. En el fondo del barranco, un gran palmeral conduce hasta la necrópolis de Arteara, el mayor cementerio de aborígenes canarios de la isla. En la cabecera del camino, la caldera de Tirajana no dejará indiferente a nadie. Ni siquiera a los productores de Netflix.
Pero el barranco de Fataga, donde Jaskier entona la canción más famosa de The Witcher, no es el único escenario de Canarias en el que se han rodado escenas de la susodicha serie. De hecho, en la temporada uno apenas hay dos capítulos en los que no sale ningún sitio de las islas afortunadas. Así que, si el turista es fan de esta saga fantástica, no debe de olvidar dar un paseo por este paisaje de San Bartolomé de Tirajana mientras escucha los ecos perdidos de la canción de Jaskier: “mi fábula es así, cual as se reveló, el vil derrotado, brindemos por él”.
