La pelota vasca es un deporte que cuya práctica ya fue documentada en el siglo XIV, cuando los reyes de Navarra lo practicaron.
Posteriormente se incorporaron al mismo, distintos grupos sociales: clérigos y comerciantes de los núcleos más grandes de población, hasta el punto de que en las paredes de las iglesias de gran parte de Euskal Herria se improvisaron frontones.
Las modalidades más antiguas de pelota vasca se jugaban sin pared, colocándose los contrincantes unos frente a otros (al estilo de la pelota valenciana actual, que mantiene ese estilo histórico).
Esas modalidades eran las llamadas bote luzea, mati jokoa, pasaka y guante laxoa; las dos últimas todavía ahora se practican, si bien minoritariamente.
Progresivamente, a partir del siglo XIX los ayuntamientos de muchas poblaciones construyeron frontones diseñados para la práctica de las modalidades de pelota vasca que incluían la percusión de la pelota contra un muro, volviéndose estas muy populares.
Durante el siglo XX esas modalidades, que describimos en esta página, son las más difundidas. Hoy hay pelotaris profesionales y aficionados juegan en frontones y trinquetes del País Vasco, Navarra, La Rioja y Castilla y León principalmente.
La pelota vasca también se practica en algunos países de Europa, América y Asia. Su nombre deriva de la pelota sólida, formada por tiras de goma trenzada, rellena de lana y recubierta de cuero.
Se trata de un espectáculo en que participan deportistas profesionales y en el que se puede mover mucho dinero a través de las apuestas.