Muchas veces hemos escuchado la frase de: “nada es imposible si te lo propones”; pues estas palabras tienen un significado real. El Camino de Santiago para personas con discapacidad es una experiencia que muchos peregrinos han podido vivir. Los límites físicos y psíquicos no tienen por qué ser un impedimento para llegar a la tumba del apóstol. Personas con discapacidad han conseguido hacer la ruta jacobea, no sin dificultades, y sentir la emoción de llegar a Santiago.
El Camino de Santiago para personas con discapacidad es una realidad. En el legendario Códice Calixtino ya se narra la historia de peregrinos con limitaciones físicas que lo consiguieron. Sabemos que las barreras son mayores y que hay que echarle más ganas, pero si te lo propones, lo conseguirás. Las experiencias han demostrado que las barreras se las pone uno mismo y hay que enfrentarlas si uno puede.
Cómo prepararse
El Camino de Santiago para personas con discapacidad tiene que organizarse de una manera distinta. Hay que hacer una preparación tanto física como de etapas. Es recomendable ir en forma, aunque no es algo fundamental según la discapacidad de la persona. Sí que es importante estudiar de cabo a rabo cada etapa. Hay que analizar los kilómetros que cada uno hace al día.
También es fundamental tener en cuenta que es necesario adaptar los caminos. Si se realiza el Camino de Santiago para personas con discapacidad, resulta primordial crear rutas alternativas. Son frecuentes, por ejemplo, los desvíos hacia las carreteras locales y nacionales para evitar los terrenos escarpados y de bosques.
Por otro lado, si la persona que hace el Camino tiene movilidad reducida, la silla debe adaptarse o ir con handbike, una estructura que se une a la silla que da fuerza y propulsión. Puede adaptarse a las necesidades y circunstancias de cada persona.
Consejos
Uno de los consejos principales para hacer el Camino de Santiago para personas con discapacidad es ir en grupo. La ayuda en el Camino se hace más necesaria en este caso. Las personas dependientes tienen que contar con alguien en todo momento; pero os contaremos, más adelante, que esto no es un impedimento.
También recomendamos no obligarse a hacer las etapas enteras. Se pueden recorrer tramos sueltos y adaptarlos. De esto dependen tanto los kilómetros como la orografía del terreno. Por eso, en el Camino de Santiago para personas con discapacidad aconsejamos las handbikes, ya que con ellas se puede pasar por lugares más inestables y con dificultad de acceso.
La primavera es la mejor época para hacer el Camino de Santiago para personas con discapacidad. Los puntos positivos son las temperaturas medias y que no llueva. Muchos de los tramos del Camino son de tierra; si llueve se harán inaccesibles para una silla de ruedas.
Camino Francés
El Camino Francés es el más recomendable si se quiere realizar el Camino de Santiago para personas con discapacidad. Se trata de la ruta que cuenta con más adaptaciones por ser la más concurrida.
No solo en las rutas, sino también en los alojamientos. Por eso os recomendamos la planificación antes de empezar. Actualmente hay albergues totalmente adaptados como el de Villalcázar de Sirga, en Palencia. Os recomendamos que en vuestra organización, llaméis a los albergues de antemano para saber si cuentan con las instalaciones necesarias.
Experiencias
Creemos que la mejor manera de animaros a no tener miedo al hacer el Camino de Santiago para personas con discapacidad es la experiencia. Os traemos dos ejemplos.
En primer lugar, os presentamos el proyecto “Camino sin límites”. Los protagonistas fueron dos hermanos: Juan Luis, con parálisis cerebral, y Oliver. Los dos emprendieron la aventura y quisieron demostrar que no existen barreras: “Nadie excepto uno mismo debería permitirse el lujo de marcar los límites”, asegura Oliver. Y el tiempo les dio la razón. Llegaron a Santiago tras andar 800 kilómetros.
Otro de los extraordinarios casos que demuestra que las personas con discapacidad también pueden completar la ruta hasta Santiago es el de John Pardo. Con una gran ilusión y fuerza, este joven en silla de ruedas también se decidió a llegar a la tumba del apóstol. “Los únicos obstáculos en nuestras vidas son los que nosotros mismos nos ponemos enfrente”, afirma John en el documental I did it.
En ambos casos, los protagonistas han divulgado su experiencia para demostrar que conseguir este reto no es imposible y que solo hay que proponérselo. Estos son dos ejemplos perfectos de que el coraje y la valentía son fundamentales. El Camino de Santiago para personas con discapacidad es real, se puede hacer y se puede conseguir.
Texto: Fátima González-Besada Gómez
