Ya unidas las variantes que parten Somport y Roncesvalles/Saint Jean Pied de Port, el Camino de Santiago Francés se encuentra con uno de sus hitos más famosos. Se trata de la fuente de vino de Irache. Cercana al monasterio y la bodega homónima, ofrece un refresco al peregrino desde 1991. Posee dos grifos, uno del que sale agua y otro que vierte tintos. Actualmente se encuentran en funcionamiento de ocho de la mañana a ocho de la tarde.
Se sitúa a poco más de 3 kilómetros de Estella, habitual parada jacobea, en el término municipal de Ayegui. Por ello, se suele pasar por ella por la mañana, camino de Los Arcos o Torres del Río. Surgida como una acción publicitaria de Bodegas Irache, se inspiró en un pasaje del Codex Calixtinus y en la leyenda de San Veremundo. Por un lado, Aymeric Picaud señalaba que estas tierras daban buen “pan y vino”. Por otro, se cuenta que el santo local hizo brotar una fuente de vino para abastecer a los peregrinos.
En sus primeros años, la fuente de vino de Irache permanecía abierta 24 horas. Sin embargo, como era previsible, no faltó quien se aprovechó de ello. Para evitarlo, se impuso el nuevo horario y se colocó un cartel que reza: “A beber sin abusar le invitamos con agrado, para poderlo llevar el vino ha de ser comprado”. Cada día se rellena con cien litros de caldo joven, ligero y perfecto para seguir andando sin que se suba a la cabeza demasiado. Además, una webcam permite comprobar de continuo el lugar. De esta forma, si uno avisa, puede posar para familiares y amigos de cualquier parte del mundo.
El maravilloso entorno de la fuente de vino de Irache
Las bodegas que dispusieron este hito del Camino Francés se sitúan junto al famoso Monasterio de Iratxe. Se tienen noticias de él desde el siglo VIII. Sin embargo, fue el ya mencionado San Veremundo de Irache quien lo elevó a gran parada jacobea. Además de hacer surgir una fuente de vino se le atribuyen otros milagros relacionados con los caminantes a Santiago de Compostela. Por lo visto, el buen monje daba viandas a los peregrinos a espaldas del resto de la congregación que habitaba el cenobio. Cuando estos le pillaban con las manos en la masa, los alimentos se transformaban en flores y madera. Gracias a ello siempre salió impune.
El bello edificio junto al que se sitúa la fuente de vino de Irache combina diversos estilos arquitectónicos. Desde 1616 sirvió como Universidad Pontificia. Cobró fama y prosperó, lo que no evitó que cerrara a inicios del siglo XIX tras una rápida decadencia. Diversos vaivenes terminaron con el Monasterio de Iratxe abandonado a finales del pasado siglo. Actualmente se encuentra en un complicado proceso para transformarlo en Parador Nacional.
En lo natural, domina Montejurra. Una de las variantes del camino en su trayecto a Los Arcos discurre por su falda. Pasando por Luquin, es algo más dura que la alternativa tradicional aunque ahorra medio kilómetro. Sin embargo, permite conocer el lado norte de este conocido monte navarro. Un buen acicate para ir despidiendo navarra. ¡Elijas el camino que elijas, no te olvides de brindar por el apóstol en la fuente de vino de Irache!
