El Camino de Santiago con perros

Hacer el Camino de Santiago es una experiencia especial para todos los peregrinos. Para los amantes de los perros, hacer esta peregrinación acompañados de vuestras mascotas, será aún más enriquecedora. Está claro que no es una experiencia fácil, pero os hará crecer y vuestra relación se fortalecerá muchísimo. En esta página os dejamos nuestros consejos para hacer el Camino de Santiago con perros.

Un buen punto de partida para prepararte para hacer el Camino de Santiago con perros es acudir a tu veterinario de confianza y contarle el plan. Él podrá aconsejarte según la raza de tu perro y sus limitaciones. Además, asegúrate de hablar muy bien el tema desparasitación, ya que durante el Camino estaréis en plena naturaleza.

Lo ideal es que os preparéis físicamente con vuestra mascota haciendo caminatas largas cerca de vuestro lugar de residencia. Tendréis que tener muy en cuenta la forma física de vuestro perro para planear las etapas, el número de kilómetros y el ritmo de la caminata. La edad, la raza e incluso el tamaño de vuestro perro también serán factores determinantes. Sed realistas, porque de lo contrario, haréis sufrir a vuestra mascota. Olvidaos de las etapas oficiales, ya que están pensadas para personas (además, como os contaremos más adelante, el tema alojamiento será un factor decisivo también).

Igual que cada perro es distinto y cada Camino es diferente, cada mochila también lo será, ya que las necesidades de cada perro varían mucho y dependen del número de días, la época del año, el alojamiento…

Siempre es recomendable que la mochila no sea muy pesada, ya que tendremos que cargar con ella (aunque existen numerosos servicios de transporte de equipaje que podrían facilitaros esto). Si vas a cargar con tu mochila, te recomendamos que hagas pruebas previas al Camino. Además de lo que necesites tú, deberás llevar comida, agua, crema y algún complemento para tu mascota (bebedero, comedero, toalla…) Recuerda que todo aquello que no consideres imprescindible, no debes meterlo en la mochila.

Sin lugar a dudas, el verano es la peor época para realizar el Camino de Santiago con perros. El calor y la escasez de agua (sobre todo en puntos entre Logroño y León) harán que el camino sea mucho más duro para vosotros. Además, esto aumentará el riesgo de que a vuestra mascota le dé un golpe de calor.

Con esto no queremos decir que no podáis hacerlo en verano, pero si lo hacéis, deberéis tomar más precauciones que en cualquier otra época.

Hay división de opiniones entre llevar a los perros sueltos o atados durante el Camino. Cada perro es diferente, y nadie va a conocer mejor a vuestro perro que vosotros mismos, así que esa decisión es vuestra. Nosotros os recomendamos una fórmula mixta. En ocasiones, encontraréis parajes donde no haya riesgos de soltar a tu perro, y así disfrutará y jugará, que es algo que necesita. Sin embargo, también hay lugares peligrosos durante el Camino donde será casi imprescindible llevar a nuestras mascotas bien atadas: cruces de carretera, arcenes… También hay que tener en mente, que no a todos los peregrinos le gustarán los perros, por lo que tendremos que tener cuidado de no molestar a otros peregrinos.

Además, debes tener en cuenta que tu perro no sabe cómo has organizado las etapas, por lo que es posible que al principio de una etapa salga corriendo. En ese caso, será mejor llevarlo atado para evitar que se canse demasiado pronto. Hacer el Camino de Santiago con perros no será tan difícil una vez avancen los días, ya que los perros se irán acostumbrando.

Otro tema importante a tener en cuenta es el descanso del perro. Un perro adulto duerme una media de 13 horas al día. Además, hay que tener en cuenta que con las caminatas, es muy posible que necesite más tiempo de descanso. Por eso, cuando lleguéis al pueblo final de cada etapa, si es posible, déjale descansando.

La comida también es importante. Normalmente se recomienda llevar unos 2 kg de pienso y mezclarlo con latas de comida o restos, ya que la fatiga hace que los perros pierdan el apetito y es posible que no quieran el pienso solo. Otro consejo es llevar algún tipo de refuerzo alimenticio, ya que el esfuerzo que hará, será muy grande.

Hay que tener en cuenta que al viajar con perro, no seremos bienvenidos en todos los hostales del Camino. Por eso, deberéis planear muy bien vuestras etapas y reservar con toda la antelación que podáis vuestro alojamiento. Dormir en ciudades importantes será bastante sencillo, ya que existen muchos alojamientos pet-friendly, pero aún así, no dejéis esto para el último momento.

Tenéis que tener en cuenta que las almohadillas de las patas de los perros también sufren. Si planeáis caminar durante muchos días o con mucho calor, lo ideal sería usar un calzado específico para protegerlo del calor. Además, es conveniente aplicar un poco de crema a diario en sus almohadillas para mantener su elasticidad. Si no vais a usar calzado especial para el perro, es conveniente utilizar cremas específicas para endurecer las almohadillas.

Un buen complemento para vuestra ruta, será un bastón o palo para ahuyentar otros animales sueltos.