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Todo lo que necesitas saber sobre la Credencial del peregrino

Sellos y credencial del peregrino

Si hay algo que no puede olvidarse nunca en el albergue y llevar encima al hacer el camino de Santiago, pese a lo que suele quedarse en más de una litera, eso es la Credencial del peregrino. Esta cartilla rectangular y doblada como un acordeón es casi imprescindible en la ruta jacobea. Repleta de sellos, también compone uno de los recuerdos favoritos de caminantes solitarios o en grupo, ciclistas, navegantesjinetes que realizan el Camino de Santiago. Un documento tan importante como la Compostela, a la que da acceso una vez llegados a Santiago.

Origen de la Credencial del peregrino

La actual Credencial del peregrino no es demasiado antigua. De hecho, data de 1987, cuando en Jaca se realizó un congreso jacobeo protagonizado por las principales asociaciones del Camino de Santiago. Estas decidieron unificar criterios y crear un documento que representara al viajero a lo largo de su travesía. El formato elegido fue el de una cuartilla doblada. En cartón, permite tanto poner sellos como mostrar información básica sobre la ruta. Ha evolucionado a lo largo del tiempo, como se verá más adelante.

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Portada de la Credencial del peregrino actual. | Oficina del peregrino

Su antecedente directo eran las acreditaciones expedidas por diferentes asociaciones, como la de Estella, desde los años 50. Tanto aquí como en territorio francés comenzaron a ser habituales. En todo caso, el aumento de la popularidad del camino a Santiago de Compostela y la presión a la infraestructura que suponían los Xacobeos obligaron a dar el paso tomado a finales de los 80.

Sin embargo, antes ya hubo documentos que permitían a los peregrinos reconocerse como tales ante las autoridades. En los primeros años, tras la peregrinación de Alfonso II, y el resto de la Edad Media no eran habituales, ya que ordenanzas reales y distintos fueros otorgaban derechos a aquellos que iban en romería. De este modo, su palabra tenía prevalencia sobre el resto siempre que fuera jurada. Una cuestión que no tardó en generar abusos. Delincuentes y comerciantes hacían ver que iban a un lugar santo y se aprovechaban de ello. Además, como la limosna era casi inmediata, gente sin recursos también recurría a la ficción jacobea. La protección corría a cargo de caballeros templarios y santiaguistas.

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Pórtico de la Gloria, elemento clave de la catedral medieval
Pórtico de la Gloria, elemento clave de la catedral medieval. | Wikimedia

Los salvoconductos pueden considerarse los primeros predecesores de la Credencial del peregrino. Estos permitían el paso franco por reinos, condados, etc. Se trataba de algo clave en una Europa cuyos estados guerreaban continuamente entre ellos. También los había para delincuentes que debían alcanzar la Catedral de Santiago de Compostela para redimir sus pecados. A partir del siglo XVII y XVIII empezaron a aparecer cartas que certificaban los privilegios de los peregrinos. Expedidas por autoridades competentes, generalmente eclesiásticas, permitían obtener asilo y comida en congregaciones y hospitales.

¿Cómo se obtiene la Credencial del peregrino?

Actualmente es muy sencillo hacerse con este documento. En el caso de estar en España, existen asociaciones de amigos del Camino de Santiago en multitud de ciudades y pueblos. Asimismo, Correos y las cofradías del Apóstol Santiago las expiden. Otro punto de obtención de la Credencial del peregrino son las diócesis locales. Finalmente, los albergues suelen tenerlas, aunque conviene confirmarlo con antelación. De esta forma, se puede comprar la cartilla el mismo día de llegada al punto de salida.

En el caso de querer obtenerla en el extranjero, las alternativas son muy similares. Por un lado, está la opción de buscar una asociación de amigos del Camino de Santiago. Cabe resaltar que su número es mucho más limitado que en suelo español, aunque son relativamente habituales en los países europeos. Por otro, se puede optar por conseguirla en la llegada a España, sobre todo si se parte en alguna de las rutas más concurridas como el Camino Francés, del Norte o Portugués.

Modelo anterior de la Credencial
Modelo anterior de la Credencial. | Hornet 18 (Flickr)

En cualquier caso existe un modelo oficial de cartilla, que es el que se debe adquirir. Su precio varía de los 50 céntimos a los dos euros. También hay diseños alternativos aprobados por la catedral compostelana. En todo caso, hay que prestar atención para evitar engaños y pagar más de la cuenta. La popularidad jacobea han hecho que surjan credenciales alternativas, como la universitaria impulsada por la universidad de Navarra o una canina para los perros que hacen el Camino.

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¿Para qué sirve la Credencial del peregrino?

El documento tiene una triple función: identificativa, informativa y de registro. Así, en herencia de los salvoconductos medievales, es el “pasaporte” del peregrino. Esta función permite recoger fácilmente los datos del mismo, de forma que agiliza la labor de los hospitaleros. Con el incremento de las medidas de seguridad, como la obligación de los albergues de mandar sus registros a la Guardia Cívil, hoy también se pide el DNI u otro elemento que demuestre quién es el viajero. Los datos se escriben en la primera página, donde además se pondrá el último sello.

Mientras tanto, la parte informativa de la Credencial del peregrino quizá sea la que más se pasa por alto. En la segunda página de la misma vienen las normas básicas de actuación, más allá de las no escritas. Estas marcan los mínimos para obtener la Compostela. Así, hay que andar o cabalgar los 100 últimos kilómetros, pedalear los 200 finales o navegar 100 millas y recorrer a pie 100 kilómetros.

Interior de la actual Credencial del peregrino
Interior de la actual Credencial. | Oficina del peregrino

Además, certifica el acceso a la “hospitalidad cristiana” para el portador y recuerda el significado religioso del Camino de Santiago. Señala que los peregrinos en bicicleta o con apoyo externo deben, en principio, buscar alternativas a los albergues jacobeos. Además se recuerda la necesidad de colaborar con los auspicios.

Asimismo, se muestran mapas de las principales rutas a Santiago en España y el extranjero. También contiene tanto la oración como la bendición del peregrino. Esta última proviene del Codex Calixtinus, primera guía del Camino.

Sellos y credenciales general
Sellos en credenciales. | Shutterstock

En cuanto a su función de registro, es sin duda la más vistosa. La cuartilla cuenta con multitud de páginas destinadas a cobijar sellos. Estos deben ser dobles a partir de los últimos 100 kilómetros. El objetivo es demostrar que se ha recorrido el Camino de Santiago desde donde se afirma y tener estadísticas fidedignas. De esta forma se obtiene la Compostela con su texto en latín. En rutas largas suele valer con uno diario. Si falta algún día debido a haber acampado al aire o dormido en una casa particular también se admite normalmente. En el caso de querer el certificado de distancia, sí conviene llevar un sellado más severo. Además, es un recuerdo de primera.

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