fbpx

Camino Primitivo “entre nubes y vacas”

Camino Primitivo

POR QUÉ ELEGIR EL CAMINO PRIMITIVO

El Camino Primitivo es una ruta dura. Los habituales 13 días que se tarda en llegar de Oviedo a Santiago de Compostela trascurren por montaña hasta Lugo. Tras ello, la llegada a la capital jacobea se relaja un tanto. Menos transitada que el Camino Francés, pero popular y cuidada, esta vía es ideal para peregrinos veteranos. Estos la disfrutarán especialmente, al conocer mejor su forma de andar y cómo asumen los continuos requiebros.

Como ruta independiente, posee una distancia más mesurada que otras alternativas. Esto permite recorrer el Camino Primitivo entero sin necesidad de hacerlo por tramos. Por otro lado, tiene una gran relación con el Camino del Norte. Optar por virar hacia Oviedo en lugar de seguir recto a Gijón es una posibilidad para los peregrinos de la costa. De esta forma, el trazado que parte de Irún puede culminarse atravesando el sendero primigenio a la tumba del santo.

Precisamente su carácter fundacional es lo que más destaca del Camino Primitivo. Como se narra más adelante, fue el primer Camino de Santiago. Alfonso II El Casto fue el monarca asturiano que comenzó oficialmente la peregrinación a Santiago de Compostela. Lo hizo por esta ruta interior, que evitaba a los temidos moros. A quien le guste la historia jacobea, los retos físicos y ciertas dosis de soledad, tienen en esta alternativa una gran opción.

A continuación, una serie de observaciones sobre este trazado. Se tratan desde la historia hasta consejos sobre dónde dormir en el Camino Primitivo.

El nombre del Camino Primitivo describe a la perfección su carácter histórico. Se trata de la ruta que probablemente recorrió el rey Alfonso II El Casto en su peregrinación a Santiago de Compostela. El viaje fue el primero de tipo oficial, a comienzos del siglo IX. Los nodos que se unían eran la capital del reino ovetense y el lugar donde se descubrió la sepultura de Santiago, en el obispado Iria Flavia. Pero no solo el descubrimiento de la tumba del Apostol hizo clave este Camino de Santiago. Su importancia histórica en los inicios del fenómeno jacobeo tenía dos patas.

Primero, la Basílica de San Salvador, que acabaría transformada en la actual Catedral de Oviedo, era en la época un centro de peregrinación. En la Alta Edad Media poseía el Arca Santa de las reliquias en su Cámara Santa. La caja de madera de cedro se supone que contenía reliquias de Jesús de Nazaret y su madre María. También el Pañolón de Oviedo, un sudario de Jesucristo, y reliquias de varios santos. El arca, que posteriormente fue recubierta de plata, cobró gran fama en todo el orbe cristiano desde el año 1035. Esto se debió a un milagro: al ser abierta, rechazó con sus destellos al obispo Ponce y sus acompañantes.

De tal prestigio viene el conocido dicho jacobeo, “quien va a Santiago y no a San Salvador, honra al siervo y descuida al Señor”. El relicario motivó diversos desvíos. Por ejemplo, muchos peregrinos del Camino Francés dejaban dicha ruta en la ciudad de León par ir a Oviedo. Tras tomar la antigua calzada romana subían el puerto de Pajares y llegaban a Oviedo. También existe una alternativa en el Camino del Norte que baja a Oviedo para después retomar la ruta en Avilés o terminar por el Camino Primitivo.

El segundo motivo de su primigenia popularidad fue la inseguridad que presentaba el Camino Francés. En los primeros siglos de la peregrinación, la Reconquista no estaba consolidada al sur y el pillaje era habitual. Tal es así que llegó a fundarse una orden militar para proteger a los peregrinos. Incluso después, el bandidaje motivaba a multitud de peregrinos a optar por el Camino Norte y su continuación por el Camino Primitivo.

Tras las dos crisis del Camino de Santiago, la primera de sus rutas fue recuperada en el pasado siglo. Con ciertas modificaciones, como en el resto de los casos, hoy en día florece. Pese a ello, el Camino Primitivo conserva su carácter jacobeo y aislado.

El ambiente natural es el predominante en éste recorrido. El Camino Primitivo discurre por el trazado marcado por la antigua calzada romana que comunicaba Oviedo con Lugo. El extremo occidental de la Cordillera Cantábrica está repleto de lugares excepcionales. Desde los primeros repechos hasta la inmersión en la montaña, se transitan paisajes de excepción. Los pasajes boscosos se mezclan con valles en los que observar ganado bovino y caballos. Las castigadas llanuras de altura, sin protección, ofrecen también pingües postales, así como los entornos fluviales. El Camino Primitivo posee toda la belleza que se espera de un entorno interior y montañoso.

También te puede interesar  Los 10 bosques más grandes de España

Con en torno a 320 kilómetros, el Camino Primitivo ofrece una distancia prudente para ser recorrida del tirón. Hacen falta dos semanas para culminarlo andando, mucho menos en bicicleta. Este es el tiempo mínimo para que el peregrino pueda verse inmerso en el ambiente del Camino de Santiago de forma total. Pudiendo notarse claramente la evolución de cuerpo y mente, a nivel temporal es una ruta muy bien equilibrada.

El continuo trasiego a través de valles y cumbres pasa factura al peregrino. No es el ascenso a los grandes puertos lo que mata, sino los sube y bajas que se suceden sin piedad. Una planificación realista de las etapas hace que se solvente esta dificultad. Otro factor que aumenta la dureza en el entretiempo es la presencia de barrizales y terreno resbaladizo. El alivio que supone la ausencia de asfalto se torna en varios tramos en un contratiempo. En invierno, el Camino Primitivo sublima el reto, al ser la nieve más que habitual en sus zonas de montaña. Por todo lo anterior, una correcta forma física es algo más necesario que en rutas como el Camino Francés. Conviene haber entrenado y conocer los límites propios para evitar lesiones.

Al ser un recorrido más corto que otros Caminos de Santiago, los monumentos son menos en número. Algo lógico pero que no resta atractivo a esta peregrinación. Los dos principales hitos se encuentran en el par de ciudades más grandes del Camino Primitivo.

La Catedral de San Salvador en Oviedo saluda al peregrino en el inicio de su andanza. Lo que hoy se observa es el resultado de una evolución que comenzó en el siglo IX. De tal estilo es su famosa Cámara Santa. El conjunto se fue desarrollando en forma de ciudad santa hasta que en el siglo XIII se inció una construcción. Las fases de esta se extendieron hasta el XVI, con retoques posteriores. Por otro lado, en Lugo se halla el conjunto amurallado romano mejor conservado de España. El recinto del siglo III/IV rodea el centro lucense de forma imponente.

Una terna de templos merecen ser destacados entre el resto de los existentes en el Camino Primitivo. En Asturias se asientan dos de ellos, católicos ambos. En Salas se erige la colegiata de Santa María la Mayor. Se trata de una construcción unida a la familia Valdés-Salas. De hecho, su mayor activo es el conjunto funerario dedicado a Fernand de Valdés-Salas. Del renacentista Pompeyo Leoni, rinde tributo al que fuera Inquisidor Gerenal de España y fundador de la Universidad de Oviedo. En Grandas de Salime está la iglesia del Salvador. Se trata de una edificación que ha ido obteniendo múltiples añadidos a lo largo del tiempo. Este puzzle de estilos se culminó con su decimonónico pórtico de arcos de medio punto. Por último, tras Lugo uno puede desviarse del Camino Primitivo para ver Santalla de Bóveda, un santuario tardorromano único en el mundo.

En cuanto a monasterios, un pareja brilla. San Salvador de Cornellana, en el concejo de Salas, remonta su historia al siglo XI. Unido a la nobleza local en su inicio, pasó después a la orden cluniacense. Actualmente se encuentra en proceso de restauración, gracias al activismo de los vecinos de Cornellana. Cerca de Tineo está Santa María de Obona. Del císter, su iglesia se mantiene más o menos entera mientras que el resto del conjunto sufre un gran deterioro. Con un supuesto origen prerrománico e historias paranormales a su alrrededor, merece la pena visitarlo.

Ya se ha mencionado que el Camino Primitivo fue el primero de todos. La leyenda fundacional narra la aventura del rey Alfonso II el Casto. Tras enterarse del descubrimiento de la tumba del Apostol en las inmediaciones de Iria Flavia, decidió peregrinar al lugar. Siguiendo un trazado muy cercano al actual, marcó los pasos a futuros caminantes.

La ruta está muy bien equipada en lo tocante a alojamiento. Los más humildes, los albergues, están dispuestos de tal modo que las etapas son cómodas. Cabe resaltar que en algunos puntos de este recorrido primigenio a Santiago no hay más que simples hospederías. Si no hay servicios, los taxis ofrecen transporte rápido al peregrino. Más abajo puedes encontrar una selección de pensiones y hoteles donde dormir en el Camino Primitivo.

También se despliegan enclaves gastronómicos donde disfrutar al máximo de los platos típicos asturianos y lucenses. Se trata de un estilo de comida típico de interior y, habitualmente, muy copiosa.

También te puede interesar  Los parques naturales más bonitos de España

La orografía y tipos de senderos habituales en el Camino Primitivo hacen que las botas de montaña sean la mejor opción. La abundancia de zonas pedregosas, bajadas y subidas fuertes así como de barro harán que merezcan la pena.

La ruta a Santiago más antigua no se caracteriza por tener excesiva carretera. Sin embargo, en algunos tramos de asfalto apenas hay arcén o visibilidad en las curvas. Por ello, no está de más portar prendas de alta visibilidad. La precaución debe ser máxima, priorizando esta a la velocidad de avance.

Por otro lado, al ser un trazado montañoso es conveniente asegurarse de estar bien comunicado. En caso de un error, el móvil siempre puede convertirse en la solución. A pesar de las buenas indicaciones existentes, perderse siempre es una posibilidad. Llevar baterías externas es una forma de ir sobre seguro.

El Camino de Santiago más montañoso, junto al Camino Aragonés, ofrece un buen equilibrio entre compañía e intimidad. Con todo, en verano se puede masificar y en invierno encontrarse muy vacío. La dureza del recorrido y el que no haya exceso de peregrinos favorece la rápida creación de vínculos fuertes. La buena predisposición de los lugareños hace asumible a uno de los trazados jacobeos más costosos y aislados.

El ambiente mientras se anda es en general de excepción. Tanto las subidas a los puertos de montaña, como las castigadas esplanadas en los altos, así como los valles fluviales y las zonas de pasto o cultivo, ofrecen bellas composiciones. Hay mucho sendero, imponiéndose en general a la carretera. La señalización del Camino de Santiago original es muy buena. En época de lluvias, esto puede ser algo molesto, así como cuando hay nieve.

Sus características ambientales hacen del Camino Primitivo uno ideal para peregrinos veteranos.

Camino Primitivo

LUGARES Y RECORRIDO DEL CAMINO PRIMITIVO

La ruta por el Camino Primitivo está bastante marcada por los servicios de cada una de sus localidades. La mayor variante supone elegir entre ir por Pola de Allande o los Hospitales tras Grandas de Salime. La diferencia de distancia son solo unos kilómetros y no varía el final de su etapa. Hasta Lugo se demuestra que si no es el Camino de Santiago más duro, está en la lista de posibles. Después, la dificultad baja en picado al tiempo que aumenta la placidez. En Melide se fusiona este trazado con el Camino Francés, con todo lo que ello supone.

Oviedo puede ser un punto de partida o de continuación. El peregrino que se haya decantado por el recorrido primigenio a Santiago de Compostela se encontrará con aquellos que decidieron culminar el Camino del Norte por dentro. Las cercanas iglesias prerrománicas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo son accesibles si se tiene un conocido con coche. Se trata de una visita recomendable. Sea como fuere, tras conocer la histórica ciudad asturiana se echa a andar, o pedalear.

Aunque se deja intuir, la dureza de la etapa hasta Grado es relativa. El casco histórico del pueblo está declarado Bien de Interés Cultural. Posee un buen surtido de casas de indianos. Al día siguiente aguarda Salas. Para alcanzarla hay que subir el Monte Fresno, donde existe un santuario dedicado a la virgen homónima. Tras la bajada, tras pasar la aldea de La Dóriga, se encuentra Cornellana. Es el hogar del gran monasterio de la jornada, el de San Salvador, que acoge peregrinos. Más adelante queda Salas. La impronta de la familia Valdés-Salas domina el conjunto monumental del lugar. Desde la Colegiata de Santa María la Mayor al palacio de la estirpe, su legado es muy interesante.

Tineo es el próximo destino del Camino Primitivo. Se trata de un pueblo grande y con todos los servicios. El trazado hasta él es muy interesante, con un ascenso inicial prolongado. El paisaje boscoso y los amplios valles son predominantes.

El alto de Piedratecha marca la salida de Tineo. Tras superarlo, previo desvío de unos 800 metros, se halla el Monasterio de Santa María la Real de Obona. Si el objetivo de la etapa es Borres, es más que asumible. El ambiente es el típico del Camino Primitivo, con altitudes, valles y bosques. Parar en Borres permite encarar la subida a El Palo con energía.

A continuación el trazado que dio inicio al Camino de Santiago presenta dos alternativas. La primera, por Pola de Allande. Cabeza de concejo, ofrece todo lo necesario para reposar antes de el ascenso fuerte del día. La segunda, de los Hospitales, es la versión salvaje. Preciosa pero peligrosa en caso de mal tiempo o nieve, es más corta y directa que su hermana. Siguiendo una antigua vía romana, posee ruinas de varios hospitales de peregrinos, ya que en la antigüedad era por donde se iba.

También te puede interesar  Las mejores calas de Menorca que puedes visitar en barco

Por un lado o por otro, se llega al Puerto del Palo. Tras sus imponentes vistas y la aldea de Montefurado y Lago, Berducedo espera al cansado peregrino. La Iglesia de Santa María es digna de una visita. La zona entremezcla cultura gallega y asturiana. Siguiendo, el Camino Primitivo pone su vista en Grandas de Salime y su ecléctica iglesia de San Salvador. Más que subir, toca bajar y rodear el embalse de Salime, que recoge aguas del Navia. Las vistas son, otra vez, de excepción. Una constante en la ruta jacobea inicial.

Aunque Asturias vaya tocando a su fin, todavía guarda un par de sorpresas. En Castro se pueden ver las ruinas de Chao Samartín. La fortificación de la Edad de bronce fue arrasada por un terremoto en el siglo dos de esta era. En Peñafuente merece un vistazo la Iglesia de Santa María Magdalena. Entrar en Galicia como peregrino suele suponer asumir un puerto de montaña. En este caso es el Acebo. Sin embargo, es bastante suave en comparación con otros ya pasados. Fonsagrada es el primer lugar donde dormir en Galicia en el Camino Primitivo. Tiene todos los servicios.

Mientras uno se acostumbra al aumento de vacas se pasa por lo que queda del Real Hospital de Santiago de Montouto. Fue un enclave vital en su tiempo. El desnivel más severo es la Cuesta del Sapo. Digna de ser temida, más de un peregrino quedó varado en ella. El resto de requiebros camino de O Cávado son menos severos. El Camino Primitivo antes pasaba por Vilabade, aunque hoy oficial hoy obvia el lugar en favor de Vilalle. Si se tiene energía, teniendo en cuenta que no quedan ya dificultades reseñables hasta Santiago, es mejor optar por la variante vieja. Así se puede ver la Iglesia de Santa María, el castillo y el Pazo de Vilabade.

Con tranquilidad se va alcanzando Lugo y sus murallas romanas. En Soutomerille, poco después de Vilar de Cas, se alza la Iglesia parroquial de San Salvador. Esta parroquia abandonada y fantasmagórica es digna de un paseo reposado. Ya fuera del embrujo gallego que se ha vivido, queda Lugo.

La placidez marca lo que queda hasta Melide, donde se enlazan la ruta a Santiago más antigua y la más popular. Las aldeas trufan el recorrido, aunque muchas de ellas no tengan servicios. Es posible parar tanto en San Romao de Retorta como en Ferreira. Según se quiera recortar kilómetros en una jornada u otra, así se deberá elegir.

En Melide enlaza con el Camino Francés. Esto supone el final del tramo exclusivo del Camino Primitivo. En el lugar más famoso para comer pulpo a la gallega se verá el aumento de peregrinos típico de la vía francesa. Con ella se comparten los últimos 40 kilómetros. En este enlace se tiene la descripción de lo que queda.

imagen_caminodesantiago_personasmayores2

LUGARES DONDE COMER Y DONDE DORMIR EN EL CAMINO PRIMITIVO

Para acabar y echar una mano para planificar tu ruta, te ofrecemos los mejores lugares para comer y donde dormir en el Camino Primitivo. La gastronomía es excelente al pasar por el interior de Asturias y Lugo. Por eso tienes los enlaces a los lugares perfectos para comer en cada localidad de la ruta a Santiago más antigua

Cuando se trata de descansar se han priorizado opciones cómodas para dormir, en lugar de los habituales albergues. El Camino Primitivo no tiene tanta variedad de alojamientos como algunos de sus hermanos. Sin embargo, es posible disfrutar de un rango amplio de pensiones y hoteles para dormir en él.

He aquí nuestra selección de lugares donde comer y donde dormir en el Camino Primitivo:

Oviedo

San Juan de Villapañada

Salas

Tineo

Pola de Allande

La Mesa

Grandas de Salime

A Fonsagrada

San Romao de Retorta

Melide

Lugo

Arzúa

O Pedrouzo – Arca

Santiago de Compostela