El Camino de Santiago con niños

Cada vez, debido a la atareada rutina que solemos llevar, tenemos menos tiempo durante el año para poder pasarlo con los más pequeños de la casa. Por eso las vacaciones de Semana Santa o de verano son un momento ideal para hacer una escapada familiar. ¿Qué mejor plan que hacer el Camino de Santiago con tus hijos? El Camino hasta Santiago de Compostela puede ser una aventura familiar de la que tanto pequeños como adultos disfruten al máximo.

Aunque es una experiencia inolvidable y preciosa, es importante tomar algunas precauciones. No te pierdas nuestros consejos generales para hacer el Camino de Santiago y sigue leyendo para conocer nuestros consejos para realizar la ruta jacobea con niños.

Aunque siempre decimos que no hay edad para hacer el Camino, ya que el Camino ofrece múltiples rutas y todas ellas muy flexibles, no se recomienda que los peques tengan menos de 3 años para realizarlo. Además, hasta los 6 años, se recomienda llevar un carrito adaptado para montaña por si los niños se cansan demasiado. Pero nadie va a conocer a vuestros hijos mejor que vosotros, así que debéis juzgar vosotros mismos.

La mejor ruta para hacer con niños es el Camino Francés. Esta es la ruta más sencilla, la más transitada y la que cuenta con más alojamientos y servicios durante la misma. La sencillez hará que los niños no se agoten tanto y que se mantengan motivados al ver que son capaces de realizar las etapas programadas. Al ser la ruta más transitada, es casi seguro que encontraréis a más niños por el Camino, lo que permitirá que se relacionen, jueguen y, nuevamente, se mantengan más motivados. Además, hay menos distancia entre sitios con posibilidad de hacer un descanso y abastecerse.

Por todas estas razones, la opción que más familias eligen es hacer los últimos 100 kilómetros del Camino Francés (desde Sarria).

El Camino Francés es perfecto para realizarlo en primavera, por eso, las vacaciones de Semana Santa son idóneas. Sin embargo, también se puede hacer en verano, siempre teniendo más precauciones con el calor. Por eso, es muy importante empezar a caminar desde primera hora de la mañana y parar al mediodía, ya que después comienzan las horas más calurosas. Aunque esto es un consejo para todos los peregrinos, es importante hacer especial hincapié en los peregrinos más pequeños, ya que su resistencia no es la misma que la de un adulto, y es más sencillo que sufran de insolación o deshidratación.

El Camino de Santiago supone un esfuerzo físico considerable para todos los peregrinos, pero en especial para los niños. Por eso es importante calcular muy bien la extensión de las etapas y las paradas para descansar. Lo ideal es plantear las primeras etapas más cortas que las últimas, y no sobrepasar los 20 kilómetros por día (aunque lo recomendable es hacer 15 kilómetros diarios al ir con niños, si vuestros hijos son más mayores y creéis que pueden con más, se puede llegar hasta los 20 km. diarios).

Existe el eterno debate de si es necesario entrenar antes de hacer el Camino o no. Aunque muchos adultos comienzan el Camino sin ninguna preparación, es especialmente importante que con niños nos preparemos bien. Un mes y medio o dos meses antes podemos empezar a hacer rutas de senderismo que encontremos cerca de nuestra ciudad. Podéis echarle un vistazo a varias opciones que tenemos en nuestra página. Si tenéis pensado que vuestros hijos lleven su propia mochila durante el Camino, es conveniente que también la lleve mientras hagáis estas rutas de preparación. También es importante que lleven el mismo calzado, nunca se debe estrenar calzado en el Camino ya que, con toda seguridad, nos saldrán ampollas. Para evitar eso, podemos comprar calcetines especiales en tiendas de deportes y debemos mantener los pies siempre secos e hidratados.

También es importante que los peques estén motivados antes de hacer el Camino, para eso tenéis que contarles sobre esta experiencia. Qué es el Camino, por qué lo vais a hacer… También podéis hablarles de la historia del Camino, hay muchas leyendas e historias que giran en torno a esta peregrinación. Cuanto más sepan vuestros hijos, más ganas tendrán de hacer el Camino, y si os preguntan algo que no sepáis, siempre podréis recurrir a nosotros.

Para los niños, andar no tiene que ser visto solo como eso, andar. Andar puede ser un juego. Existen muchos juegos para realizar durante las marchas. Un ejemplo es el de la piedra: Una persona tiene una piedra que irá pasando de mano en mano cuando alguien diga una palabra prohibida (como “sí” o “no). Para aumentar la motivación de los niños, podéis hacer que el que termine sin la piedra tenga un premio esa noche. También podemos crear un cuaderno de viaje, en el que dibujen o escriban lo que más les ha gustado del día. Otra cosa que motivará a los peques, es sellar la credencial en los albergues y en otros negocios que, aunque no sean sellos oficiales, serán un bonito recuerdo para ellos. Además, si se hacen los 100 km. podremos solicitar la Compostela.

Es importante hacer varias paradas durante cada etapa. Las paradas deben hacerse cada hora caminada y ser de unos 5 minutos, tiempo justo para descansar un poco, beber agua y comer algo que dé energías (zumos, cereales, fruta, frutos secos…). Aunque al ir con niños, siempre se debe ser un poco más flexible y si estamos en un sitio donde puedan disfrutar, hacer paradas más largas.