No es casualidad que el Camino Francés sea la ruta más popular en el peregrinaje a Santiago de Compostela. Para los amantes del arte, es todo un placer disfrutar del camino mientras se descubren las joyas del románico y del gótico que han convertido a esta ruta en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero más allá de las grandes catedrales de Burgos, León, Pamplona o Santo Domingo de la Calzada, las iglesias del Camino Francés son también paradas obligatorias en esta ruta, al tratarse de pequeñas joyas de gran valor artístico e histórico.
Colegiata de Roncesvalles
Roncesvalles no es sólo el punto de partida de esta ruta por su gran importancia histórica: también cuenta con un patrimonio artístico de primer nivel. Su Colegiata es una de las iglesias del camino francés que no deberías dejar pasar, ya que está considerada como el mejor ejemplo navarro del gótico galo. Construida en el siglo XIII imitando el patrón del templo parisino de Notre Dame, la iglesia alberga una bella imagen de la Virgen con el niño y la enorme tumba del rey Sancho VII El Fuerte, del que se dice que medía más de 2 metros.
Santa María de Eunate (Muruzábal)
La poco convencional planta octogonal de Santa María de Eunate la convierte en una de las iglesias del camino francés más originales. De estilo románico, el templo fue construido en el siglo XII en circunstancias inciertas. Históricamente se le ha relacionado con la orden templaria, pero también se dice que durante un tiempo fue un hospicio para peregrinos. Su bonito patio arcado bien merece un paseo antes de adentrarse en la localidad de Puente la Reina.
San Martín de Tours (Frómista)
Ya en la provincia de Palencia, en concreto en la villa de Frómista, nos encontramos con una de las obras más importantes del románico en nuestro país. Se trata de la iglesia de San Martín de Tours, un templo que perteneció al monasterio fundado por Doña Mayor de Castilla en el siglo XI y que ha sobrevivido a varias restauraciones a lo largo de su historia. A pesar de su edad, esta iglesia del camino francés sigue impresionando por sus preciosos capiteles interiores y sus más de 300 canecillos con figuras fantásticas y mitológicas.
San Isidoro de León
El templo de San Isidoro en León es una parada imprescindible entre las iglesias del camino francés. Reconstruida en el siglo XI tras ser arrasada por Almanzor, la basílica fue la primera de estilo románico erigida en territorio leonés. Sus dos espectaculares portadas -la Puerta del Cordero y la del Perdón- y el Panteón Real que alberga a sus pies son de obligada visita para cualquier peregrino enamorado del arte y la historia españolas.
Santuario de Santa María la Real (O Cebreiro)
Durante sus primeros pasos en Galicia, el peregrino puede encontrarse con uno de los templos más antiguos del Camino de Santiago: el santuario prerrománico de Santa María la Real, en O Cebreiro. Esta iglesia, fundada en el siglo IX por monjes benedictinos, formaba de parte de un monasterio con hospedería y hospital que ha sido restaurado por los numerosos incendios que sufrió a lo largo del tiempo. Sus gruesos muros y sobria decoración la convierten en una de las iglesias del camino francés que no olvidarás por toda la historia que encierra.
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Texto: Marta G. Coloma
