La Semana Trágica II: Dios no está en Barcelona

Jueves 29 de julio de 1909, Barcelona, L’indomable de Barcelona

Las masas obreras quemaron, en la noche del martes al miércoles, decenas de edificios eclesiásticos. Ni siquiera se sabe el alcance real de unos daños que han dejado al menos una víctima mortal entre los religiosos, un fraile que ha fallecido tras el incendio de la residencia de los Maristas. Durante estos dos días se ha visto incluso a algunos hombres bailando por las calles con los cadáveres de monjas que han sacado de sus tumbas, calles que, además, están llenas de barricadas. Por otra parte, nadie quiere hacerse ya cargo de la dirección de esta insurrección que ha tomado una dirección muy diferente a la del inicio.

Arde la Ciudad Condal

La mañana del miércoles, la Ciudad Condal amanecía salpicada de inmensas columnas de humo. La quema de Los Maristas de Poblenou, de la que este diario informó el pasado martes, fue el primero de una serie de incendios que han convertido a Barcelona en un infierno. Los objetivos han sido, en su enorme mayoría, los edificios eclesiásticos, aunque también es cierto que la gran mayoría de los ataques no se han dirigido a las personas, sino a los bienes materiales. La protesta por la guerra ha pasado, tal como predecía L’indomable de Barcelona, a una revuelta anticlerical con nefastas consecuencias.

incendios semana trágica

“Las hermanas estábamos alertadas de las atrocidades que se estaban cometiendo, pero no podíamos irnos del convento, así que, cuando escuchamos ruidos, nos escondimos en la despensa”, narra sor Inés, una de las monjas del convento de Capuchinos de Nuestra Señora de la Ayuda (reducido a cenizas) que pide no revelar su nombre real. “Entonces, un grupo de hombres con muy mala pinta, provistos de pistolas muy a la vista, nos hicieron salir del edificio”, continúa: “Querían quemarlo”.

Sor Inés relata cómo antes de dejarlas salir, los revolucionarios inspeccionaron también todo el edificio e incluso desnudaron a una de las monjas con la intención de encontrar riquezas entre sus ropajes. “A pesar de todo, y gracias a Dios, es cierto que esos sinvergüenzas no nos tocaron. Una vez nos habían inspeccionado, nos dejaron marchar”, añade.

Este es el modus operandi que los asaltantes han llevado a cabo en la mayoría de los casos, desatando un odio que lleva fraguándose en las filas de Lerroux desde hace años. Incluso hay algunos hombres y mujeres que han osado profanar las tumbas de los cementerios, buscando, supuestamente, la confirmación de oscuros rumores de torturas y tesoros escondidos. La locura llegó a su máxima cuando el joven discapacitado mental Clemente García fue visto por las calles de la capital bailando con el cadáver de una monja.

ataúdes abiertos en la calle de Casanovas

De revuelta obrera a revuelta anticlerical

A pesar de que la orientación clerical de las protestas parece haber surgido de forma espontánea, el descontento del pueblo con la clase religiosa no es nuevo. Los obreros acusan al clero de practicar competencia desleal, comerciando con productos a precios muy reducidos, lo que se traduce en una rivalidad comercial con ellos mismos. Asimismo, existe un gran descontento con el monopolio que la educación religiosa ostenta en Catalunya, una educación que solo pueden pagarse, una vez más, las familias pudientes, mientras que los hijos de los obreros deben de empezar a trabajar desde edades muy tempranas.

Tampoco hay que olvidarse del anticlericalismo que promueve el propio Partido Republicano Radical, que ha calado en su electorado, así como en las filas anarquistas. De hecho, célebre es la frase de su dirigente, Alejandro Lerroux: “Icemos los velos de las novicias y elevémoslas a la categoría de madres”. La virulencia de estos días contra la Iglesia recuerda a la quema de los conventos que ya asoló la urbe en 1835.

Las barricadas y la lucha en las calles

barricada semana trágica

Además de los incendios, las barricadas también han ocupado las calles de Barcelona, extendiendo batallas campales entre las autoridades y los insurrectos. Solo en el barrio de Gràcia se calcula que hay alrededor de 76 barricadas. Asimismo, la comisaría de Poblenou ha sufrido ya dos asaltos. La Policía ha terminado por abandonar las comisarías periféricas.

La violencia se ha visto intensificada aún más con las acciones de los temidos pacos, francotiradores que disparan a las autoridades desde las azoteas de la ciudad. Tan solo hay un momento de tregua: el que se produce antes de las 9.00 de la mañana, cuando se permite la apertura de los comercios con la intención de abastecer a la población.

¿Quién dirige las protestas?

Colegio Pía santo Anton

Desde el martes se vienen produciendo reuniones entre los representantes de diferentes facciones políticas que no han desembocado en una posición ni clara ni unánime. Unos no están conformes con el cariz anticlerical que ha tomado la huelga. Otros se niegan a reclamar el mando de las protestas si estas no se extienden por el resto del estado español. Mientras tanto, el gobierno de Maura ha hecho correr el rumor de que la insurrección es de carácter nacionalista.

Finalmente, a las 11.00 de la noche de ayer, el dirigente del Partido Socialista Obrero, Pablo Iglesias, y el anarquista Miguel V. Moreno han acordado publicar un manifiesto en el que reclamarán la vuelta de los obreros al trabajo. Esta misma noche, Iglesias ha pedido a los militantes más radicales que abandonen las barricadas y regresen a sus casas, cosa que no ha ocurrido.

Imagen de portada: Barcelona en llamas. | Wikimedia