Maravillas de Santa Cruz de Tenerife que hay que ver al menos una vez en la vida
La provincia de Santa Cruz de Tenerife comprende la mitad occidental del archipiélago canario. Cuatro islas llenas de contrastes donde la exuberancia tanto cultural como natural brinda experiencias únicas. Cada una es un mundo, pero la inconfundible esencia canaria sirve de hilo conductor. Estas son algunas de las mejores maravillas de Santa Cruz de Tenerife.
Maravillas que hay que descubrir en Santa Cruz de Tenerife
El Parque Nacional del Teide, a los pies del volcán
El Teide, techo de España con sus 3718 metros, no solo impresiona por su tamaño descomunal. Su condición de volcán le añade un encanto especial, y crea un paisaje lleno de cráteres, coladas de lava y sorprendentes formaciones rocosas que nos trasladan directamente a otro planeta.
Ascender en teleférico hasta su cima regala unas vistas impresionantes que abarcan el Atlántico y las islas vecinas, aunque realizar la subida a pie es una aventura aún mejor. Precisamente el senderismo (incluso el nocturno) y la fotografía son dos actividades que no pueden faltar. Además, su magia se acentúa con los colores espectaculares del crepúsculo.
La Torre del Conde, el gótico canario
Sorprende toparse con monumentos medievales en Canarias, sobre todo en la pequeña isla de La Gomera. Pero esta torre es testimonio de la conquista castellana del archipiélago y su historia nos lleva al lejano siglo XV, cuando sirvió de fortaleza defensiva.
Visitar el interior de la torre, donde hay una exposición sobre la historia de la isla, es una lección apasionante acerca de nuestro pasado. Merece la pena dar un pasado por el parque que la rodea, donde se cuenta que el mismísimo Cristóbal Colón estuvo antes de su viaje en busca de América.
El Sabinar de La Dehesa, la hermosura de El Hierro
El Sabinar de La Dehesa, en la isla de El Hierro, parece sacado de algún cuento de hadas gracias al conjunto de sabinas centenarias que le dan nombre y carácter, todas moldeadas por el viento a lo largo de los siglos. Sus formas retorcidas solo se pueden definir como teatrales, algo que parece a punto de decirnos algo.
Caminar entre estos árboles hace sentir la energía única de este paisaje. Es un lugar inmejorable para la fotografía, o simplemente para conectar con la naturaleza en sus formas más puras e insólitas.
San Cristóbal de La Laguna, la primorosa ciudad colonial
San Cristóbal de La Laguna es el ejemplo perfecto de ciudad colonial española, y su belleza y valor histórico le valieron la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Su trazado urbano fue el primero sin murallas en la época de la conquista y sirvió de modelo para muchas ciudades de América.
Se trata de una ciudad vibrante, llena de vida universitaria y encanto cultural, por la que es una delicia pasear y fijarse en las calles empedradas, los balcones de madera, los palacios históricos o la centenaria Catedral de La Laguna.
El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, un paraíso de La Palma
La belleza natural inigualable de la Caldera de Taburiente se debe a su peculiar formación: un cráter erosionado, de unos 10 kilómetros de diámetro, rodeado de picos montañosos y cubierto por un denso bosque de pinos.
Caminar por sus senderos ofrece verdaderos regalos en forma de cascadas escondidas y miradores impresionantes. La ruta al mirador de La Cumbrecita es especialmente recomendable para obtener unas vistas panorámicas del parque de esas que dejan sin palabras.
Los Órganos, música celestial
El Monumento Natural de Los Órganos, en La Gomera, recibe su nombre por la singular formación rocosa que surge en la costa norte de la isla, que se asemeja a los tubos de un órgano colosal. La acción volcánica y la erosión marina han dado lugar a esta maravilla geológica que solo es accesible por mar.
Para contemplar el incomparable espectáculo de las columnas basálticas, que parecen talladas a mano, es posible realizar excursiones en barco desde Valle Gran Rey y así deleitarse desde el mar con esta impresionante formación.
El Observatorio del Roque de los Muchachos, vistas al infinito
Efectivamente, una de las maravillas de Santa Cruz de Tenerife es un observatorio astronómico, pero no uno cualquiera. Encaramado a 2396 metros de altura, representa uno de los mejores lugares del mundo para la observación del cielo y del espacio.
Una visita guiada permite aprender sobre los telescopios y la investigación que se lleva a cabo en este punto de La Palma. De noche, incluso a ojo desnudo, se disfruta de un cielo estrellado que nos convence enseguida de que no hay nada comparable en España.
El Auditorio de Tenerife, una joya de vanguardia
Tenerife alberga una de las más asombrosas expresiones de la arquitectura contemporánea, una obra que a menudo se ha comparado con el edificio de la Ópera de Sídney. El Auditorio Adán Martín, diseñado por el prestigioso Santiago Calatrava, se ha erigido en todo un icono de la ciudad de Santa Cruz.
Su impresionante sala principal, con una excelente acústica, aporta otra dimensión a cualquier concierto o espectáculo que presenciemos. Además, desde la terraza hay una vista maravillosa sobre el océano, con un imponente diseño curvo que parece emerger de las olas.
Los dominios de la laurisilva: el Parque Rural de Anaga
Declarado Reserva de la Biosfera, este parque rural es conocido por sus frondosos bosques de laurisilva, una reliquia de la era terciaria que se mantiene solo en unos pocos lugares del mundo. Este punto, en la isla de Tenerife, es uno de ellos.
Nuevamente, la mejor manera de disfrutarlo es el senderismo. A través de estos bosques primitivos se ven aparecer pueblecitos tradicionales como Taganana o miradores que nos regalan montañas, barrancos y océano.
Roca y mar en el Monumento Natural de Las Playas
El Monumento Natural de Las Playas es una impresionante bahía semicircular en la costa este de El Hierro, flanqueada por acantilados de hasta mil metros de altura que caen abruptamente al océano. Este enclave natural, de aguas tranquilas y cristalinas, ofrece un refugio sereno y aislado donde desconectar y disfrutar de la naturaleza más pura.
Destaca el majestuoso Roque de la Bonanza, una formación rocosa que emerge del mar como un símbolo icónico de la isla. Las Playas es un lugar perfecto para contemplar amaneceres espectaculares, hacer senderismo por los acantilados o relajarse en sus tranquilas orillas.
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