El acueducto romano más largo de España

Actualmente, solo los vecinos de la comarca o los muy fanáticos del Imperio Romano conocen la que es una de las más impresionantes obras de ingeniería antigua de nuestro país. Se trata, de hecho, del acueducto romano más largo de España, pero sigue siendo casi un secreto, bien custodiado entre laderas escarpadas y bosques fragosos. Descubramos algo más sobre él.

Una genialidad romana en lo profundo del monte

Una de las cosas que más nos siguen fascinando de los romanos es el dominio que consiguieron del territorio a la hora de hacerlo habitable. La ingeniería fue casi un arte a lo largo y ancho del imperio, y la grandiosidad exquisita de sus acueductos es hoy todavía bien visible en muchos puntos de España. Con todo, este acueducto rompe todos los esquemas.

El acueducto de Peña Cortada, ingeniería monumental

Acueducto romano de Peña Cortada. | Shutterstock

Para ver de cerca el acueducto romano más largo de España hay que desplazarse hasta la comarca de Los Serranos, en el interior de la provincia de Valencia. Allí, los aficionados a caminar conocen bien las colosales arcadas que aparecen en medio del monte, el acueducto de Peña Cortada, también llamado de La Serrada o de La Serranía.

Los restos encontrados suman un total de 28,6 kilómetros, entre los municipios de Tuéjar y Domeño. Pero estudios recientes plantean que el destino final del agua era nada menos que la ciudad de Valencia, a casi 100 kilómetros.  Una obra semejante necesitó de la admirable pericia técnica de los romanos, que además supieron imprimir el estilo fastuoso y morrocotudo del imperio.

¿Cómo era el acueducto romano más largo de España?

Restos del acueducto de Peña Cortada en Valencia. | Shutterstock

El acueducto de Peña Cortada consta de diferentes partes, según las exigencias del terreno. Cerca de la Fuente del Saz, en Tuéjar, se inició el desvío de agua hace dos mil años, en el siglo I. Allí, un simple dique conectaba con un tramo tallado en la piedra.

Más adelante, el desnivel se salvaba mediante puentes. El de la rambla de Alcotas, en Calles, conservó sus seis arcos hasta el siglo XVIII. Hay varios más, en diferente estado de conservación. La otra solución contra la complicada orografía es tan espectacular como los puentes o más: se realizaron tajos en la montaña que llegan a los 25 metros de profundidad, y que son los que dan nombre a la obra.

Visitando el acueducto de la Peña Cortada

Túneles excavados en la roca. | Shutterstock

La mejor manera para conocer de primera mano esta maravilla de la Antigüedad es recorrer la que se conoce como ruta del agua, en Chelva. La ruta, en poco tiempo, nos sitúa en lo alto de esa estructura bimilenaria, con vistas magníficas y la certeza de estar paseando por la historia.

Más adelante, al llegar a la impresionante Piedra Cortada, la perplejidad aumenta, al pensar cómo pudieron excavar algo así con pocos recursos más que las propias manos. Pasamos por túneles y galerías, todo abierto en el corazón de la montaña, y luego la senda trae nuevos pasadizos y puentes de piedra.

Este itinerario tiene pequeños regalos como la playa que forma el río Tuéjar, además de las fabulosas vistas sobre el pueblo y todo el entorno. Sin embargo, lo que hace único a este lugar es la piedra vaciada y luego modelada para el acueducto, la auténtica maravilla de esta comarca.

Los otros atractivos de Chelva y sus alrededores

Playeta de Chelva. | Shutterstock

Ya que hemos venido hasta este pueblo, uno de los más bonitos de Valencia, sería una pena no visitar sus barrios históricos, como la antigua medina musulmana, el barrio cristiano de las Ollerías, la que fue aljama o el arrabal mudéjar y morisco. Todos ellos conservan trazas visibles de aquella sociedad multicultural, con callejones y pasadizos para perderse con gusto.

Destacan también el Palacio Vizcondal, que integra un alcázar almohade, o la sorprendente belleza barroca de la Iglesia Arciprestal, cuyas cúpulas se hacen notar desde lejos. La rica historia del pueblo está también condensada en espacios como la Ermita de Santa Cruz, que había sido mezquita, o la antigua muralla que aparece aquí y allá.

Fuera del casco urbano, y aparte del acueducto, son de interés las ermitas y el antiguo castillo del Chércol, un torreón cargado de historia. La Fuente de La Gitana, con sus 22 caños y hermosos azulejos, o los varios lavaderos a las afueras del pueblo, nos permiten visualizar la vida cotidiana de esta localidad que tiene encanto de sobra para que hagamos parada en ella.

Sigue nuestro canal de WhatsApp para descubrir lo más fascinante de España 😍​🎉