Las playas más cercanas a Sevilla para darse un baño refrescante

Que Sevilla lo tiene todo para enamorar es innegable. Arte, historia, grandes monumentos y paisajes fascinantes son parte de la esencia de una provincia con mucho duende, pero también lo son las altas temperaturas del verano. Para huir de ese calor y darse un chapuzón en aguas saladas no queda más remedio que viajar a dos provincias vecinas y hermanas: Cádiz y Huelva. Es en ellas donde se encuentran las playas más cercanas a Sevilla.

Un día de relax en las playas más cercanas a Sevilla

Hay que hacer un pequeño viaje, pero la recompensa es disfrutar de auténticos paraísos playeros que prometen un baño de lo más agradable, la posibilidad de disfrutar de todo tipo de deportes acuáticos y, en algunos casos, aprender algo de historia. Preparamos la sombrilla, la toalla y el bañador y buscamos esas playas cerca de Sevilla donde olvidarse del termómetro.

Matalascañas, a un paso de Sevilla

Atardecer en Matalascañas. | Shutterstock

La de Matalascañas, en la provincia de Huelva, es una playa urbana interminable de arena blanca y fina. Sus cinco kilómetros de longitud se caracterizan además por estar bañados por unas aguas más calmadas que las de otras playas vecinas, así que representa un buen plan para disfrutar con los más pequeños, en pareja o en solitario. Tiene un atractivo añadido: se prolonga hasta el área de protección del Parque Nacional de Doñana y sus arenales vírgenes.

Es la playa más cercana a Sevilla, ya que se encuentra a poco más de una hora en coche de la capital, de ahí que sea también una de las más concurridas cuando el termómetro se dispara. Una curiosidad: la mole que parece emerger junto a la orilla y que es su seña de identidad es en realidad una antigua torre vigía que tumbó el terremoto de Lisboa de 1755.

Chipiona, un balneario de aguas saladas

Playa y faro de Chipiona. | Shutterstock

Chipiona tiene siete playas repartidas a lo largo de más de 12 kilómetros de litoral. Las más famosas (y concurridas) son las que miran a dos construcciones magníficas: el santuario de Nuestra Señora de la Regla y el faro, que es el más alto de España. Para encontrar algo más de tranquilidad, la alternativa es alejarse un poco hasta la playa de Camarón.

En cualquiera de los casos, las playas de Chipiona se caracterizan por su arena fina, sus aguas prístinas y un pequeño secreto: un elevado índice de yodo al que se atribuyeron propiedades medicinales. Esa creencia fue la que llevó a abrir aquí a finales del siglo XIX el primer sanatorio marítimo de España.

La belleza salvaje de la playa de Cuesta Maneli

La tranquila Cuesta Maneli. | Shutterstock

Aunque Mazagón y Punta Umbría albergan algunas de las mejores y más renombradas playas cerca de Sevilla, a medio camino entre ellas se descubre otro pequeño tesoro. La playa de Cuesta Maneli es un paraíso virgen al que se llega tras atravesar un pequeño mar de dunas fósiles y descender por una pasarela de madera.

Al final del recorrido espera uno de los arenales más bellos del litoral andaluz, arropado por el impresionante acantilado del Asperillo, catalogado como monumento natural. Por esa belleza y calma que la envuelve, Cuesta Maneli es una de las playas de Huelva con mayor tradición naturista. Además, nuestros amigos peludos pueden acompañarnos, puesto que es un espacio pet-friendly.

Playa de Islantilla, una playa accesible de calidad

Vista aérea de la playa de Islantilla. | Shutterstock

La playa de Islantilla fue la primera de la costa onubense en recibir el distintivo Q de Calidad Turística. Son 1600 metros de arenas blancas bañadas por las frescas y aquí tranquilas aguas del Atlántico, a las que se llega en menos de hora y media en coche desde Sevilla. Una playa con todos los servicios y sin barreras, ya que es totalmente accesible para personas con movilidad reducida.

Todavía se puede pedir algo más: oferta de ocio en la misma playa, escuela de vela y un animado paseo marítimo donde no faltan locales de restauración donde reponer fuerzas con una buena ración de pescaíto frito o camarones. Para darse un homenaje culinario, el consejo es acercarse a Isla Cristina para degustar la espectacular gamba blanca de Huelva.

El Puerto de Santa María, ocio e historia

La amplia playa de Valdelagrana. | Shutterstock

La playa de Valdelagrana de El Puerto de Santa María es una de las preferidas de los sevillanos tanto por su cercanía (se tarda poco más de una hora en llegar) como por su amplitud y la calidad de su arena, aguas y servicios. Ahí radica, sin embargo, su mayor inconveniente porque en verano su nivel de ocupación es bastante elevado. La alternativa: las playas de Las Redes y Vistahermosa, unidas por un paseo peatonal.

En cualquier caso, El Puerto de Santa María es un buen destino para esa pequeña escapada desde Sevilla cuando el calor es insoportable. Lo es por sus fantásticas playas, pero también por su animada vida nocturna y su casco histórico, que atesora un sinfín de joyas arquitectónicas. De hecho, a esta localidad se la conoce como la ‘cuidad de los 100 palacios’.

Calas de ensueño en Conil de la Frontera

Calas de Roche, una joya secreta. | Shutterstock

Los 150 kilómetros que separan Sevilla de las Calas de Roche, en Conil de la Frontera, pero pasan volando cuando lo que espera es un paraíso de pequeños arenales semiescondidos entre acantilados. Cualquiera de esas calas es ideal para una jornada playera en un entorno más íntimo que el que ofrecen otras playas de esta localidad gaditana.

Con la marea baja es posible pasar de unas a otras, pero conviene tener algo de precaución para evitar accidentes con las rocas. Un último consejo: olvidarse del tiempo y apurar al máximo la jornada de playa porque los atardeceres desde cualquiera de las calas son espectaculares.

La belleza salvaje de la playa de Bolonia

La extensa duna de la playa de Bolonia. | Shutterstock

Aunque esta playa ubicada a 200 kilómetros de Sevilla no es la más cercana, ofrece suficientes atractivos como para cerrar con ella esta pequeña lista. El más visible de los encantos de la playa de Bolonia es su inmensa duna, una mole de arena que alcanza 30 metros de altura, 200 de frente y que es monumento natural.

También es característico un viento de Levante que hace las delicias de los amantes del windsurf y el kitesurf. Para quienes prefieran aguas más calmadas, hacia el este encontrarán unas idílicas piscinas naturales donde darse ese chapuzón con los más pequeños. Y queda por mencionar una verdadera joya: las ruinas de la ciudad romana de Baelo Claudia. Visitarlas es un buen plan para disfrutar de un día playero tan diferente como intenso.

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