Receta de Rosquillas Listas de San Isidro
Esta receta de rosquillas listas está muy arraigada a una de las celebraciones más castizas: las Fiestas de San Isidro. En los puestos que aún hoy se siguen instaurando en los lugares donde se lleva a cabo esta celebración no faltan las clásicas rosquillas tontas o listas que muchos acompañan con un brindis de Chinchón. Hoy aprenderemos a realizar estas delicias dulces tan características de Madrid ¿Comenzamos?
Ingredientes de la receta de rosquillas listas
Para la rosquilla
- 600 g de harina floja
- 175 g de azúcar
- 150 g de aceite de oliva suave
- 5 huevos
- 1 copa de anís seco
- 1 cucharadita de levadura
Para la cobertura
- 1 clara de huevo
- 150 g azúcar glas
- Zumo de medio limón
- Agua
Modo de elaboración de la receta de rosquillas listas
- En una sartén añadimos el aceite y dejamos que se caliente. Cuando haya cogido temperadura, añadimos la cáscara de limón, bajamos el fuego y lo dejamos durante unos 15 minutos. Apagamos el fuego y dejamos que se enfríe.
- En un bol, añadimos los 4 huevos y una yema (reservamos la clara), y el azúcar y batimos hasta que mezclen los ingredientes.
- Incluimos a la mezcla el resto de ingredientes (primero la harina y luego el aceite) y amasamos hasta conseguir una bola homogénea. Para saber si está en su punto, la masa que no se debe quedar pegada ni a las manos ni a la mesa.
- Lo envolvemos en un paño humedecido y lo dejamos reposar durante una hora.
- Transcurrido este tiempo, cogeremos la bola y se realizaremos otras más pequeñas. Las aplastamos y le hacemos un agujero en el centro. Es decir, hacemos una rosquilla.
- Precalienta el horno a 210º C en una placa de horno previamente barnizada con aceite y espolvoreando un poco de harina para que no se peguen las rosquillas. Dejamos en el horno hasta que veamos que los bordes de las rosquillas comienzan a dorarse.
- Mientras se hacen las rosquillas iremos preparando el glaseado. En un bol incluimos dos claras de huevo y batimos hasta que queden blanquecinas. Es entonces cuando le añadimos el zumo de limón, mezclamos un poco, y vamos añadiendo poco a poco el azúcar glas. Si vemos que no conseguimos la consistencia deseada, podemos añadir un poco de agua hasta conseguirlo.
- Cuando estén listas y frías las rosquillas (sin el glaseado son las llamadas tontas), las bañamos con la cobertura y las metemos en el horno que debe estar aún caliente pero apagado hasta que el baño quede bien unido y seco a la rosquilla.