Monachil, el pueblo de los mil planes en Sierra Nevada

Montañas, bajadas y subidas. Estas tres palabras son quizás las que mejor definen a un bello pueblo que salpica uno de los valles del macizo de Sierra Nevada. Se trata de Monachil, apenas a ocho kilómetros de la capital de Granada. Así, esta localidad destaca, aparte de por otras cosas, por su privilegiada situación geográfica. En su interior, el río del mismo nombre atraviesa la localidad de este a oeste, mientras sus terrenos se reparten en altitudes que varían de los 740 metros sobre el nivel del mar hasta los 3394, sobresaliendo el pico Veleta. Además de por su ubicación, Monachil destaca por ser uno de los pocos pueblos granadinos que mantiene las características edificatorias de los núcleos serranos.

Historia de Monachil

Si Monachil ha sido codiciado por algo a lo largo de los siglos, ha sido, obviamente, por su situación geográfica. Así, en el pasado funcionó como un enclave estratégico, al ejercer de punto de conexión entre diferentes lugares de la zona. Monachil funcionaba como vía de comunicación y comercio.

Se sabe que el origen del asentamiento se remonta hasta por lo menos el año 1800 a. C. En el año 1600 a. C. se irguió una fuerte muralla que ocupaba gran parte de la meseta. Después de al menos dos siglos de abandono, el municipio volvió a resurgir de sus cenizas en el año 1000 a.C.

Monachil

Parte de esta historia aún sigue viva gracias a la conservación del yacimiento arqueológico del Cerro de la Encina. Ubicado en el Cortijo de Los Olivares, sobre el margen derecho del río, este yacimiento representa los restos de un asentamiento humano que se remonta a finales de la Edad de Cobre y principios de la de Bronce. Se corresponde con la conocida como cultura Argar, es decir, un tipo de cultura que se extendió por los poblados del sudeste de la península ibérica durante los primeros años de la Edad de Bronce o Bronce Antiguo.  Muchos restos del yacimiento se exponen, por cierto, en el Museo Arqueológico.

Por otra parte, Monachil ha sido tradicionalmente un municipio agrícola y ganadero. En torno a su río se desarrollaron no pocos cultivos de regadío, mientras que las zonas llanas de su orografía sirvieron para desarrollar policultivos de secano. Mientras tanto, la ganadería ovina y caprina también fue aumentando, a la par que la caza de animales como jabalíes o ciervos se extendió por los montes. El terreno de Monachil también ha sido un lugar de minería.

Qué ver en Monachil

Alrededores del pueblo de Monachil

Además del yacimiento del Cerro de la Encina, en Monachil hay muchos más sitios que ver. El casco urbano de la localidad se halla en muy buen estado de conservación y alberga un extenso patrimonio histórico-artístico. Para saborearlo bien, lo ideal es dar un paseo por sus calles con tranquilidad y disfrutar de sus fuentes, palacios y casas de estilo tradicional granadino.

De entre sus edificios, destaca la iglesia de la Encarnación. Se trata de la obra arquitectónica más valiosa del pueblo. De estilo mudéjar, esta iglesia se construyó en el año 1501 sobre la antigua mezquita mayor. En su exterior, sobresalen las dos portadas con escudos del arzobispo Argaiz, así como una imponente torre. En su interior, lo más sobresaliente es el retablo mayor (uno de los más importantes del Renacimiento granadino) y las pinturas expuestas. Esta iglesia, por cierto, está construida sobre una de las mezquitas de las tres que al menos llegó a tener Monachil durante el periodo del reinado nazarí o emirato de Granada.

Otro de los edificios que el turista no puede perderse en su visita a Monachil es el del Convento-Seminario Nuestra Señora del Buen Consejo de los Padres Agustinos Recoletos, originario del siglo XX y que inicialmente fue una fábrica de telas.

Puente sendero Los Cachorros

Después de la caída del reino nazarí, se cree que Don Alonso Venegas y doña Brianda fueron de los primeros pobladores en llegar a Monachil. Como testigo, queda su casa señorial, la única que queda en la localidad. Se trata de la Casa del Molino, también conocida como la Casa de los Señores de Aragón o Casa de las Señoricas. Como lugares de interés en este edificio, destacan su patio antiguo, rodeado por un corredor cubierto con alfarjes de madera, y un piso superior cerrado con cristales.

Además de por todos estos edificios, Monachil destaca por albergar una de las rutas de senderismo más espectaculares de Granada: Los Cahorros. Este desfiladero tallado por el cauce del río Monachil es un paraje fotogénico y cargado de encanto. 10 kilómetros de puentes colgantes y paisajes espectaculares, que cuentan además con una parada obligatoria: la cueva de las Palomas.

Los alrededores de Monachil

Granada con Sierra Nevada de fondo

Monachil es un lugar repleto de monumentos de valor arquitectónico y patrimonial. Sin embargo, es pequeño y en tan solo un día es posible verlo. Por ello, como ya se ha dicho, es importante tener en cuenta su ubicación a la hora de hacerle una visita. De hecho, la localidad se encuentra a tan solo 40 minutos de Sierra Nevada. De esta forma, el visitante puede disfrutar de un sin fin de posibilidades para hacer todo tipo de actividades de turismo activo. Desde rutas a caballo o senderismo hasta deportes más extremos como el esquí o la escalada.

Pero es que, además, el turista puede pasar de estar una mañana esquiando a encontrarse, menos de una hora después, comiendo pescaito frito en las playas de Salobreña o Almuñécar. ¿Qué apetece más pasarse el día pateando una ciudad? Tampoco hay problema. Monachil es un pueblo que colinda con Granada y en media hora se puede plantar el viajero en su casco histórico. En fin, que Monachil es un pueblo perfecto para desconectar y para hacer absolutamente de todo, una visita que tener en cuenta en un viaje al sur peninsular.