Los trabajos artesanales de metal y forja en Castilla la Mancha han sido siempre sobradamente reconocidos por su calidad en todos los rincones de España. De entre todo su territorio, destaca la provincia de Toledo, especialmente por la confección de espadas y la técnica decorativa del damasquinado, que muchos se empeñan en llamar “oro de Toledo”. Entre los artesanos que todavía hacen damasquinado están: Angel Rus Jodar y Julio Peña García. Esta técnica consiste en incrustar pequeños filamentos de oro y plata en la pieza metálica tras someter su superficie a un proceso de aspereza. Otro lugar destacable es Albacete, donde se fabrican las clásicas navajas que son todo un símbolo de identidad local. Los artesanos manchegos realizan en general toda clase de trabajos en metal como esculturas, vallas, balcones, muebles o piezas de utilidad doméstica.