Al igual que sucede en otras regiones del norte de España, los productos fabricados con madera en Galicia han estado siempre muy presentes a través de las formas de vida tradicionales basadas en la pesca y, especialmente, el pastoreo. El progresivo declive de la cultura asociada a estos modos de vida ha obligado a la industria artesana maderera a adaptarse a nuevas realidades sin dejar suelta del todo el ancla que la sujeta al pasado, cosa que han sabido hacer con éxito. Actualmente, los artesanos gallegos se reparten por las cuatro provincias y realizan su trabajo en base a las inmensas posibilidades que tiene la madera proveniente de sus fértiles bosques.
Elaborada ebanistería, carpintería tradicional, confección de enseres domésticos y decorativos, aperos de labranza, confección de pequeñas embarcaciones o restauración; nada se resiste a este grupo de profesionales que distribuyen sus talleres de madera en Galicia por lugares como Vigo, Ribadeo, Santiago de Compostela o Ribadavia.