A través de las cinco provincias de Castilla la Mancha se reparten varios artesanos que trabajan la encuadernación según técnicas tradicionales. En algunos talleres, el papel empleado es además de factura propia. Libros de diferentes tamaños, agendas, álbumes de fotos y de más formatos son creados de manera exclusiva por estos artesanos que también se lanzan en determinados casos al mundo de la restauración de libros o documentos antiguos. Todo un universo que puede rastrearse por la comunidad manchega en lugares como Albacete, Cuenca, Talavera de la Reina o Toledo.