Del hacinamiento al cuarto individual, así han cambiado las casas en España en menos de un siglo

"Nada como el hogar", se suele decir. Esta palabra hacía referencia en origen a la hoguera, al fuego central que permitía cocinar y calentarse. A su calor ha crecido la Humanidad. De la vivienda se parte al principio de un día cualquiera y a ella se vuelve al final. Un lugar que ha evolucionado mucho desde mediados de siglo hasta la actualidad. Poco tienen que ver los espacios familiares de los años 40 con los actuales, sea en una ciudad como Granada o un pueblo de la sierra. Las casas españolas de la posguerra a la actualidad han cambiado tanto como los modales de estas épocas.

Un país en reconstrucción

Lo primero que hay que tener en cuenta es que en los 40 España estaba destrozada. Esto se extendía a las viviendas. Por tanto, mucha gente había perdido su casa a causa del conflicto. Además se sumaban las incautaciones franquistas a los "desafectos" a la dictadura, lo que podía ir de quedarse con el hogar vacío a perderlo. Esta represión se llevó a cabo a raíz de un Decreto Ley sancionado el 10 de enero de 1937, que creaba la Comisión Central Administradora de Bienes Incautados. Asimismo, cabe destacar que la escabechina civil dejó huérfanos, viudas y heridos que incrementaron el número de habitantes de muchas familias.

Mientras tanto, el precio fue creciendo con crisis intermedias. El Banco de España, en Análisis del Precio de la Vivienda en España, señala tres crisis en este boom previas a las de 2008: en los 70, inicios de los 80 y principios de los 90. Entonces ya descendió el precio real de las casas. Sin embargo, al burbuja siguió adelante hasta que reventó. El precio ponderado se había triplicado desde 1980 en el punto álgido, antes de desplomarse a solo el doble actual. La fuente vuelve a ser el BdE, a través de sus informes sobre evolución reciente del precio de la vivienda.

Esto dejó un hilo de esperanza a algunos jóvenes de hoy día. Al tiempo, también generó imágenes tan curiosas como la de Valdeluz, ciudad junto a Guadalajara que ha permanecido años construida pero vacía. Mientras tanto, la opción de alquilar se popularizó. Fruto de ello surgió la burbuja secundaria descrita en el punto anterior. De nuevo, la última generación es la que lo tiene más complicado.