Alfarería y Cerámica de Lugo

La tradición de la cerámica de Lugo se asocia con las localidades de Mondoñedo y Bonxe. La persona que se dedicaba a trabajar con el barro en todas estas zonas era conocida como el cacherreiro.

En Mondoñedo se trabaja una arcilla resultante de mezclar barros negro y blanco. Mientras con el primero se hacen aquellas piezas de mayor tamaño que exigen ser resistentes, el segundo, en cambio, está destinado a los utensilios utilizados para comer. Todas estas piezas están caracterizadas por una decoración sobria y sencilla a base de líneas hechas con un palo de dibujar, pintura blanca aplicada con un pincel o pequeños surcos hechos directamente con las manos.

En Bonxe se trabajan dos tipos de barro; uno con fibra (freba) y otro arenoso (zurudo). Era común que cada barro se mezclara con agua y que luego se pisara con los pies para amasarlo. Con la masa resultante se trabajaban queixeiras (moldes para el queso), candeleros, pezoneras, etc. Otro importante centro alfarero de la provincia es Gundivós.

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