Un bocado a la gastronomía de Vinaròs

El norte de Castellón alberga una localidad que ha elevado el significado del turismo gastronómico. Se trata de Vinaròs, un lugar que descansa al borde del Mediterráneo y es perfecto para respirar historia, tradición y naturaleza. Conviene saber que, más allá de sus playas, que envuelven el litoral con sus olas tibias y agradables, Vinaròs esconde un tesoro de sabores que espera a ser descubierto. 

La receta ideal para visitar Vinaròs desde un punto de vista gastronómico es aquella que combina experiencias y productos. El variado surtido de visitas guiadas, eventos y actividades hace posible que sus platos e ingredientes se conozcan más allá de las mesas de los restaurantes, ya sea a través de productores o de la mano de empresas como Explora Maestrat.

Probablemente el sabor más primitivo de la zona, el que hunde las raíces de forma más profunda en su idiosincrasia, es el de los olivos milenarios de Vinaròs y el territorio del Sénia. Merece la pena caminar entre sus ramas bajo la luz de las estrellas, escuchar las historias que susurran sus ancianas cortezas e intuir su antigua esencia en el oro líquido que impregna la cocina local.

Si se quiere permanecer en esa nocturnidad que agudiza los sentidos e irradia una magia especial, en Vinaròs y en la comarca del Baix Maestrat también se organizan visitas a viñedos y bodegas iluminadas por el fulgor de la luna. Al fin y al cabo, catar el vino en su propio entorno aporta un grado de conexión y cercanía que es difícil obtener de otra manera.

Para obtener un mayor vínculo con la tierra y la esencia propia de Vinaròs, no está de más aprovechar el hecho de que se trata de un territorio de trufas. Diferentes rutas y degustaciones incitan a probar este preciado hongo de sabor intenso.

Naranjos en Vinaròs
Naranjos en Vinaròs. | Shutterstock

Asimismo, realizar una ruta citrícola permite descubrir la que, según opiniones expertas, es una de las mejores naranjas del mundo: la navelate de Vinaròs. Pasearse entre los árboles frutales del Maestrat aporta una visión vívida de un ingrediente estrella de este rincón valenciano. 

Las frutas y hortalizas que regala el paisaje de Vinaròs se despliegan en un vivo abanico de colores en el mercado municipal, donde las cosechas de kilómetro 0 se ponen a disposición de locales y turistas. Es un reflejo fiel de los ingredientes de calidad que ponen a Vinaròs en el foco de los destinos gastronómicos más importantes de la península.

En los puestos del mercado municipal también se exhibe una variada carta de productos de mar, un eje fundamental de la cultura gastronómica de Vinaròs. Su puerto destaca entre los puntos del Mediterráneo con mayor volumen de captura de pescado azul. Hay que destacar los boquerones, las sardinas y las anchoas en salazón, algunos de los manjares más solicitados por las personas que viajan aquí en busca de experiencias culinarias.

Barcos de pesca en el puerto de Vinaròs
Barcos de pesca en el puerto de Vinaròs. | Shutterstock

No obstante, si hay un ingrediente que destaca en popularidad y reconocimiento, es sin duda el famoso langostino de Vinaròs. Este crustáceo y los platos que protagoniza suponen un gran atractivo gastronómico y han aportado una merecida notoriedad a la tradición pesquera de Vinaròs. 

Entre las recetas tradicionales y las elaboraciones más modernas, el langostino es la innegable estrella de la gastronomía local. De hecho, hay varios eventos dedicados exclusivamente a este producto en su momento óptimo de captura, como el Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs y las Jornadas de Cocina del Langostino de Vinaròs, ocasiones que no pueden perderse quienes disfruten probando diferentes elaboraciones del mismo.

De forma similar, las personas aficionadas a los pescados y mariscos tienen una cita ineludible con las Jornadas de Cocina de la Galera de Vinaròs. Y es que las galeras también son un crustáceo que se hace notar en la gastronomía vinarocense. Están presentes en platos tradicionales como el arroz con galeras, una receta mediterránea que acentúa las delicias del mar y las combina con vegetales tan accesibles como deliciosos. Otros ejemplos de platos típicos con base de arroz son el arroz a banda o el arroz con espardeñas.

Arroz a banda, un imprescindible en la gastronomía de Vinaròs
Arroz a banda, un imprescindible en la gastronomía de Vinaròs. | Shutterstock

Los cocs, conocidos en otras partes de la Comunitat Valenciana como cocas, son una de esas elaboraciones que hay que probar de forma obligatoria al visitar Vinaròs. Se preparan sobre una masa de harina e incluyen productos y vegetales de cercanía que varían dependiendo de la estación. Conforman un alimento suculento que proviene principalmente de la huerta y se puede adquirir en las panaderías, bares y restaurantes de Vinaròs. También tiene sus versiones dulces, como el coc de poma de l'agredolç, cuyo ingrediente principal son las manzanas.

Salta a la vista que el recetario de Vinaròs es enormemente diverso y se compone de ingredientes y productos de gran calidad que viajan desde sus árboles milenarios hasta el pescado fresco que se captura en las aguas del Mediterráneo, pasando por campos de aroma cítrico y espléndidos viñedos. Los platos que ha ido recogiendo dicho recetario también se remontan a tiempos remotos y muestran una evolución que alcanza la cocina más innovadora, aunque sin perder su esencia profundamente auténtica.

Una visita gastronómica a esta localidad costera ofrece más que una experiencia de cuchillo y tenedor. Es un bocado a sus paisajes, a su tradición marinera y a los regalos de la tierra que se presentan en forma de recetas transmitidas de generación en generación. Es, en definitiva, un viaje en el tiempo que ilustra una cultura que se descubre con la vista y el paladar a partes iguales.  

Artículo escrito en colaboración con Saborea España.