Menorca en barco: otra forma de descubrir el paraíso

Cuando uno piensa en Menorca, la imagen generada podría compararse con la que uno imagina al pensar en el paraíso. Esta preciosa isla balear inspira sensaciones muy similares tanto a quien la ha visitado como a quien espera hacerlo en un futuro. Un horizonte azul de tonos diversos, calas en las que el tiempo parece funcionar de otro modo, pueblos blancos de gran sencillez y belleza, una historia asentada en su pasado talayótico que da vida a una cultura auténtica. Todo esto es Menorca, pero también es lo que espera más allá, cuando uno se adentra en el mar.

Y es que hay ciertos rincones con los que no se puede ni siquiera soñar porque parecen pertenecer a otro mundo. Pocas sensaciones se comparan a la de sentirse en pleno Mediterráneo, con las olas meciendo la embarcación en la que uno se encuentra. Ese mar siempre tan acogedor, cálido a su manera.

Hace mucho tiempo que el turista comprendió que hay formas diferentes a las tradicionales de conocer y disfrutar un espacio, por eso cada vez es más apreciada la posibilidad de rentar un velero para ir a Menorca para alejarse de la costa y perseguir el horizonte. Para explorar, escapar del bullicio de las grandes concentraciones, disfrutar de la tranquilidad que regala el mar, desconectar. Menorca en barco se vive mejor.

Las calas menorquinas: un sueño

Fornells
Fornells. | Shutterstock

Cuando se trata de Menorca, con tantos rincones bellos por descubrir, uno comprende pronto que no es suficiente con hacerlo desde tierra. De hecho, da la sensación de que algunos solo se comprenden cuando se pasean en velero, desde otra perspectiva, desde otro ángulo.

Es lo que sucede, por ejemplo, con la conocida playa Fornells, que recuerda a las aguas del lejano Caribe. Las puestas de sol desde este punto son incomparables, pero esta afirmación adquiere pleno sentido cuando uno las ha disfrutado desde el mar, con el sonido único de las olas acompañando el momento.

También y solo de esta manera, abordando el mar, puede visitarse la llamada isla del Aire, que cuenta con el faro más grande de Menorca. Pocos son quienes conocen este islote que, sin embargo, se muestra evidente y poderoso en cualquier paseo en barco. Es guardián de una importante biodiversidad, por lo que su valor ecológico es elevado. Ideal para los amantes de la naturaleza y, otra vez, para quien desee calma en esta era bulliciosa.

Las muchas posibilidades que ofrece el mar

Isla del Aire
Isla del Aire. | Shutterstock

La práctica del snorkel ha ganado adeptos con el paso del tiempo. Es lógico: tampoco nunca antes había sido tan sencillo descubrir qué hay, como cantaría el cangrejo Sebastián, bajo el mar. También en este aspecto Menorca se presenta como un paraíso: sus aguas, tranquilas y limpias, son ideales para animarse a descubrir las profundidades.

Para esto, tomar un barco y descubrir esos rincones más alejados de la presencia humana es, de nuevo, la mejor opción. Hay que recurrir de nuevo a la isla del Aire para ejemplificar todo esto, pues en muy pocos lugares de la geografía española se encontrarán unos fondos tan variados y tan ricos como los que rodean el islote.

Por otro lado, ¿qué puede decirse de la experiencia que supone adentrarse en una cueva menorquina? Las hay de todo tipo: grandes, pequeñas, a la vista o semi sumergidas. También las hay que permanecen completamente bajo el agua. ¿Por dónde empezar? Por la conocida como cueva de los Ingleses, que es perfecta para combinar todas las vivencias señaladas. Solo es accesible en barco, es una cavidad semisumergida en la que uno alucinará con los colores que se forman en las paredes y además practicar snorkel en torno a esta es una grandísima idea, por la claridad del agua y por su rica vida marina.

El Mediterráneo al alcance de todos

Así son las aguas del Mediterráneo de Menorca
Así son las aguas del Mediterráneo de Menorca. | Shutterstock

Porque tanto si uno es patrón de barco como si es novato, puede acceder a este sueño a través de compañías como SamBoat, que ofrece al interesado todo tipo de opciones a la hora de alquilar una embarcación, ya sea catamarán, velero o barco a motor. Acceder al mar nunca fue tan sencillo como lo es hoy en día: una búsqueda, un par de clicks y el Mediterráneo es tuyo. Y una vez que el Mediterráneo es tuyo, las opciones se multiplican.

Ya se ha visto. Menorca desde tierra es fantástica, por su belleza, su cultura, su gastronomía y su historia, pero no parece del todo suficiente cuando uno tiene la oportunidad de descubrir el paraíso también desde el agua. La emoción es mayor cuando se comprende los numerosos rincones a los que se puede acceder cuando se alquila un pequeño velero para lanzarse al disfrute. A la desconexión, la tranquilidad, la fiesta o el descubrimiento. El disfrute, al fin y al cabo.

Artículo patrocinado por SamBoat.