El Camino de Santiago en invierno
El Camino de Santiago en invierno es una experiencia completamente distinta. Las aglomeraciones desaparecen y eso te permitirá disfrutar el Camino en un plano totalmente nuevo. Si quieres leer nuestros consejos generales para hacer el Camino de Santiago, tenemos una página especializada dedicada a ello.
¿Por qué hacer el Camino de Santiago en invierno?
Es cierto que hacer el Camino de Santiago en invierno es más duro que en primavera, por ejemplo, pero también tiene sus cosas buenas. Si buscáis caminar sin prisas y sin el calor sofocante del verano, el invierno es una buena opción. Además, como ya adelantábamos antes, en esta época no os encontraréis aglomeraciones de peregrinos, lo que permitirá que vuestro Camino sea más tranquilo, más espiritual. Otra ventaja es que necesitaréis madrugar menos para caminar, ya que no tendréis calor sofocante al medio día y los albergues no estarán abarrotados si llegas algo más tarde.Tampoco os vamos a mentir, tendréis que afrontar mal tiempo, si va a ser vuestro primer Camino, os recomendamos que lo planeéis para primavera.
¿Qué Camino elegir?
Hacer entero el Camino de Santiago en invierno resulta muy accesible por el Camino Norte o de la costa, pues las temperaturas son más suaves y es muy raro encontrarse con nevadas. Sin embargo, la lluvia será imposible de evitar, por eso deberéis ir preparados para ella.Tampoco suele haber dificultad para el Camino Francés. Tendréis que estar más atentos a los partes meteorológicos, preguntad también a los vecinos y a las personas que regenten albergues, ya que estarán acostumbrados. Además, en el Camino Francés existen algunos desvíos justamente pensados por si encontráis nieve o para evitar alguna cima peligrosa. Existe una variante del Camino Francés conocida como el Camino de Invierno que comienza en Ponferrada y lleva hasta Santiago por los valles del río Sil. Está muy bien señalizada y puede ser una muy buena opción.